Ven difícil que recaudación a grandes contribuyentes siga creciendo

El actual Gobierno cree que, si mantiene el mismo ritmo, su recaudación a grandes contribuyentes será 1.7 mayor a la del sexenio anterior
27 Abril, 2022 Actualizado el 27 de Abril, a las 07:27
El bajo dinamismo económico dificultaría la recaudación a  grandes contribuyentes a futuro (Foto: Gobierno de la CDMX)
El bajo dinamismo económico dificultaría la recaudación a grandes contribuyentes a futuro (Foto: Gobierno de la CDMX)
Arena Pública

Expertos creen difícil que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) pueda mantener el ritmo de crecimiento en la recaudación a grandes contribuyentes visto en los dos últimos años.

En su Plan Maestro 2022 para la Administración General de Grandes Contribuyentes, el SAT detalló que la recaudación tributaria total entre estas personas morales había crecido en 9.3% real desde el 2018. Asimismo, presumió que entre 2019 y el año pasado, se les habían logrado recaudar unos 541 mil 682 millones de pesos (MP), equivalente al 86% de lo que se ingresó a lo largo de todo el sexenio anterior. De mantener ese ritmo, agregó la institución, podrían superar los ingresos de la hacienda pública a través de este rubro en 1.7 veces.

Sin embargo, es poco probable que se pueda alcanzar esta última meta. Y es que, a pesar que se ha reconocido anteriormente la eficiencia del actual SAT, los cambios y mejoras en el proceso de fiscalización no explican del todo la mayor cantidad de recursos que están entrando a las arcas.

“Las apreciaciones del contribuyente y la autoridad tributaria no siempre tienen el mismo enfoque, y por eso frecuentemente se llevan esas discrepancias al terreno de la controversia, lo que implica una serie de juicios”, señala Miguel Ángel Tavares, presidente de la Comisión Técnica Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM). “En materia fiscal, esos juicios no se resuelven en el mismo año. Entonces es un año común, no se atienden los casos del año corriente, sino que se están revisando el cuarto, quinto año hacia atrás […]. Eso quiere decir que, en 2019, se materializaron juicios que iniciaron el sexenio anterior, incluyendo procesos cuantiosos”, agrega.

Sin embargo, el “pozo” recaudatorio de los grandes contribuyentes no duraría indefinidamente, e incluso podría empezar a secarse hacia finales del actual sexenio. “Difícilmente se podrá replicar [la recaudación por adeudos del pasado] en 2022, sobre todo tomando en cuenta que ya hay una normalización en varias de las operaciones que se están llevando a cabo. Además, considerando las bajas cifras que hemos tenido en materia de inversión, se ve difícil tener nuevas [fuentes de recaudación]. Ha habido crecimientos de cerca del 10% en 2020, 2021. Y vemos difícil que se repita en 2022”, advierte Marcos Arias Novelo, analista económico de Grupo Financiero Monex.

Por ahora, el Gobierno federal no parece estar consciente, o bien no reconoce, el riesgo que el SAT no pueda mantener el crecimiento en la recaudación que ha logrado en los últimos tres años. El mismo presidente presumió que solo en los primeros 100 días del 2022 se habían logrado ingresar 2.5% más impuestos, en términos reales, de los grandes contribuyentes que en el mismo periodo del año previo. Y durante 2021, reafirmó que se habían acabado las prácticas de condonación de impuestos que habían prevalecido durante los gobiernos anteriores.

El SAT, por su lado, está decidido a incrementar la recaudación en rubros como el automotriz y el minero, entre otras industrias donde todavía no se había incrementado tanto la presión para aumentar el nivel de fiscalización.

Si bien todavía podría haber espacio para exprimir un poco más a los grandes contribuyentes, existe la preocupación que al actual SAT se le pase la mano. “No hay que tratar de ordeñar o sacarle hasta el último centavo a las empresas […]. Si te excedes en la presión que pones a través de tus políticas fiscales, tus auditorías, lo único que haces es encarecer los costos de producción y eso impacta en los precios y/o en el empleo”, señala Eduardo Revilla, presidente de la Comisión de Impuestos de la International Chamber of Commerce (ICC) México.

En este contexto, el especialista agrega que estos grandes contribuyentes “tienen que pagar lo que tengan que pagar, y se les debe revisar y auditar. Y si no pagaron algo, como cualquier otro contribuyente, deben de cubrirlo […]. Pero la idea de cobrarles más impuestos solo porque son grandes, es una especie de injusticia. Si hay boquetes en la recaudación […], habría que cubrirlos con los esquemas discales que existen, no con una política de ‘vamos ahorcando a ver hasta dónde llegamos’ [con los grandes contribuyentes]”.

Y no es como que no haya otros canales donde se pueda fortalecer la recaudación. No solo se continúa proponiendo una reforma fiscal que cambia cómo la hacienda pública obtiene y emplea sus recursos. También hay rubros de fiscalización que no se han explorado, que no afectan a los contribuyentes individuales de ingresos bajos o medios.

“Sí es una estrategia acertada enfocarse en la recaudación de los grandes contribuyentes morales, pues ellos son quienes genera la mayor actividad económica en el país […]. Pero el SAT haría bien también en atender a los grandes contribuyentes en el rubro de personas físicas, entre las familias más poderosas del país que concentran la mayor parte de la riqueza en México. Y eso implica que se incrementan tasas impositivas, se mejore la recaudación de ciertos ingresos”,  asegura Iván Benumea Gómez, coordinador del programa de Justicia Fiscal del think tank Fundar.

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