Carcome inflación a los salarios aumentando la pobreza laboral en México

El secretario ejecutivo de la Coneval asegura que el incremento de 1.8% del primer trimestre en la pobreza laboral se debió a 12 meses acumulados de incrementos en el precio de la canasta básica.
29 Noviembre, 2022 Actualizado el 29 de Noviembre, a las 19:28
Los tres productos con mayor incidencia en la variación trimestral de la LPEI fueron la cebolla, que registró un incremento de 44%, la papa y los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar. (Foto: Gobierno de México)
Los tres productos con mayor incidencia en la variación trimestral de la LPEI fueron la cebolla, que registró un incremento de 44%, la papa y los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar. (Foto: Gobierno de México)
Arena Pública

La inflación, particularmente en alimentos, ha dañado el poder de compra de los hogares mexicanos, incrementando la pobreza. De acuerdo con datos recientes de la Comisión Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la pobreza laboral en el tercer trimestre se incrementó en 1.8 puntos porcentuales respecto al trimestre previo.

A dos años de que la pandemia destrozara los avances de más de 10 años en el combate de la pobreza laboral en el país -que llegó al 46% en el tercer trimestre de 2020- no se ha logrado recuperar el 36.6% previo y por el contrario, el último trimestre se dio un revés a los últimos avances al volver a subir a 40.1%.

La inflación –el aumento generalizado de los precios en un determinado periodo de tiempo- ha afectado directamente a la disminución de la pobreza laboral, definida como la evolución del ingreso laboral y su relación con el costo de la canasta alimentaria, pues a mayor costo de la canasta básica es mayor el número de personas que no pueden costearla.

En condiciones normales, las revisiones salariales que se realizan todos los años en los distintos sectores económicos del país permiten aumentar –aunque sea marginalmente- el poder adquisitivo de los trabajadores. Sin embargo, con una inflación casi tres veces mayor a la del promedio de los últimos 20 años, los aumentos salariales no solo no han igualado a la inflación sino que se han quedado atrás.

Según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), los salarios contractuales reales, es decir, descontando la inflación, solo han crecido en tres de los 10 meses que van del año, con caídas promedio de (-)2.09% para los primeros nueve meses del año y a las que se les suma el retroceso de (-)3.68% en octubre, su mayor caída en 25 años.

Pero por si fuera poco, si bien el ingreso laboral real per cápita deflactado con el INPC aún muestra un nivel superior a lo que se observaba en el sexenio pasado, el resultado presenta una fuerte disminución si se deflacta con la canasta básica, comportamiento coincidente con los datos reportados por la Coneval.

La canasta básica ha sido uno de los componentes más afectados por la inflación en el último año, pues si bien en 2021, su precio se elevó considerablemente, el alza de precios no solo fue mayor sino que se aceleró y concentró en el componente subyacente, que incluye a las mercancías alimenticias, mismas que presentaron incremento de doble dígito durante el año y alcanzaron 14% anual en la primera quincena de noviembre.

Ante el incipiente encarecimiento de la canasta básica, el Gobierno Federal decidió reforzar el plan antiinflacionario que presentó en mayo pasado para convertirlo en el Acuerdo de Apertura contra la Inflación y Carestía (APACIC), mismo que convino con algunos de los distribuidores más importantes del país (Soriana, Walmart y Chedraui) topar el precio de venta de la canasta en 1,039 pesos.

En octubre, el más reciente monitoreo del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), reveló que a mes y medio de la implementación del acuerdo se había logrado disminuir en 3.2% el precio de la canasta, sin embargo, aún se está lejos del 8% de disminución buscando por el gobierno.

Aumento fue coyuntural: Coneval

Aun cuando los datos de Coneval son preocupantes, David Kaplan, experto en mercados laborales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), advierte que aún es temprano para hablar de una reversión en la tendencia de disminución.

“Las cifras de pobreza laboral e indicadores relacionados del tercer trimestre de 2022 deberían preocuparnos. Pero no quiero hacer comentarios fuertes con base en datos de un solo trimestre. Esperemos los datos del cuarto trimestre” comentó en un hilo de Twitter el investigador del BID.

Uno de los elementos que hacen necesario mantener la cautela ante los datos de Coneval es el efecto estacional de los alimentos incluidos en la canasta básica, pues de 24 productos considerados, un tercio corresponde a frutas y verduras frescas, mismas cuyos precios son parte del componente no subyacente de la inflación, caracterizado por su alta volatilidad.

La mayoría de los alimentos ha tenido un incremento en su precio, lo que coyunturalmente en este tercer trimestre generó este incremento de 1.8%. Y si lo desagregamos a nivel estatal 27 de 32 entidades registraron incrementos, lo que me parece que demuestra que ahora sí vemos claramente las afectaciones de este proceso inflacionario”, enfatizó el secretario ejecutivo de la Coneval, José Nabor Cruz, en entrevista con Imagen Radio.

El funcionario matizó que pese al incremento trimestral, los datos a nivel anual registraron una disminución de 0.6%, por lo que puede asegurarse que la pobreza sigue disminuyendo pese al importante tropiezo de julio-septiembre.

Según informó el Coneval en su nueva entrega de medición de la pobreza, el valor monetario promedio de la Línea de Pobreza Extrema por Ingresos (LPEI), que es el valor monetario de la canasta alimentaria, aumentó 4.4% y 4.5% en el caso de la rural y la urbana, respectivamente.

Ambos aumentos fueron superiores en más del doble a la inflación trimestral promedio de dicho periodo (2.0%) y más del doble que el propio incremento de la pobreza laboral.

Los tres productos con mayor incidencia en la variación trimestral de la LPEI fueron la cebolla, que registró un incremento de 44%, la papa, y los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar.