Millonarios gastos y pobres resultados en reducir la pobreza rural, señala la FAO

La desvinculación de Prospera con programas que permitan a la población pobre generar ingresos propios ha impedido que la inversión millonaria en el país tenga efectos en la reducción de la pobreza rural.
3 Diciembre, 2018 Actualizado el 3 de Diciembre, a las 09:08
En 21 años Prospera amplió su cobertura a 26 millones de beneficiarios, 21% de la población total en México.
En 21 años Prospera amplió su cobertura a 26 millones de beneficiarios, 21% de la población total en México.
Arena Pública

En 25 años, México redujo la pobreza rural de 57% a 45%, según el informe 2018 de la FAO sobre el Panorama de la Pobreza Rural en América Latina.

El logro es muy inferior al obtenido por sus pares en la región. Brasil, por ejemplo, redujo la pobreza rural de 71% a 29%; Chile de 39% a 7%; y Perú de 73% a 46% en similar periodo.

“México es un país que gasta mucho dinero en el campo; la inversión pública rural es cuantiosa. Entonces la pregunta de fondo es, ¿por qué esta inversión que no es para nada menor no ha tenido los resultados que en otros países?”, cuestionó Julio Antonio Berdegué Sacristán, representante de la FAO para América Latina y el Caribe.

Casi 566 mil millones de pesos reales ha gastado México en Prospera en los últimos nueve años, su programa estrella en el combate a la pobreza, que fue creado en 1997 y ha sobrevivido a cuatro sexenios con distintos nombres como Solidaridad, Progresa y Oportunidades.

Fuente: Elaboración propia con datos de Coneval

 

Se trata de un programa de ayuda condicionada. Ofrece apoyos monetarios mensuales o bimestrales para alimentación, adultos mayores, útiles escolares y becas para estudios de educación básica a cambio de que las familias adquieran compromisos relacionados con asistencia escolar, consultas médicas y asesorías nutricionales.

A decir de los datos, Prospera no ha tenido impacto en la reducción de la pobreza rural, a pesar de que lleva 21 años operando y de que actualmente atiende a 21% de la población mexicana: 26.7 millones de beneficiarios, 89 veces más que los 300 mil que atendió en su arranque en 1997.

No obstante, ha tenido significativos logros aislados, como disminuir la pobreza alimentaria, aumentar el número de años de educación básica que cursan los niños y jóvenes en zonas rurales y mejorar la nutrición de los recién nacidos, según han documentado diversas evaluaciones.

La desvinculación de Prospera con programas que permitan a los pobres generar sus propios ingresos, producir o acceder a mercados, es la razón de que la millonaria inversión de México haya resultado en un avance mínimo en la reducción de la pobreza rural, según Julio Berdegué.

“Mucha de la inversión [al campo en México] se ha orientado a gasto social con una muy insuficiente inversión en la capacidad productiva de los pobres rurales […] Hemos empujado un carro al que le faltan dos llantas, va desequilibrado; muy bien por un lado con la política social, muy mal por la política de desarrollo productivo que ha abandonado a los pobres”, señaló el representante de la FAO.

 

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Prospera lleva apenas tres años trabajando con un componente de vinculación laboral, financiera y productiva, sin embargo, todavía es un eslabón débil.

La oferta de apoyos de fomento productivo depende de dependencias externas a la Secretaría de Desarrollo Social, que administra a Prospera, y no necesariamente responden a las necesidades y contexto de las localidades de los beneficiarios.

Además, el programa no cuenta con un plan de trabajo anual, aseguró el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en su más reciente evaluación.

 

Buenas expectativas para el campo con AMLO

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha reiterado que el campo y el desarrollo rural serán una de las prioridades de su gobierno.

En octubre de 2018 anunció que invertirá entre 12 y 15 millones de pesos a partir de 2019 para sembrar un millón de hectáreas y así apoyar a 400 mil pequeños productores.

El programa Sembrando Vida reactivará el campo, atenderá las regiones más abandonadas y con menor desarrollo económico del país.

También combatirá la pobreza rural y la degradación ambiental, dos de los problemas centrales que han resultado del abandono del campo, aseguró López Obrador, una postura que la FAO ve con agrado.

“México tiene un problema muy fuerte de corrupción y clientelismo en las políticas del campo, por eso la FAO ve con muy buenos ojos las declaraciones del presidente electo, quien ha señalado con mucha fuerza que su voluntad será invertir para revitalizar las zonas rurales y atacar de frente a la corrupción. Yo creo que si se dan estas dos condiciones, con el gasto público que México tiene hacia el campo, deberíamos ver fuertes avances en la reducción de la pobreza en los próximos años,” señaló Julio Berdegué, representante de la FAO en América Latina y el Caribe.

En México, 20% de la población -16 millones de personas- viven en zonas rurales, es decir, menores de 2 mil 500 habitantes, donde la agricultura es la principal actividad; 96% de las personas que trabajan en el campo lo hacen en pequeñas y medianas unidades productoras; 1.7 millones de personas son agricultores por subsistencia, es decir, consumen lo que siembran, sin excedentes para la venta.

 

MÁS INFORMACIÓN: Panorama de la pobreza rural en América Latina y el Caribe, FAO, 21 de noviembre de 2018.

MÁS INFORMACIÓN: Conferencia de prensa del informe: Panorama de la Pobreza Rural 2018, FAO, 21 de noviembre de 2018.

MÁS INFORMACIÓN: Ficha de monitoreo 2017-2018 Prospera, programa de inclusión social, Coneval, 2018.

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