La comunidad cinematográfica nacional -ese pañuelo- atardeció con la noticia de que varios de sus miembros son ahora académicos de la AMPAS (Academy of Motion Picture Arts and Sciences) y elegirán a los ganadores de la próxima entrega de los Premios Óscar.
Como sabe cualquier consumidor de piratería, a los académicos mexicanos les harán llegar (supongo que por vía digital) las películas seleccionadas para su visionado con el sello de agua “De uso exclusivo de la AMPAS”, que luego circulan en Tepito antes de su estreno comercial (vendidas a corsarios por sinodales americanos).
Según el boletín de prensa, AMPAS eligió a 928 personas de 59 países diferentes. La Selección Nacional (de cine) se conforma mayormente por miembros de la AMACC, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas. Por esta razón, solicitamos al Presidente de la AMACC, el cineasta Ernesto Contreras, director de la gran película “Sueño en otro idioma” (2018) respondiera un sencillo cuestionario.
Luis Gallardo: El día de hoy la AMPAS ha extendido invitaciones a miembros destacados de la comunidad cinematográfica mexicana para que formen parte de su organización. ¿Usted sabe cuál es la razón de esta decisión por parte de la Academia Norteamericana?
Ernesto Contreras: Entiendo que desde hace un par de años la academia norteamericana de cine se ha planteado como uno de sus objetivos principales acercarse a cinematografías de varios países con la intención de ser más inclusivos y diversos.
LG: ¿Cómo es la relación entre la AMPAS y la AMACC?
EC: Históricamente ha sido a través de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas que se elige la película que representa a nuestro país en los premios Oscar. Además de eso podría decir que es una relación cordial, desde que comencé mi gestión como presidente de la AMACC en noviembre de 2017, he coincidido en un par de ocasiones con el presidente John Bailey y parte de su equipo, primero durante el Festival Internacional de Cine de Morelia y posteriormente en Playa del Carmen durante los Premios Platino.
Hemos tenido la oportunidad de conversar sobre la posibilidad de generar proyectos de manera conjunta, de hecho durante nuestro primer encuentro en Morelia me solicitaron una propuesta de nombres para ser considerados para formar parte de su academia, y luego de compartir esta petición con la Asamblea se decidió que fuera el Comité Coordinador quien propusiera una lista, un porcentaje importante de los nombres anunciados hoy estaban ahí.
LG: ¿La mayoría de los invitados son miembros de la AMACC?
EC: La mayoría de los invitados han sido reconocidos con el premio Ariel y por lo tanto son miembros de la AMACC, de hecho algunos de ellos como Everardo González, Tatiana Huezo, y Mariestela Fernández son miembros activos de nuestra academia, así como dos ex presidentas Diana Bracho y Blanca Guerra.
LG: ¿Qué opina de estas invitaciones?
EC: Celebro lo que la Academia norteamericana está haciendo no solo con la cinematografía mexicana, sino con la mundial, los tiempos están cambiando y debemos estar completamente abiertos a la inclusión y la diversidad, estoy convencido de que el cine también sirve para eso, menos muros y más imaginación.
Ésta última frase de Ernesto Contreras refleja las tensiones que vive el mundo actualmente, entre los liderazgos carismáticos y populistas de derecha, falazmente nacionalistas, y promotores de muros y de segregaciones intolerables en la era de la transmodernidad, y de la gran narrativa de la globalización: la internacionalización de la AMPAS también se puede leer desde estos dos puntos de vista aparentemente antitéticos:
- Desde el paradigma de la globalización, es la gran celebración de un viejo sueño que abrigaron muchos cineastas, incluso mexicanos, recuerdo por supuesto a Don Manuel González Casanova, fundador del CUEC, esto es, el sueño del cine como un lenguaje universal; y por lo tanto cuyos hablantes son también universales. Ciudadanos del mundo.
- Desde un punto de vista nacionalista: En estricto sentido no hay nada de universal en los óscares, se premian principalmente películas americanas. Pero la hegemonía mundial del cine americano es un hecho indiscutible. Por lo tanto, participar de su ceremonia ritual emblemática, es celebrar y por supuesto legitimar, desde la periferia, el éxito del imperialismo cultural. Pero con premios o sin ellos, esto ocurre cada que pagamos un boleto por una película americana. Y hay que ser francos: amamos el cine americano, y la cultura americana en general.
Miguel de Unamuno abre una salida a este laberinto, él considera que regionalismo y universalismo son dos caras de la misma moneda.
La única manera de ser profundamente universal, es siendo profundamente regional. Lo Global, se nutre de lo Local, de hecho sin lo Local, lo Global carece de sentido. Si toda la cultura estuviera estandarizada, no se necesitaría una globalización. En un artículo de Unamuno titulado Su Majestad la lengua española, el maestro escribió:
…cada región debe esforzarse por expansionar el espíritu que tenga, por dárselo a las demás (regiones), por sellar a las demás con su sello.
Y eso hacen los americanos con su cine. Pero hay que decirlo, un cine cada vez más multiculturalista. Local y global a la vez.
Por lo pronto, desde nuestro porrismo chovinista, deseamos harta suerte a la Selección Nacional (de cine) con los próximos premios Óscar. Entre ellos se encuentran Eugenio Derbez, Jaime Camil, Diana Bracho, María Rojo, Blanca Guerra, Daniel Jiménez Cacho, Tatiana Huezo, Everardo González, Paula Huidobro, Sabina Berman, Laura Esquivel, Gibrán Portela, Charlie Iturriaga, Antonio Diego, Ruy García, Sofía Carrillo, Elsa Reyes, Alexis Zabé, Juan Carlos Rulfo, Zaide Silvia Gutiérrez, Mariestela Fernández, Gabriela Diaque, Ernesto Gómez Cruz, Manuel García-Rulfo y Elpidia Carrillo.
En esta selección no hay rotaciones, porque tampoco hay director técnico. Y les recomendamos imprimir…
Yo voté por el Óscar 2019: una camiseta tricolor que diga.