Primero las tortillas, ahora precios del pan se disparan
Sandwiches, pastelillos y donas azucaradas saldrán más caras a los consumidores luego de que el alza de insumos presionaran a los precios de producción del pan.
El precio de los ingredientes para la elaboración del pan blanco y del pan dulce se han disparado desde el inicio de la pandemia sólo por detrás de los necesarios para elaborar tortillas, sin embargo los incrementos recientes en el precio internacional del trigo amenazan con presionar los precios al consumidor final como ya sucedió con los derivados del maíz.
Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) durante septiembre, el pan dulce empaquetado y el pan blanco empaquetado a precios de productor se incrementaron en 4.6% y 3.2%, respectivamente, más de cinco veces por encima del 0.45% general, y con los que se colocaron en el tercer y onceavo puesto entre los bienes que más presionaron al alza el Índice Nacional de Precios al Productor (INPP).
Así como en el caso de la tortilla con el maíz, el pan se ha visto principalmente afectado por costo del gas LP -combustible de los hornos- y por los aumentos internacionales del precio del trigo, grano base de la industria y que, a diferencia del maíz cuyos precios han empezado a caer desde hace un par de meses, ha continuado al alza.
Ante esto, el economista senior de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Abdolreza Abbassian, adelantó que el trigo será el centro de atención en las próximas semanas “Los precios mundiales del trigo aumentaron casi un 4% [en septiembre] y llegaron a ser un 41% más elevados que el año anterior, debido a la reducción de las disponibilidades exportables en una situación de fuerte demanda” reportó el índice de precios alimenticios del organismo.
Según S&P Global Platts, el precio del trigo a nivel internacional se ha visto presionado por la contracción de las reservas de Rusia, Estado Unidos y Canadá, los principales productores mundiales y los cuales han sufrido importantes afectaciones a sus cosechas debido a fenómenos climáticos como inundaciones y sequías particularmente devastadoras.
El INPP funge como un indicador adelantado para conocer cómo se comportarán los precios de venta final los próximos meses, por lo cual el aumento de los insumos panaderos es señal de un mayor aumento de los precios del pan al que ya se vive.
Según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), tan solo en 2021, el precio del pan dulce empaquetado y otros pastelillos ha crecido 7.2%, más de dos tercios del incremento acumulado desde el inicio de la pandemia del 9.7%. Para el blanco empaquetado o de caja el incremento acumulado es de 12.0% desde el inicio de la pandemia y de 6.3% en lo que va del año.
En el caso del pan dulce se agrega el aumento de precios de otros ingredientes desde el inicio de la pandemia. Entre ellos está principalmente el azúcar -con un 8%- y las grasas alimenticias, utilizadas tanto para los distintos tipos de masas como para las cubiertas de conchas, pastelillos y donas, cuyos precios se dispararon en 36% en el caso de las vegetales y 10% en el caso de la mantequilla.
Pero no solo el pan industrializado está sufriendo el alza de precios, también las panaderías tradicionales están teniendo la necesidad de elevar sus precios de venta. Desde marzo de 2020, el precio del pan blanco -como el bolillo y la telera- creció 10.5% mientras el del pan dulce subió 11.5%.
El caso del gas LP también continúa siendo el dolor de cabeza de los productores alimenticios del país así como de las familias, a pesar que el tope de precios gubernamental paró en seco el incremento de 45.56% a tan solo dos meses de iniciada la medida el precio del gas ha repuntado 7.10% y el tope continúa siendo forzado por aumentos semanales constantes.
Pan, solo por detrás de la tortilla en hogares mexicanos
El impacto del aumento en los precios del pan no es menor porque, como las tortillas, representa un duro golpe para los bolsillos de las familias mexicanas.
El consumo per cápita de pan en México es de 33 kilogramos al año, según la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (CANAINPA), uno de los más altos de Latinoamérica, aunque por debajo de Chile, con 96 kg, y Argentina, con 75 kg anuales.
Pero con ese consumo se posiciona como el segundo tipo de carbohidrato predominante en la dieta de los mexicanos. Y si bien el pan es el caso más representativo, el aumento del precio del trigo también ha impactado en otros productos básicos de la cocina mexicana como las pastas para sopa, cuyo precio desde la llegada del coronavirus se ha elevado en 19.4%.
La FAO es poco optimista sobre el futuro. Según sus últimos datos, la producción de cereales en 2021 ascenderá a 2 mil 800 millones de toneladas, un 1.1 % más que en 2020 y con lo que batirá un nuevo récord. Sin embargo, ni ese nivel de producción alcanzará a cubrir las necesidades de consumo previstas para 2021/22, por lo que las reservas mundiales seguirán reduciéndose.
