La retórica del discurso en torno a Ucrania cada vez es más beligerante, de tintes más bélicos. Antes sólo se hablaba de sanciones. Pero ahora el gobierno de Kiev asegura que continuará con su ofensiva “antiterrorista” contra los rebeldes prorrusos, en tanto las tropas rusas, asentadas en la frontera con Ucrania, empiezan a realizar movimientos y advierten que habrá más muertos.
Con las tensiones al alza, el primer ministro ucraniano, Arseny Yatseniuk, acusó al gobierno ruso de querer iniciar una nueva Guerra Mundial, la Tercera, al querer ocupar Ucrania “militar y políticamente”, y detonar un conflicto que podría expandirse al resto de Europa. Por el lado de Estados Unidos, el secretario de Estado, John Kerry, fue menos lejos y siguió advirtiendo de costos económicos a Rusia si no contribuye a desactivar las tensiones en la región.
El deterioro de la situación, por otro lado, ha provocado una rápida salida de capitales de Rusia, complicando el financiamiento externo de su economía, tanto por inversión extranjera directa como por inversión de cartera. El cálculo de la agencia de calificación internacional Standard & Poor’s es que 51,000 millones de dólares salieron de Rusia durante el primer trimestre, una cifra cercana al promedio anual para los últimos cinco años, al tiempo que, debido a las sanciones, el superávit de cuenta corriente desaparecerá en el 2015.
Dos son las implicaciones de esa salida de capitales: uno, que Standard & Poor’s rebajó la calificación de la deuda soberana rusa a “BBB-“ (un escalón por encima de los denominados bonos “basura”, especulativos, o de alto riesgo), además de que dejó la perspectiva negativa. Y dos, que para frenar la salida de capitales, que podría acentuarse tras la decisión de S&P’s 500, el banco central de Rusia decidió elevar las tasas de referencia de 7% a 7.5%. A su juicio, la salida de capitales y la consiguiente depreciación del rublo ha incrementado los riesgos inflacionarios.
El rublo hoy se debilita un 0.6% adicional y desde que empezó el año se ah deprimido un 8.4%. La principal referencia bursátil de Rusia, el índice Micex, se redujo un 0.7%, y ya se ha hundido un 14.5% este año.
Así las cosas, el nerviosismo campea por los mercados internacionales. Hoy el presidente de Estados Unidos Barack Obama estará hablando con los líderes europeos para evaluar sanciones económicas más duras para la economía rusa.