Se nos viene encima un fin de semana complicado. Desde la Guerra Fría, la tensión entre Moscú y Washington nunca había sido tan alta. Y más que puede crecer aún este domingo, cuando se celebra el referéndum en la península de Crimea para decidir si se anexiona a Rusia. EE.UU. y la Unión Europea lo consideran la consulta ilegal, pero no así Rusia, cuyo argumento es que ha habido un golpe de Estado en Ucrania, y Crimea, de mayoría prorrusa, ante la inseguridad y el descontrol en Ucrania, debe decidir su destino.
La situación es muy tirante e incierta, y desde luego no se sabe cómo puede terminar. Las amenazas que occidente ha vertido hasta ahora cada vez son más duras, pero se limitan a sanciones económicas y políticas, y a estas alturas parece claro que al presidente Vladimir Putin no le atemorizan. Sin embargo, como dijo la canciller alemana, Ángela Merkel, “la integridad de Ucrania está fuera de cuestión".
Putin parece claro que la vía diplomática la tiene descartada: que va a esperar los resultados del referéndum y que, en caso de que ganen los que favorecen anexionarse a Rusia, los va a aceptar, y considerará a Crimea como parte de Rusia. Sabiendo que esa decisión va a levantar ampollas, y para intimidar, ya ha desplegado tropas en la frontera de Ucrania y también ha iniciado maniobras militares en el Mediterráneo.
¿Qué pasará el domingo? ¿Se quedará occidente de brazos cruzados y sólo levantará sanciones económicas y políticas? ¿Se atreverá Ucrania a declarar la guerra ante el despliegue militar de Rusia? Y si lo hace, ¿cómo reaccionará occidente? Es incierto lo que se puede venir encima y, ante el fin de semana, quizás muchos inversionistas prefieran vender y reducir su exposición al riesgo para evitar encontrarse ahorcados al inicio de la semana que viene, cuando abran los mercados.
Ayer, Europa y Wall Street sufrió un importante descalabro. Y hoy se reflejó en los mercados asiáticos: el Nikkei de Tokio se desplomó un 3.3%, el Hang Seng de Hong Kong un 1.0% y el Shangai Composite un 0.73%. Y en Europa, siguen las caídas, con pérdidas sustanciales: el Dax de Francfort cae 0.5%yl Cac-40 de París un 1.1%, la bolsa de Milán un 1.6% y el Ibex-35 de Madrid un 1.7%.
Y en EE.UU. la apertura fue a la baja, aunque moderada. Sin embargo, nos tememos que las pérdidas se acentuarán conforme avanza la jornada y se acerca el cierre de mercado. El Dow abrió prácticamente plano, en tanto el Nasdaq y el S&P’s 500 ceden un 0.1%.
En cuanto a los datos de EE.UU., se publicaban los precios al productor para febrero, los cuales inesperadamente se contrajeron en febrero: el índice general se redujo un 0.1% comparado con un aumento de 0.2% en enero. El consenso estimaba otra lectura de 0.2%. LA tasa anual así se desacelera de 1.2% en enero a 0.9% en febrero.
Excluyendo alimentos y energías, la caída fue aún más pronunciada, de 0.2%, comparado con un alza de 0.2% en enero. El consenso estimaba un incremento de 0.1%. Un mal dato que debe preocupar aún más a la Fed sobre los riesgos de deflación en EE.UU. Hay que recordar que la metodología de los precios al productor es nuevo: bajo la antigua medición, los precios al productor habrían subido un 0.4%.
Para después de la apertura nos queda la lectura preliminar de la confianza al consumidor de la Universidad de Michigan. Para marzo se estima una lectura de 82.0 comparado con 81.6 en febrero.
Pero la clave está hoy (y todo este fin de semana) en Ucrania. No le pierdan ojo, por si acaso el lunes nos encontramos con una desagradable sorpresa.