La semana pasada estuvo repleta de acontecimientos en México que nos dan una idea clara del estado de su economía. Por el lado de la actividad real, hubo dos indicadores económicos más débiles de lo previsto (ventas minoristas e Igae). A su vez, la balanza comercial se ha deteriorado y muestra varios contrastes, con las exportaciones manufactureras y automotrices en récord, pero las petroleras cayendo en picada. El jueves hubo reunión de Banxico, que se mostró contrariado por la volatilidad del peso debido al derrumbe del precio del petróleo. Para preservar la estabilidad del peso y la salud macroeconómica del país, Banxico urgió a realizar un ajuste fiscal “cuando sea oportuno”. Esa oportunidad la encontró el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, tan pronto como al día siguiente, cuando desenfundó la tijera y anunció un sustancial recorte del gasto público. Como en el western de Sergio Leone, en la película que hoy se rueda sobre la economía mexicana hay protagonistas buenos, malos y feos cuyo guión, partiendo de toda la información de la semana pasada, podría escribirse así.
EL BUENO
Pese a su mueca de duro, el protagonista bueno, el actor galán y generoso que da aire a la economía mexicana está al norte del Río bravo y tiene por nombre Estados Unidos. Mientras el resto del mundo, exhausto, camina en el mejor de los casos al trote, su economía cabalga al galope, y eso hace que tenga un buen pegue en México. De todo lo que exportamos, el 80% lo engulle ella. Y para mantener su galopante carrera adquiere de las montadoras y factorías mexicanas cantidades récord de vehículos y autopartes, computadoras, maquinaria, productos electrónicos y cosas parecidas.
Sólo en diciembre, las exportaciones manufactureras se dispararon un 15.8% respecto al mismo mes de 2013, la tasa más elevada desde octubre de 2012, liderado por el espectacular auge del sector automotriz (+18.6%) mientras que el resto de las exportaciones manufactureras se expandían a una tasa de 14.7%.
El saldo para todo el 2014 fue fabuloso. Las exportaciones de productos manufactureros, que representan en torno a un 85% de las exportaciones totales, alcanzaron una cifra récord de 337,289 millones de dólares, o un incremento de 7.2% respecto al 2013. Las ventas automotrices al extranjero, por primera vez en la historia, superaron el valor anual de 100,000 millones de dólares debido a un aumento de casi el 12% en el año. Eso hizo que en México se ensamblaran 3.219 millones de autos el año pasado, un 9.8% más que en el 2013 cuando se produjeron 2.904 millones de autos, y rebasara a Brasil por la izquierda, lo que coloca a México como el séptimo productor mundial. De toda esa fabricación, 2.642 millones de autos, o un 82%, se envió fuera de nuestras fronteras. A Estados Unidos le vendió 1.876 millones de unidades, y así se convirtió en su segundo mayor proveedor de vehículos al superar a los japoneses. Aprovechando el boom, Nissan, Honda y Mazda instalaron nuevas fábricas en México.
Así que el bueno, como no podía ser de otro modo, proviene de la meca del cine, de Hollywood: todo un pistolero profesional que fue el que mejor supo interpretar la crisis mundial y el que disparó con más rapidez y contundencia. El FMI prevé que Estados Unidos crezca un 3.6% este año, lo que la convierte en una de las economías más dinámicas del planeta. México, ayudado además por la depreciación del peso, sacará provecho de ello.
EL FEO
Pero vender autos y otros productos manufactureros a Estados Unidos no es suficiente. También se precisa del dinamismo de la demanda interna, que los mexicanos compren e inviertan. Y el rostro de este actor, iluminado en la pantalla gigante, es menos agraciado. Las ventas minoristas de México en noviembre (serie que ahora el Inegi publica como “ingresos por suministro de bienes y servicios de las empresas comerciales), apenas se incrementaron a una tasa anual de 1.2% en noviembre, un tercio de lo esperado por los analistas (3.7%). La floja cifra de noviembre simplemente quiere decir que ni los descuentos del programa del “Buen Fin” lograron animar a los consumidores a acudir en masa a los “mall” y cubrir las compras navideñas. Eso se observa en las cifras desestacionalizadas de noviembre respecto al mes de octubre: en el 2013, el impacto del “Buen Fin” hizo que las ventas, mes a mes, treparan un 3.8%. Este año, el incremento apenas fue de 0.8%.
El consumo privado en México, por tanto, anda alicaído. No ha logrado despertar del golpe que recibió de la subida de impuestos por la reforma fiscal pese a las bajas tasas de interés y la vitalidad de las exportaciones manufactureras. Y el deterioro de las expectativas para México con el desplome de los precios del crudo y la debilidad del peso complicará una recuperación más robusta del gasto de consumo en el corto plazo. La confianza del consumidor de diciembre se hundió un 2.07% en diciembre debido, sobre todo, a la caída del índice que mide cómo estará la economía dentro de 12 meses, el cual cayó un 2.65%.
El bajo consumo hace que todo el sector minorista esté deprimido: en el período de enero a noviembre de 2014, el personal ocupado apenas ha crecido un 1.6%. A su vez, las remuneraciones por persona apenas han mejorado un 0.9% comparado con un 3.3% en el mismo período de 2013. En ese sentido hay que recalcar que las remuneraciones por persona se han contraído en los últimos cuatro meses, llegando a hundirse a una tasa anual de 4.9% en noviembre, el peor registro desde un -6.0% en junio de 2009, cuando México salía de la crisis.
El IGAE, esa especie de PIB mensual, defraudó a su vez en noviembre. El crecimiento fue de un 2.0% anual, por debajo del 2.3% que esperaba el mercado. En octubre su expansión fue de 2.7%, revisado al alza de una lectura preliminar de 2.5%. La desaceleración se observó tanto en el sector terciario, que pasó de 3.0% en octubre a 2.3% en noviembre, y el secundario, de 2.5% a 1.8%. El primario, de poco peso en el índice, se recuperó de -1.7% en octubre a 0.7% un mes después.
EL MALO
Pero el gran forajido de la economía mexicana es el colapso del precio del petróleo, cuyo impacto ya se empieza a sentir. Pese a las famosas coberturas, el descalabro ha sido tan monumental que apenas terminando el primer mes del año, el gobierno tuvo que hacer lo inevitable: recortar el gasto público. El objetivo, pensando ya en años venideros, es preservar la disciplina fiscal, evitar que el déficit se vaya de las manos y se traduzca en mayor deuda. El desequilibrio externo, por otro lado, estará parcialmente compensando por la vitalidad de las exportaciones manufactureras. No hay que perder de vista que las exportaciones petroleras, en diciembre, se despeñaron un 43.7% y en todo el 2014, un nada despreciable 13.2%. Ante los peligros de que los fundamentales de México se dañen y provoquen turbulencias en el peso y los mercados, el gobierno decidió reducir el gasto público en 124,300 millones de pesos, o un 0.7% del PIB. Entre los planes abortados está el tren de pasajeros en la península del Yucatán y el de alta velocidad de México a Querétaro. El plan afectará al crecimiento económico, aunque el gobierno mantiene su expectativa de un PIB de entre 3.2% y 4.2% para este año. Nuestro pronóstico para el 2015 es de un 2.9%
De entre lo bueno, lo feo y lo malo, parece que la parte más perversa ha primado. La bolsa mexicana, en el mes de enero, se hundió un 5.1%, su peor desempeño mensual desde febrero del año pasado. Y el peso concluyó en un mínimo desde marzo de 2009, rozando los 15 pesos. Eso sí, la tasa de 10 años se hundió a 5.24%. Eso, en parte, se debe a esos esfuerzos por mantener las finanzas públicas sanas. Pero también a que en el resto del mundo los bancos centrales inyectan dinero y las tasas caen ante la debilidad económica del planeta.
INFOGRAFÍA
Estados Unidos es el bueno de la película mexicana. Gracias a su firme crecimiento y a la depreciación del peso, el sector exportador manufacturero se encuentra en niveles récord, y las ventas del sector automotriz ha superado los 100,000 millones de dólares por primera vez…
Fuente: INEGI
.. el feo es la demanda interna, que no termina de despegar. Aunque las ventas minoristas, en el período enero a noviembre de 2014 han mejorado, el personal contratado y sobre todo las remuneraciones permanecen deprimidas. En noviembre, el dato de las ventas al menudeo decepcionaron y la confianza al consumidor de diciembre, sobre todo en lo que se refiere a las expectativas futuras, se deterioró de forma marcada…
Fuente: INEGI
… el malo es el derrumbe petrolero y el impacto económico que ya está teniendo, sobre todo en las cuentas externas y en las finanzas públicas, lo que se ha traducido en una depreciación del peso. Para preservar la disciplina fiscal el gobierno anunció un recorte del gasto de 124,000 millones de pesos, o 0.7% del PIB. Del recorte del gobierno federal, 65% es gasto corriente y 35% inversión…
Fuente: SHCP
.. el lado más perverso de la economía ha primado en las variables financieras. El peso mexicano cerraba en un nuevo mínimo desde marzo de 2009, rozando los 15 pesos, y la bolsa mexicana se hundía en enero más de un 5.0%, su peor desempeño mensual desde febrero del año pasado…
Fuente: Bloomberg