Desaceleración económica provocará caída en recaudación y mayor presión fiscal

En 2021 la recaudación tributaria creció 1.1% real superando las expectativas, pero el agotamiento de las estrategias fiscales y un crecimiento mediocre no auguran buenos resultados para este año.
16 Enero, 2022 Actualizado el 17 de Enero, a las 08:48
Edificio del Servicio de Administración Tributaria (SAT) (Foto: Gobierno de la CDMX)
Edificio del Servicio de Administración Tributaria (SAT) (Foto: Gobierno de la CDMX)
Arena Pública

Las bajas perspectivas económicas para el año y el agotamiento de las estrategias iniciales, hacen prever una menor recaudación tributaria incrementando las presiones fiscales para el Gobierno, concuerdan especialistas en finanzas públicas.

“Suena bastante probable que si el estancamiento [económico del país] continúa, va a ser complicado llegar a la meta que se estableció en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) para 2022 [que] estima ingresos ligeramente superiores a los que se recaudaron en 2021; el cálculo se realizó considerando […] un crecimiento económico relativamente alto", dice Adrián García Gómez, coordinador del área de Ingresos e Impuestos en el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). 

En una publicación a través de su cuenta oficial de Twitter a inicios del año, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) dio a conocer una recaudación tributaria de 3.56 billones de pesos (BP). En términos reales, la variación fue del 1.1% respecto a la recaudación obtenida en 2020.

El pilar de mayor peso fue el Impuesto Sobre la Renta (ISR). Según la dependencia, se recaudaron más de 1.89 BP por este concepto entre enero y diciembre del 2021. “El ISR es el resultado o la consecuencia de generar ganancias a través de las empresas”, explica Miguel Ángel Tavares, vicepresidente  de la comisión técnica fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, agregando que estos ingresos a su vez responden al nivel de inversión en el país.

Tavares prevé que, viendo el comportamiento reciente de la inversión en el país, “no hay indicios de que vaya a haber grandes ganancias [en 2022]. Y si no hay ganancias, va a haber poca recaudación”. Las cifras respaldan esta aseveración. Entre el primer y segundo trimestre del 2021 se observó una desaceleración sustancial en el crecimiento de la inversión privada, de acuerdo con el semáforo económico de inversión nacional de México, ¿Cómo vamos?

Aunque la inversión pública se ha acelerado llevando a la inversión total a un nivel ligeramente por encima del que tenía a finales de 2019 (20.4% del PIB frente a 20.1%), aún está lejos del nivel que tuvo antes de comenzar el sexenio (22.6%).

El potencial deterioro del ISR en 2022, señala Migue Ángel Tavares, tendría varias raíces: “No hay más que ver lo que está pasando con Citibanamex para darnos una idea [de la confianza de la inversión privada]. En esa misma línea, ¿cuál es la calificación que ha obtenido México de las calificadoras para su grado de inversión? La tendencia ha sido hacia la baja. Y además los incentivos o estímulos a la inversión son prácticamente nulos”.

Algo similar ocurre con el Impuesto al Valor Agregado (IVA). “El consumo interno, el índice de confianza del consumidor, el crecimiento del PIB, […] las ventas de bienes específicos de la industria manufacturera […] nos pueden ir dando un panorama de por dónde se podría estar moviendo la recaudación en los siguientes 12 meses”, señala Adrián García Gómez.

En todos estos indicadores hay algunas tendencias preocupantes. El Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI), que publica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), deja ver una desaceleración sustancial del consumo a partir de octubre. Mientras que la Encuesta Nacional Sobre Confianza del Consumidor (ENCO) muestra cinco contracciones mensuales durante 2021, incluyendo noviembre y diciembre.

Y aunque la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM) muestra que el volumen físico de ventas del sector estaba mejor parado en octubre pasado que a inicios del año, la cifra aún se encuentra por debajo del pico alcanzado en marzo del 2021, luego de severos tropiezos en el volumen de ventas en septiembre y abril.

En lo que se refiere al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), los expertos concuerdan en que podría verse un respiro en lo relacionado al petróleo, pero los otros componentes del IEPS, fuera de las gasolinas, se verían negativamente afectados por la caída en los otros indicadores clave de consumo.

“Si tienes una economía donde cada vez se encarece más el combustible, los productos que no son de consumo básico, el alcohol, el tabaco, las bebidas endulzadas, pues es obvio que se dará prioridad a los productos necesarios para subsistir y no a estos ‘lujos’ adicionales”, dice el experto del Colegio de Contadores.

Ambiciosas metas de recaudación y opciones limitadas

En el año, el SAT no solo tiene en contra una actividad económica menos dinámica, para obtener una recaudación similar a la de 2021. También estarían jugando en contra las altas expectativas de la LIF 2022. En el documento se contempla una recaudación tributaria de 3.94 BP para el año en curso; es decir, 10.77% más (en pesos corrientes) que lo recaudado en 2021.

Este incremento es elevado considerando los aumentos anuales vistos en la recaudación tributaria. Entre 2017 y 2021 no se vió una variación nominal anual de dos dígitos en los ingresos por impuestos. De los 2.84 BP en 2017 a los 3.06 BP de 2018, el salto anual en la recaudación fue de 7.47%. De 2018 a 2019, de 4.58%. Entre 2019 y 2020, la variación fue de 4.26% y entre 2020 y 2021 de 6.65%.

Millones de pesos 2017* 2018* 2019* 2020* 2021* 2022**
IVA 816,048 922,238 933,327 987,525 1,122,264 1,213,777
IEPS 367,834 347,435 460,496 460,674 400,726 505,238
ISR 1,568,237 1,664,552 1,687,830 1,762,913 1,892,388 2,073,493
Otros 97,409 128,108 120,998 127,831 145,703 152,012
Total 2,849,529 3,062,334 3,202,651 3,338,943 3,561,081 3,944,520

*= Observado
**=Planeado en LIF 
Fuente: SAT, SHCP

A eso se debe sumar que algunas de las estrategias de recaudación que utilizó el año pasado podrían no seguir siendo efectivas. A lo largo del año, el SAT ejecutó el cobro de varios miles de millones de pesos en impuestos por operaciones y ejercicios que habían quedado pendientes, como parte de la política de “cero condonación de impuestos” y de combate a la evasión fiscal.

Pero es poco probable que se repita esta estrategia. Adrián García Gómez admite que aunque se van a continuar las acciones de combate a la evasión fiscal, “conforme pasa el tiempo, el espacio [para la recaudación entre grandes compañías] debe ser cada vez menor […]. Sí debe haber aún un espacio relativamente importante, para recuperar algo combatiendo la evasión […] pero se irá haciendo más complicado ampliar ese margen”.

Miguel Ángel Tavares va mas allá y señala que estos espacios ya se agotaron "porque a los que les pudieron cobrar ya les cobraron. Van a tener que enfocar sus esfuerzos al sector informal o sofisticar los procesos de recaudación mediante el sistema financiero”, dice.

Para los expertos, la autoridad tributaria podría verse en problemas para llevar a cabo una mayor recaudación efectiva. El experto del CIEP apunta que nuevas adiciones a la política fiscal de México, como la incorporación del régimen simplificado de confianza, deberían tener un efecto positivo en la situación impositiva. Pero también advierte que probablemente no se verán los primeros resultados de esta medida sino hasta “el mediano, largo plazo, quizás para la segunda mitad del año”.

El especialista del Colegio de Contadores es más pesimista. Señala que el régimen simplificado de confianza, además de dar notables beneficios fiscales a los que adopten este registro frente al SAT, solo aplicaría a un segmento muy reducido de la población. Y aunque sí pudiera haber una población potencial sustancial para ampliar el universo de recaudación, no es optimista en relación a las expectativas del gobierno.

“Las personas físicas que no son asalariados, que tienen sus negocios, solo aportan el 3% de la recaudación del SAT. […] No pega. Los asalariados, que son los que aportan el 24% de la recaudación, están cautivos. No hay cambio […]. El régimen simplificado de confianza tiene la intención de atrapar a los contribuyentes […]. Espera el gobierno que muchas personas físicas que no están en el régimen fiscal de contribuyentes se incorporen”, dice Tavares y agrega que casi todos los contribuyentes que pueden ir del régimen de incorporación fiscal al nuevo régimen de confianza, no conocen las condiciones de los cambios.

Pero más allá de la coyuntura que vivirá la recaudación tributaria, los expertos advierten sobre las crecientes presiones de finanzas públicas. “Las presiones de gasto que se vienen van a seguir aumentando, por el cambio poblacional, por las pensiones que seguirán aumentando, los intereses de la deuda que se comen buena parte de la recaudación […]. Hay que seguir buscando una reforma fiscal integral que realmente ayude a incrementar la recaudación en mayor medida”, dice García Gómez del CIEP.