Bienes importados resisten la caída del consumo por la tercera ola

Si se observa la evolución de los bienes importados desde que inició la pandemia, la categoría que realmente ha crecido más entre los consumidores mexicanos es la de los bienes no duraderos.
7 Septiembre, 2021 Actualizado el 7 de Septiembre, a las 11:29
Desde 2009, la preferencia por los bienes importados entre el público mexicano no ha parado de crecer (Foto: Pixabay)
Desde 2009, la preferencia por los bienes importados entre el público mexicano no ha parado de crecer (Foto: Pixabay)
Arena Pública

Aún en una crisis de consumo potenciada por la tercera ola de COVID-19, los bienes importados en México salen mejor librados.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó los datos a junio del 2021 del Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI). Este indicador mide el comportamiento del gasto realizado por los hogares en bienes y servicios de consumo, tanto de origen nacional como importado.

Con respecto a mayo pasado, el consumo de bienes y servicios se redujo en 0.8%, luego de tres meses continuos de crecimiento. En el indicador se observa una diferencia notable entre el comportamiento del consumo de bienes nacionales e importados. Mientras que los productos originarios de México retrocedieron 2% con respecto a mayo, en el caso de los bienes importados solo se registró un revés del 0.9%.

De acuerdo con Inegi, el índice de consumo privado para los bienes importados se colocó en 137.1 puntos en junio (Base 2013). Este nivel no solo supera ampliamente el del resto de los componentes del IMCPMI. También es el único que ha logrado regresar a los niveles que se habían registrado antes de la pandemia de COVID-19.

En febrero del 2020, el índice señalaba que el consumo de bienes y servicios de origen nacional estaba en un nivel de 115.8 puntos. Después de caer a los 89.3 puntos en mayo del 2020, su nivel más bajo en los últimos dos años, apenas ha logrado escalar a 111.1 puntos en junio del 2021.

En paralelo, el consumo de bienes importados registraba un nivel de 121.5 puntos antes que se disparara la primera ola de COVID-19 en el país. Este componente del IMCPMI tocó su punto más bajo de los últimos dos años en mayo de ese año, con 81.1 puntos. Sin embargo, su recuperación se completó luego de un salto a 122.6 puntos en noviembre y, desde entonces, la tendencia ha sido a continuar creciendo.

¿Qué bienes importados consumen los mexicanos?

Cabe recalcar que el apetito de los consumidores mexicanos por productos importados no aplica por igual a todas las categorías. Los datos de Inegi muestran que los bienes importados duradores han crecido 10.46% entre enero y junio pasado. El Instituto define esta categoría como “aquellos que tienen una vida útil que normalmente es mayor a un año y un precio relativamente alto en comparación con otros bienes”. En esta definición contempla automóviles, refrigeradores, lavadoras, televisores, computadoras y otros productos similares.

También muestra una aceleración en el consumo de bienes semiduraderos, “cuya vida útil es relativamente corta, aunque en ocasiones puede llegar a superar un año, y cuyo precio generalmente es más bajo que los de los bienes duraderos” y donde se incluyen prendas de vestir, electrodomésticos pequeños, entre otros. Esta subcategoría ha mostrado un avance del 7.65% en ese mismo periodo.

Pero si se observa la evolución de los bienes importados desde que inició la pandemia (en febrero del 2020) hasta el último registro del Inegi, la categoría que realmente ha crecido más entre los consumidores mexicanos es la de los bienes no duraderos, donde Inegi agrega los productos que “se caracterizan porque solamente se pueden consumir una sola vez” y que incluyen bebidas, tabaco, artículos de higiene y aseo personal, cemento, etcétera.

Desde el segundo mes del 2020 y hasta el sexto mes del 2021, el consumo de este tipo de bienes ha crecido más de 20%. Esto se debe a que los productos no durables importados han logrado mantener un ritmo de crecimiento más estable en los últimos dos años, mientras que los durables y semidurables han tenido que reponerse de importantes caídas durante las olas de COVID-19 en México

De acuerdo con Ana Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), a lo largo de los últimos años los bienes que más importa México han estado en las categorías de combustibles, minerales y sus subproductos, así como maíz y carne. 

Apunta que esto también aplica para la categoría de bienes de consumo, la que mide el Inegi en su IMCPMI, porque "la gasolina también es un producto de consumo. Hay muchos productos petroleros que no solo las empresas consumen, sino que las familias también. De hecho, con las cifras más recientes que tenemos de la balanza comercial, vimos que [...] dentro de los bienes de consumo, son los petroleros los que más están incrementando, tanto en la comparación anual de julio como la de los primeros siete meses del año". 

Una tendencia global

Estos resultados son consistentes con las tendencias de consumo que se han visto a escala internacional a raíz de la crisis de COVID-19. En Estados Unidos, la venta de alimentos (tanto en valor como en unidades) se disparó  notablemente en marzo, y continuó creciendo a lo largo de todo 2020 aunque a un ritmo cada vez más lento.

Bienes procesados como la comida congelada, que en México suelen importarse desde la Unión Americana, tuvieron un desempeño muy superior al de los productos más frescos.

El desempeño inconsistente de los bienes durables y semidurables en el consumo de México también podría explicarse en el marco de las nuevas problemáticas de suministro a escala global y las nuevas tendencias de consumo que surgieron a raíz de la pandemia.

De acuerdo con investigadores que forman parte del ecosistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos, se ha visto una alta demanda de bienes durables potencialmente porque, con la paralización de muchas actividades del sector servicios, los consumidores trasladaron buena parte de su gasto a esta categoría.

Sin embargo, esta demanda se podría haber visto contrarrestada por los problemas de suministro. Agentes como Logility han advertido a las empresas que la cadena de valor de los bienes durables ha sido una de las más afectadas por los retos logísticos que surgieron tras la crisis sanitaria, lo que ha llevado a diseñar soluciones especializadas para las empresas cuyas operaciones están en jaque.

También podría explicarse la mayor demanda de bienes importados a raíz de algunos fenómenos económicos específicos de México. Analistas señalan que la fortaleza del peso frente al dolar podría haber abaratado relativamente los productos que vienen del exterior, al tiempo que los apoyos fiscales que se dieron en países como Estados Unidos podrían haber hecho más competitivas ciertas categorías, como alimentos, en la comparación entre bienes nacionales e importados.

Pero la especialista del IMCO ofrece una explicación alterna para el crecimiento del consumo de bienes importados en México. Señala que las cifras del Inegi podrían reflejar "la fortaleza de la producción. Recordemos que la producción nacional depende mucho de la recuperación nacional".

Ésta, señala Ana Gutiérrez, "ha mostrado tener una recuperación más lenta que la observada en otros países y en particular que la observada en Estados Unidos. Entonces ahí hay varios factores en juego, no solo que el consumidor mexicano prefiera bienes importados".

 

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