Facturación fraudulenta equivale al 15.8% del comercio exterior

Un estudio de la OCDE concluye que México es el 5to país que más sobre-representa sus transacciones (de importación y exportación) entre las naciones analizadas.
17 Enero, 2022 Actualizado el 18 de Enero, a las 08:23
Puerto Manzanillo, el cuarto más importante en América Latina para el comercio de carga contenerizada (Foto: SCT)
Puerto Manzanillo, el cuarto más importante en América Latina para el comercio de carga contenerizada (Foto: SCT)
Arena Pública

Los resultados del comercio exterior de México, puntal de la economía, podrían no ser correctos por culpa de la facturación fraudulenta en la que México ocupa los primeros lugares.

Un estudio del think tank Global Financial Integrity (GFI), que analizó el periodo de 2009 a 2018, encontró una brecha anual promedio de 47,245 millones de dólares (MD) entre el monto de exportaciones que reportó México en su relación comercial con el resto de los países del mundo y el valor de las importaciones desde México que registraron todas las demás naciones analizadas.

La magnitud de esta incongruencia, atribuida a la facturación fraudulenta, es la séptima más alta entre las brechas anuales promedio para el periodo 2009-2018 de los 134 países emergentes que analizó GFI. En los 10 años analizados por el think tank, se estimó que la brecha generada por la facturación fraudulenta representó, en promedio, el equivalente al 15.8% del valor del comercio exterior mexicano.

Aunque la situación sí ha cambiado en los últimos tres años, todavía presenta a México con retos importantes. En un artículo publicado por el mismo think tank en septiembre de 2021, se celebró muchas de las medidas de combate a la facturación fraudulenta en comercio exterior, incluyendo reformas a la ley federal y el empoderamiento de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).

Pero al mismo tiempo, GFI criticó la decisión del Presidente de crear una nueva agencia de aduanas y poner al frente de su administración a miembros del Ejército y la Marina, argumentando que no solo los militares probablemente no estaban adecuadamente capacitados para llevar a cabo este tipo de tareas de supervisión, sino también que el involucrar a múltiples agencias federales podría provocar problemas de administración al tratar de coordinarse entre sí.

Otros expertos coinciden que el tema de facturación fraudulenta continúa siendo muy complejo en México. “La autoridad aduanera es cada vez más agresiva, y eso es porque ha encontrado en el tema de comercio exterior un nicho muy importante de recaudación, precisamente derivado por fallas en el control de la operación de las compañías”, señala Yamel Cado, socia líder de Impuestos Indirectos y Comercio Exterior en PwC.

Y sobre la creación de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), coincide que es una medida con resultados mixtos. “Viene a darle más fuerza a la operación aduanera. Sí era importante que ésta se separara de la función del Servicio de Administración Tributaria (SAT). Pero también hay que ver qué pasa en los próximos meses en cuestión de organización interna. Puede darse el caso que se empiecen a duplicar funciones, y no es algo que queramos ni los contribuyentes ni la propia autoridad”, señala Yamel Cado.

Y sobre la incorporación de militares a las tareas aduanales, aunque admite que sí es importante “que haya una revisión de parte de un rango mayor, muchas veces esas personas [del Ejército] no cuentan con la capacitación suficiente. Y si llega a haber una cuestión en las aduanas, y esa persona no tiene los conocimientos adecuados, se puede caer en arbitrariedades que no son necesariamente correctas […]. Ahí va a ser crucial la capacitación que se le continúe dando al personal a cargo de toda la parte aduanera”.

Que el problema de la facturación fraudulenta continúe en niveles similares a los observados por GFI podría reducir el peso de algunas de las victorias obtenidas durante 2021 en materia de comercio exterior. Con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor de las exportaciones ya había sumado más de 446,531.7 millones de dólares (MD) entre enero y noviembre del año pasado, un incremento del 19.41% respecto a la cifra registrada en ese mismo periodo del 2020 y 5.82% encima del valor para los primeros 11 meses del 2019.

Afectación al comercio exterior en industrias clave

Hay varias señales preocupantes que sugieren que la facturación fraudulenta puede seguir siendo un problema de peso en el comercio exterior. Por ejemplo, las áreas donde más ha crecido el valor de las exportaciones mexicanas en los últimos dos años coinciden con lo que estudios anteriores señalan son de los sectores más afectados por la facturación fraudulenta.

Un reporte [PDF] del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados indica que la maquinaria eléctrica, el comercio de vehículos y las piedras preciosas y minerales están entre los tipos de bienes que presentan mayores discordancias en los registros globales de comercio exterior.

Y de acuerdo con el Inegi, en el acumulado de enero a noviembre, fue justo en la exportación de bienes extractivos no petroleros y productos manufactureros (dominados por electrodomésticos y equipos de generación eléctrica el año pasado)  donde se vio un crecimiento de valor de las transacciones del 56.29% y 10.7% respectivamente al comparar los periodos de 2019 y 2021. Y aunque la industria automotriz tuvo un año negro en 2021, el valor de las exportaciones logró crecer 16% respecto a los primeros 11 meses de 2020.

El fenómeno de la facturación fraudulenta no necesariamente se expresa en importaciones y exportaciones más altas de las realmente registradas. Según como lo definen la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el SAT, puede darse al sub-representar las transacciones (escondiendo el volumen o valor real de los bienes), o bien al sobre-representar los procesos de compra-venta (registrando mayor volumen o valor de bienes intercambiados de lo que realmente se está comerciando).

Pero en el caso específico de México, sí se tiende a sobre-representar los flujos de mercancías y dinero en comercio exterior. Un estudio internacional publicado en 2018, en el que se analizaron las características de la facturación fraudulenta entre los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) concluye que México es el quinto país que más sobre-representa sus transacciones (de importación y exportación) entre las naciones analizadas, por lo que es responsable del 6.3% del volumen total de facturación fraudulenta por sobre-representación entre los países del organismo.

La situación es compleja, especialmente porque el valor de las exportaciones alcanzadas por México durante 2021 ya enfrentan varios problemas para mantenerse en el nivel actual, desde el efecto de la inflación hasta un crecimiento menor en el valor de las exportaciones frente al que se espera ver en otras regiones de América Latina.

Y eso es sin contar que a la facturación fraudulenta se puede sumar el reto de las omisiones sin ánimo de malicia. De acuerdo con Yamel Cado, “pueden haber errores en facturas de empresas que no declaran correctamente el valor de los bienes […]. Puede haber errores en las cantidades, pero eso no significa que la facturación sea fraudulenta […]. Hay errores en facturas de importación y exportación, existen y las autoridades las detectan. ¿Hay manera de corregir esa situación? Sí, pero depende de lo que la autoridad detecta”.

En este sentido, aunque la especialista de PwC está segura que la autoridad continuará escalando sus esfuerzos contra la facturación fraudulenta en comercio exterior, también teme que sus esfuerzos no estén adecuadamente dirigidos.

“La autoridad sabe que el comercio exterior es un área fácil de burlar por algunos ambiciosos, y está buscando formas de controlar más y más este tema. Desafortunadamente, sí creo que se sigue enfocando mucho en los que sí cumplen y no tanto en los que no. Y ahí es un tema de equilibrar y enfocar esfuerzos a encontrar a los malos de la película”, dice Yamel Cado.