Veo un enorme riesgo de que la pandemia siga fuera de control: Julio Frenk

El gobierno tendrá que rendir cuentas por las muertes innecesarias ocasionadas por una respuesta defectuosa a la pandemia, encara el ex secretario de Salud y presidente de la Universidad de Miami.
8 Junio, 2020 Actualizado el 9 de Junio, a las 12:10
Julio Frenk Mora, presidente de la Universidad de Miami.
Julio Frenk Mora, presidente de la Universidad de Miami.
Arena Pública

Lo ha repetido una y mil veces. En cada oportunidad que ha tenido desde que el fatal virus Covid-19 llegó a México, Julio Frenk Mora (1953) no ha dejado de insistirle al gobierno mexicano en la urgencia de hacer pruebas diagnósticas para contener la pandemia y, también, para reactivar la economía.

Pero el ex secretario de salud del gobierno federal (2000-2006) ha encontrado no solo oídos sordos, sino también el constante rechazo del vocero presidencial para enfrentar la pandemia, Hugo López-Gatell, y del propio presidente Andrés Manuel López Obrador.

“El problema central de la estrategia del gobierno federal ha sido la inexplicable reticencia de las autoridades (para) hacer más pruebas. La clave, tanto para combatir la pandemia como para reabrir de manera segura la economía, es hacer pruebas. Las pruebas son los ojos del sistema de vigilancia epidemiológico”, dijo el médico por la Universidad Nacional Autónoma de México y reconocido experto en políticas para la salud pública global quien, en dos ocasiones, fue candidato a dirigir la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El gobierno mexicano ha desestimado las pruebas diagnósticas como método para enfrentar el avance del virus, a contrapelo de lo hecho por la gran mayoría de los países en el mundo y de la propias recomendaciones de la OMS. Para el presidente López Obrador, las opiniones de Frenk Mora responden a intereses políticos, más que técnicos. “Respeto esas posturas, pero tiene que ver con los intereses políticos, partidistas, todos ellos estuvieron en gobiernos opositores a nuestro movimiento”, dijo López Obrador en su conferencia matutina del 8 de mayo.

Sin embargo, la polémica crece cuando el número de mexicanos infectados y de fallecidos a consecuencia del Covid-19 ha rebasado por mucho las previsiones iniciales del gobierno y amenaza en convertir a México en uno de los centros mundiales de la pandemia, junto a Brasil.

Un pronóstico reciente del Instituto de Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, estima que el número de fallecidos en México más que se duplicará en junio, al pasar de 10,385 a inicio del mes, a 24,543 al 30 de junio, para superar las 50 mil muertes al 3 de agosto. Los investigadores creen que el relajamiento de las medidas a partir del 30 de mayo y la creciente movilidad acelerarán la expansión del virus en territorio mexicano durante el verano. Previsiones graves si se consideran las carencias del sistema de salud público del país.

Para Julio Frenk, aún hay tiempo para enfrentar la pandemia y reactivar la economía de forma segura, pero advierte que “la reactivación económica debe hacerse de manera responsable respondiendo a las condiciones locales” y con una política clara de comunicación, sin confusión ni ambigüedades. El gobierno mexicano ha sido criticado porque la mayor parte de sus altos funcionarios, comenzando por el presidente de la República, no usan mascarillas o tapabocas en los eventos públicos.

 

Su receta ya es conocida: Pruebas de vigilancia y pruebas diagnósticas van por delante, para localizar los focos rojos, rastrear los contactos de los contagiados y ponerlos en cuarentena. Pero también –repite una y otra vez durante la conversación- es importante hacer obligatorio el uso masivo de cubrebocas, mantener la higiene de manos, las medidas de sana distancia, el confinamiento para las personas consideradas de alto riesgo; además de que las empresas deben crear espacios de trabajo con barreras físicas y políticas de higiene y desinfección.

“La reactivación económica y el cuidado de la salud deben ser objetivos sinérgicos, no es uno u otro. Los dos deben perseguirse, reforzarse mutuamente. La mejor salud de la gente contribuye a la economía, la mala salud de la gente, destruye la economía”, articula Frenk Mora desde Florida, y quien actualmente es presidente de la Universidad de Miami, posición a la que llegó después de casi siete años al frente de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard. Julio Frenk es miembro del Colegio Nacional, de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias de Estados Unidos y de la junta directiva de la Fundación de las Naciones Unidas.

 

“No soy muy optimista”

Las previsiones de Frenk Mora sobre el curso inmediato de la pandemia en México son muy preocupantes. Tres afirmaciones durante la conversación lo dejan ver así:

La primera: “Nunca he visto tan débil al sistema de salud, como lo vi antes de la pandemia”, dice argumentando que si bien nunca es un buen momento para sufrir una pandemia, en el caso mexicano ésta llegó en su peor momento para la salud pública por las decisiones erróneas que acababa de tomar el gobierno.

La segunda: “No soy muy optimista de que haya la disposición a aprender las lecciones” por parte del gobierno de López Obrador y, por lo tanto, de modificar la estrategia que ha seguido hasta ahora, deja entrever en la conversación. Aunque, Frenk Mora ve una luz en las acciones de algunos gobiernos estatales y organizaciones de la sociedad civil.

Y la tercera: “Veo un enorme riesgo de que la pandemia siga fuera de control”, con costos en vidas y una profundización de la crisis económica hacia delante, apunta Frenk.

En todas estas previsiones el doctor honoris causa por diez universidades, entre las que se cuentan la Universidad de Harvard, de Michigan, de Alberta, de York, de Ginebra, entre otras; busca dejar una rendija para la esperanza. “Quiero pensar que todavía es tiempo de corregir el rumbo”, matiza.

 

“Es momento de dar un golpe de timón”

Pero el tenue optimismo luce mas bien como una concesión formal. Lo que considera el daño al sistema de salud pública del país por el gobierno de López Obrador con su “obsesión de destruir instituciones”, como lo hizo con Cofepris, el Seguro Popular y el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, así como con sus inexplicables “ataques” a los servidores públicos “causando la salida de mucha gente talentosa”, está hecho dice Frenk Mora.

Su reclamo se endure aún más cuando recuerda a los muertos del sector salud a consecuencia –dice- de la respuesta del gobierno ante la pandemia.

“Aquí hay un tema de rendición de cuentas. El gobierno va a tener que rendir cuentas por las muertes innecesarias que se han ocasionado por esta respuesta tan defectuosa a la pandemia, incluyendo la reticencia a hacer pruebas”, encara a la actual administración de López Obrador. “Una vez que pase la fase aguda de la emergencia, (habrá) que hacer un análisis muy riguroso y el gobierno tendrá que rendir cuentas de porqué esta respuesta tan contraria al consenso de los expertos a nivel mundial”. 

¿Por qué desperdiciar una crisis? se le pregunta, recordando el título de un texto editorial del New York Times publicado en abril en relación al manejo que ha hecho Trump de la pandemia en Estados Unidos. La respuesta del experimentado político y científico resume su mensaje más directo para el presidente López Obrador: "La crisis es tan grande que es momento de dar un golpe de timón... esta crisis debería ser la oportunidad de enmendar el rumbo".

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