Pan, Circo y Pecunia
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Lecciones de Keynes sobre la crisis griega

23-06-2015 14:15

“Las consecuencias económicas de la paz” es una de las obras maestras del ínclito economista inglés John Maynard Keynes, un libro que pronto tuvo un enorme éxito, logró su propósito de influir sobre la opinión pública y confirió celebridad mundial a su autor.

“Las consecuencias económicas de la paz” es una de las obras maestras del ínclito economista inglés John Maynard Keynes, un libro que pronto tuvo un enorme éxito, logró su propósito de influir sobre la opinión pública y confirió celebridad mundial a su autor. Lo escribió en el verano de 1919, luego de presentar su dimisión como alto representante británico en la Conferencia de Paz de París tras la Primera Guerra Mundial. El economista austriaco Joseph Schumpeter alabó el escrito como una obra maestra llena de “conocimientos prácticos y profundidad”, y reconoció en él “ante todo, una muestra de valor moral”. 

Keynes, de manera apasionada y mordaz, denunciaba las condiciones de paz impuestas a Alemania por parte de los países aliados en el Tratado de Versalles, las cuales consideraba afrentosas, injustas, ineficaces y de catastróficas consecuencias sobre el sistema económico, social y político de Europa. Entendía que las condiciones respondían al deseo de venganza con el objeto de conducir a Alemania a la ruina económica, con las perniciosas consecuencias que tendría sobre el resto del Viejo Continente. A contracorriente de la visión dominante, Keynes, tal y como aconseja la sabiduría antigua, sugería obrar con más prudencia y magnanimidad: su propuesta era someter a Alemania a menores represalias, moderar el monto de indemnizaciones por concepto de reparaciones de guerra y reducir el saldo de la deuda alemana. 

El libro, escrito bajo esa indignación moral, termina con una frase que pretende arrojar algo de luz sobre las ideas y la conducción de las políticas económicas venideras:  “Dedico este libro a la formación de la opinión general de las generaciones futuras”. Sin embargo, Europa no parece haber aprendido mucho de aquella lección de Keynes. En estos días se trata de forjar un acuerdo “in extremis” para evitar un impago de Grecia que pueda desembocar en una salida de Grecia del euro. Pero ahora es Alemania el que pretende infligir un castigo demasiado duro a Grecia. ¿Qué podría aportar hoy el pensamiento de Keynes a las negociaciones con el primer ministro griego, Alexis Tsipras?

1. Quizás Keynes criticara que Europa está actuando con la misma miopía con la que lo hicieron los países aliados en aquel año de 1919. En esencia, los líderes europeos no están atendiendo los problemas económicos fundamentales de Grecia, que son dos: primero, una economía hambrienta, que se está desintegrando; y segundo, una carga de deuda colosal, insostenible, que ha seguido creciendo y que, tarde o temprano, no va poder honrar. 

2. Europa, de hecho, parece haberse desentendido del problema económico fundamental de Grecia, tal y como hicieron Clemenceau, Lloyd George y Wilson en la Conferencia de París. Por el contrario, se ha ofuscado en un debate de índole político, plagado de conflictos e intereses nacionales. La filosofía que prima es que Grecia expíe sus pecados al costo que sea en un extraño deseo de venganza. Eso permitiría a cada gobierno exhibir frente a su electorado la inflexibilidad frente a todo aquel que rompa la reglas y justificaría así sus propias políticas internas de sacrificios. Lo justo es que si yo asumí políticas de austeridad y costosas reformas, también los irresponsables griegos lo hagan, más ahora que han tomado el poder los peligrosos radicales de izquierda, aunque ello suponga aplastar su actividad económica.

3. Pero Keynes podría tildar esa actitud como una “política de negación”. En verdad, Grecia ya ha asumido muchos sacrificios y ha acometido muchas reformas, sin duda más que ningún otro país en esta crisis. Sin embargo, esas políticas no han servido para generar crecimiento económico. La reducción del gasto público, el recorte de los salarios y la caída de los precios no ha sido eficaz para detonar una expansión en la actividad, sino todo lo contrario. El tamaño de su economía, el PIB, se ha contraído en un 25%, el desempleo juvenil es del 60% y un tercio de las familias se encuentran en el umbral de la pobreza. La economía, tras una larga y profunda depresión, apenas logró encadenar tres trimestres de crecimiento el año pasado para volver a entrar en recesión a principios de este año. 
   
4. La misma “política de negación” es asumir que gracias a las medidas de austeridad, Grecia logrará reconducir sus niveles de deuda a una senda sostenible. La evidencia se ha encargado de demostrar una y mil veces que cualquier esfuerzo por reducir los niveles de deuda de manera rápida mediante agresivas políticas de ahorro fiscal son ineficaces. La deuda se paga con crecimiento y, como ya sostuviera Keynes con acierto, la austeridad es una política anticrecimiento que anula la capacidad de pago y exacerba los niveles de deuda respecto al PIB.   

5. Pero además, y como recomendara con Alemania en 1919, quizás sea el momento de reconocer que los actuales niveles de deuda de Grecia son insostenibles, por lo que sería aconsejable acometer de una vez una reestructuración de la deuda. El tema, a estas alturas, no es si lo merece o no, sino que lo necesita, y tarde o temprano tendrá que llevarse a cabo. Ésa es la principal demanda del ministro de finanzas heleno, Yanis Varoufakis, y la principal resistencia de su homólogo teutón, Wolfgang Schaeuble. 

6. Pero más allá de cómo Keynes afrontaría los problemas económicos de Grecia, escrutaría las potenciales consecuencias económicas para el resto de Europa. Y posiblemente tampoco estaría de acuerdo con las declaraciones germana de que, ahora sí, Europa está en condiciones de gobernar un impago de Grecia y una posible salida del euro. La experiencia de Lehman Brothers demuestra que es muy difícil desentrañar todos los mecanismos de contagio dentro en un sistema financiero muy integrado, globalizado y poco transparente, lo que podría detonar otra oleada de tensión en los mercados monetarios debido a la desconfianza que generaría entre las propias instituciones financieras. 

7. A su vez, también dudamos que Keynes menospreciara las implicaciones de una salida de Grecia del euro. Un suceso así, mas que restaurar la confianza en la zona euro, ya cuarteada y quebrada por la crisis económica, la dañaría gravemente. Los ciclos son inherentes al propio devenir económico y en la siguiente recesión, llegue cuando llegue, se buscará a la nueva víctima, sabiéndose que el euro ya no es un compromiso vinculante. La salida de Grecia marcaría el principio del fin de la eurozona. 

8.  Finalmente, y eso sí lo tiene contemplado la canciller alemana Angela Merkel, una salida de Grecia desprotegería, en términos de seguridad el flanco sudeste de Europa en un momento  fuerte inestabilidad en el Medio Oriente y con Grecia coqueteando con la Rusia de Putin. 

El proyecto europeo sólo tiene sentido si está destinado a generar prosperidad. Pero los socios europeos quieren imprimir sobre Grecia, una economía que representa apenas un 2% del PIB europeo, un castigo excesivo. Solucionar el problema de Grecia es relativamente fácil, y no hacerlo implicaría un gran costo no sólo para el país heleno, sino también para el resto de Europa. El discurso keynesiano dictaría que lo lógico sería solidarizarse con Grecia, y podría sentenciar que “lo que parece razonable es razonable y lo que parece necedad es necedad”.  
 
INFOGRAFÍA

“Las consecuencias económicas de la paz” es un libro de Keynes en el que denunciaba las condiciones de paz impuestas a Alemania. Schumpeter lo valoró, ante todo, como una “muestra de valor moral”. Del mismo modo las condiciones que ahora Europa, liderada por Alemania, exige a Grecia parecen excesivas….  

 

Fuente: Eurostat

…el país, que ya ha recibido dos rescates y ha sido sometido a agresivos programas de austeridad fiscal, ha visto como su PIB se ha contraído un 25% respecto a los niveles previos a la crisis. Tras una larga recesión, su economía tuvo una moderada recuperación el año pasado. Sin embargo, volvió a contraerse de nuevo al principio de 2015… 

 

Fuente: Eurostat. Dato trimestre contra trimestre previo ajustado estacionalmente

 

…como resultado de la grave recesión, la tasa de desempleo ha subido por encima del 25%, en tanto el desempleo juevenil ha llegado al 60%... 

 

 

Fuente: Eurostat

… pese a todos los esfuerzos de austeridad, la grave recesión ha hecho que fracasaran los esfuerzos para reconducir la deuda a niveles más sostenibles. Grecia no puede pagar sus obligaciones y Europa debería reconsiderar una reestructuración de su deuda.

Fuente: Eurostat

ACERCA DEL AUTOR
José Miguel Moreno
Economista por la Universidad Autónoma de Madrid. Trabajó en la consultoría estadounidense Stone & McCarthy Resarch en Londres, Nueva York y México DF, realizando análisis para las economías de Europa y América Latina. En México fue director editorial de Infosel, así como consejero, columnista y jefe de análisis económico de El Semanario de Negocios y Economía . Además de conferencista, ha colaborado con T1msn, Invertia, Radio Intereconomía, O Estado de Sao Paulo y The Miami Herald, entre otros medios. Actualmente dirige “Llamadinero.com”, es asesor, colaborador de la revista Forbes México y profesor titular en la Facultad de Economía de la UNAM.
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