Caen exportaciones en noviembre, pero aún no preocupa su tendencia

Pese a registrar su segundo mes de caídas consecutivas, economistas advierten que el efecto de los precios internacionales y la moderación de la contracción mensual aún no permiten declarar el fin del "motor exportador".
24 Diciembre, 2022 Actualizado el 24 de Diciembre, a las 12:53
Las exportaciones cayeron por segundo mes seguido, pero no necesariamente en cantidad. (Foto: Gobierno de México)
Las exportaciones cayeron por segundo mes seguido, pero no necesariamente en cantidad. (Foto: Gobierno de México)
Arena Pública

México sigue “surfeando” la ola de la demanda externa estadounidense, cuyo arrastre sigue fortaleciendo la economía mexicana pese a algunos signos de desaceleración.

En noviembre, la balanza comercial de mercancías -que mide el valor entre los productos que exporta e importar México- presentó un nuevo déficit de 96 millones de dólares, casi el doble si se compara con el déficit de 47 millones de dólares en el mismo mes de 2021.

El nuevo déficit se originó en la disminución de (-)1.5% mensual de las exportaciones, que fue considerablemente menor al -4.5% que registraron las importaciones, con lo que el dato de este mes significó una disminución en el déficit comercial que, pese a no representar un incremento en el número de exportaciones realizadas, deja ver cierta resistencia a la caída. 

La resistencia del sector exportador -que ha sido el motor económico de México desde la pandemia- resulta especialmente importante considerando que apenas el mes de octubre las exportaciones cayeron -4.33%, por lo que el resultado de noviembre fue su segundo mes consecutivo de caídas, pese a caer a un ritmo mucho menor. 

Los temores detrás de las desaceleración de las manufacturas de exportación se basan en el menor dinamismo que expresan algunos indicadores económicos estadounidenses, especialmente los relacionados al consumo -como la confianza al consumidor que desde hace un año se ha deteriorado y estancado- y el incremento a las tasas de interés por la Reserva Federal, que buscan limitar el consumo vía crédito. 

Por otro lado, el índice manufacturero estadounidense -indicador de la salud de los grandes clientes de los insumos “hechos en México”- ha permanecido en una clara tendencia de caída desde marzo de 2021, cuando superó los 60 puntos, hasta llegar al 49 en noviembre, la primera vez desde mediados de 2020 que bajo del umbral de los 50 puntos. 

No hay suficientes pruebas para declarar cambio de tendencia

La aún moderada caída en el valor de las exportaciones no es suficiente para mostrar un cambio de tendencia motivado por un menor apetito de las empresas al otro lado del Río Bravo, opinan los expertos.

Durante el décimo mes del año, la caída de las exportaciones (con cifras originales) estuvo dividida en el retroceso de -10.4% anual y -14.35 % mensual en el caso de los bienes petroleros, siendo la primera caída anual desde enero del 2021, mientras que los no petroleros crecieron 9.20%, su menor tasa desde enero del 2022 y un ligero incremento de 0.97% a tasa mensual.

“La contracción de las exportaciones petroleras estuvo explicada en parte por el precio del petróleo, pues el precio de la mezcla mexicana de exportación se contrajo 10.59% en noviembre” explicó en una nota informativa el equipo de análisis económico de Banco Base. 

En el caso de las exportaciones no petroleras y con cifras desestacionalizadas, en octubre se registró una caída de (-)3.93% mensual, mientras que en noviembre la contracción fue de (-)0.81% mensual. No obstante, Banco Base advierte que lo anterior no es suficiente para confirmar un cambio de tendencia para las exportaciones.

“Pero se trata de un deterioro mayor al esperado para el cuarto trimestre y obliga a una revisión a la baja de la proyección de crecimiento de las exportaciones en 2022. De seguir observándose caídas mensuales, podría confirmarse un cambio de tendencia y un deterioro de la demanda por exportaciones desde Estados Unidos” señaló en su nota informativa. 

Adicionalmente, el expresidente del Inegi, Julio Santaella, advirtió en un hilo de Twitter, que debe realizarse un lectura cuidadosa de la balanza comercial durante periodos de alta inflación como el que se vive actualmente, pues las dificultad  para la “distinción entre precios y cantidades [...[ de algunas mercancías se han incrementado notablemente, enmascarando la evolución de los volúmenes comerciados”

Este efecto es particularmente visible en el caso de las exportaciones petroleras, “una vez que sustraemos el efecto del precio, obtenemos que el índice del volumen de las exportaciones petroleras (46161) disminuyó (-)1.2% en 2022-T3 a/a a tasa anual, en tanto que el índice de volumen de las exportaciones no petroleras (46162) aumentó 12.5% en el mismo lapso”, agregó el experimentado economista quien presidió Inegi hasta 2021.