Hay una crisis de diálogo en América Latina para enfrentar la pandemia: BBVA

La pandemia encuentra a América Latina en una posición débil. Así se resume el gigantesco reto de la recuperación económica que enfrenta la región una vez que se reabran las economías paralizadas desde marzo por el azote del Covid-19, y que está dejando una estela de empresas quebradas, desempleo galopante, creciente informalidad, mayor pobreza entre la población, y muertes que se cuentan por decenas de miles.
Quien hace el diagnóstico de la economía de la región es Jorge Sicilia, el economista jefe del banco español BBVA, uno de los bancos más grandes en América Latina y el mayor de México. La debilidad en la que se encuentra la región para hacer frente a la pandemia se explica, dice Sicilia, por unos sistemas sanitarios endebles en comparación con otros; por una muy elevada dependencia de su comercio exterior hacia China o Estados Unidos, que desnuda el escaso comercio interregional; pero, también, porque las economías de la región llegaron a esta crisis sanitaria con crecimientos debilitados.
“Habían tenido un parón del crecimiento (previo a la pandemia)”, dice Sicilia desde Madrid en una video llamada.
Pero a diferencia de lo que ocurre entre los gobiernos europeos, la debilidad de los vecinos latinoamericanos para enfrentar la mayor crisis global que ha visto el planeta en el último siglo, también se explica por una ausencia de liderazgo y de diálogos conjuntos. Jorge Sicilia pone el asunto sobre la mesa.
“No estoy viendo hablar mucho a los países de América Latina. Igual estamos teniendo una pequeña crisis en términos de la colaboración internacional. No estoy viendo que esto (la crisis sanitaria) esté cambiando para nada la dinámica de debate en países de América Latina para buscar soluciones comunes. Al final, son países que tienen muchas fronteras”.
Sicilia es un experimentado analista económico sobre la situación de Latinoamérica. Antes de regresar a Madrid, vivió durante varios años en la Ciudad de México y fue economista jefe para Norteamérica del BBVA. Ahora, con más de un centenar de analistas a su cargo, puede ver y analizar de cerca lo que ocurre en las economías de mayor peso de Asia, Europa y América en donde el banco español, con más de 78 millones de clientes, realiza negocios.
El punto de partida para la recuperación económica de la región –en general- es preocupante para Sicilia. A la debilidad económica con la que América Latina recibió la crisis, se le añaden una política fiscal con menores márgenes de maniobra que en la última crisis, y una carrera por la ‘caza’ de inversión privada posterior a la pandemia, para la que no luce muy preparada. Y es allí, en la capacidad para enfrentar los retos que implican la gestión de la crisis y de la necesaria recuperación económica, cuando la calidad del liderazgo se hace evidente.
“El liderazgo debería ser de las sociedades”, ataja para señalar que no cree en liderazgos personales plenipotenciarios. “La calidad política viene en la capacidad de implementación, en el diálogo con otros países para generar niveles de confianza que permitan que no se visualicen las fronteras como algo peligroso. Esta es la asignatura pendiente que vamos a tener que trabajar todos después de la pandemia”, dice Sicilia.
No estoy viendo que esto (la crisis sanitaria) esté cambiando para nada la dinámica de debate en países de América Latina para buscar soluciones comunes
Tibieza mexicana
La tibieza de la respuesta mexicana frente a la crisis sanitaria no es algo que pase desapercibido en la conversación, todo lo contrario. En términos sanitarios, dice Sicilia, “México todavía no da la impresión que con seguridad va a controlar la pandemia en algún momento determinado. Ha titubeado”. Mientras que en lo que se refiere a las políticas de apoyo, “en realidad hay pocas. Algo en la política monetaria, pero poco en el apoyo fiscal” y matiza, “el éxito de las estrategias se verá después”.
Lo cierto es que el presidente López Obrador y su gobierno han ido, en términos sanitarios y fiscales, a contracorriente de la mayoría de las políticas y estrategias implementadas por los gobiernos en el mundo, apostando a un modelo distinto, según lo han dejado ver. Las críticas no se han hecho esperar, como lo refleja la prensa internacional.
Pero la mayor preocupación de los capitales sobre México, después de año y medio de gobierno de López Obrador, converge en las reglas del juego; en la confianza en las instituciones y en el estado de derecho.
En ese asunto –dice Sicilia- “estamos con un nivel de preocupación razonable. No estamos viendo que en este proceso haya nada que nos permita decir que se están reforzando las instituciones, todo lo contrario”, asevera el también director de BBVA Research.
Su explicación se da a través de una relación de causa y efecto. La atracción de inversión privada que van a requerir las economías para su recuperación post pandemia, requiere de solidez y confianza en sus instituciones.
“Lo que se tiene que recuperar no solo es el crecimiento a corto plazo”, dice Sicilia quien prevé una contracción severa de la inversión privada. “Desgraciadamente en México ya estábamos viendo, antes de la pandemia, que estábamos teniendo una contracción poderosa de la inversión publica y privada. Ahora las inversiones van decidir dónde ir y en este sentido la existencia de planes avalados por instituciones fuertes va a tener un peso fundamental a la hora de determinar a dónde van estas inversiones”
Estamos con un nivel de preocupación razonable. No estamos viendo que en este proceso haya nada que nos permita decir que se están reforzando las instituciones, todo lo contrario
¿Una oportunidad para México?
Sicilia –quien también se desempeñó como Economista Principal en la División de Política Monetaria del Banco Central Europeo en Frankfurt- advierte una oportunidad de oro para México con una cierta ‘regionalización’ en las cadenas de valor globales posterior a esta crisis.
“Lo que se puede producir en el mundo es una cierta regionalización, unas cadenas de valor menos complejas y mas cercanas, con estrategias que tiene una (importante) capacidad de generar crecimiento en México… En términos de geostrategia local, Estados Unidos va a mirar a México”, previene Sicilia; pero también advierte que esta oportunidad puede ser potencialmente de oro si México fortalece su marco institucional.
“Hay una diferencia entre beneficiarte de este crecimiento o tener una estrategia dirigida a ganar la cuota de mercado que podrías tener si aprovechas bien esto. Y allí es donde entran las instituciones”, explica. “Afortunadamente el tratado comercial tiene una cierta institucionalidad que puede hacer que la inversión privada siga llegando para aprovechar esas cadenas de valor. Entonces, no es tanto que vaya a crecer poco, sino que va a crecer mucho menos de lo que podría crecer, si gestionara este proceso de otra manera”
Pero no se trata solo de inversión extranjera, se requiere de inversión local, apunta el economista. “La inversión extranjera está mucho más confortable cuando la inversión local está confortable. No basta con el ancla de Estados Unidos”.
Hay una diferencia entre beneficiarte de este crecimiento o tener una estrategia dirigida a ganar la cuota de mercado que podrías tener si aprovechas bien esto
El éxito (o no) de la hibernación
El diseño del proceso para enfrentar la crisis será fundamental para los resultados en las economías de la región. “Al final, se tiene que garantizar que cuando se produzca la apertura, el daño estructural a la economía sea lo más pequeño posible, para beneficiarse de la recuperación” plantea el economista español bajo un esquema similar al que otros expertos han propuesto recientemente.
“Esto lleva a controlar la pandemia, y tiene que ver con elementos sanitarios, pero también con que existan las empresas que hayan podido hibernar, que puedan volver a funcionar, y que los trabajadores puedan regresar a trabajar. Es el éxito en la hibernación”
Un esquema de sobrevivencia con fuertes sumas de dinero público en un plan de corto plazo. “Se necesita poner bastante dinero público disponible para que se garantice que no haya empresas que quiebren por problema de liquidez, y soportar la capacidad de renta (ingreso) de las personas para que pasen este episodio con las menores secuelas posibles y vuelvan a su vida normal. Esa es la prueba relevante”
Sin embargo, Sicilia también advierte que no todas las empresas sobrevivirán porque no serán capaces de ajustarse a los cambios del mundo post covid. De la crisis –dice Sicilia- “vamos a salir con una insolvencia de empresas que no va a ser menor. Lo que hay que hacer es minimizar. Las empresas que lleguen a la insolvencia que sea porque su modelo de negocio no funciona, no porque tengan problemas de liquidez”.
Así que los riesgos allí están para toda la cadena: Para la empresa, para los inversionistas que apostaron por ella, para los bancos que financiaron su operación, y –potencialmente- para los gobiernos explica el analista.
Cuestionado sobre los márgenes de políticas que tienen los países de la región para enfrentar estos riesgos y salir airosos, Sicilia responde, “algunos países más que otros”.