El reporte clave de esta semana era el de las ventas minoristas en EE.UU. para el mes de febrero. Las cifras para ese mes fueron mejores de lo previsto, tal y como pasó con el dato de empleo. Sin embargo, se revisaron a la baja los números tanto de enero como de diciembre. De esto se pueden derivar varias conclusiones: una, que en el mes de febrero, los indicadores económicos mejoraron, pese a que las condiciones climáticas todavía fueron adversas. Dos, que la Fed podrá justificar el bache de diciembre y enero como resultado de los temporales de frío y nieve, y reafirmar sus expectativas de que la economía mejorará tan pronto como regrese el buen tiempo. Tres, que bajo esa justificación, es previsible que la Fed continúe con el “tapering” y reduzca el monto de compra de activos en otros 10,000 millones de dólares (mdd) el 19 de marzo; y cuatro, que las revisiones a la baja de enero y diciembre implican que el primer trimestre será aún más débil de lo pensado, por que el PIB se expandirá en torno a un 2.0% o menos.
Las ventas minoristas se expandieron un 0.3% en febrero, por encima de lo previsto por el consenso de analistas de Bloomberg (+0.2%). Sin embargo, la fortaleza de febrero se vio más que contrarrestada por las revisiones a la baja para el mes de diciembre (de -0.4% a -0.6%) y de diciembre (de -0.1% a -0.3%). Con esto, la tasa de crecimiento interanual de las ventas minoristas de desaceleró a 1.5% en febrero comparado con 1.9% en enero.
Excluyendo el volátil componente de autos, las ventas aumentaron un 0.3%, por encima del 0.1% del consenso. Pero de nuevo hubo revisiones a la baja para enero (de 0.0% a -0.3%) y de diciembre (de +0.3% a +0.1%).
Sea como sea, y debido en buena medida al impacto climático, el componente de gasto de bienes para el primer trimestre será débil, aunque será compensado por el gasto en servicios, que en enero trepó con fuerza debido sobre todo al gasto en salud que propició el llamado “Obamacare”.
Las ventas de autos se incrementaron apenas un 0.3% tras contraerse un 2.2% en enero. Las ventas de vehículos ligeros en febrero se ubicaron en 15.275 millones de unidades, comparado con 15.160 millones en enero. Todavía el ritmo de ventas de autos de febrero se vio afectado por las malas condiciones climáticas y será bueno observar si se produce un firme repunte en marzo. Las ventas de las gasolineras aumentaron un 0.1% luego de crecer un 1.0% en enero.
Excluyendo tanto las ventas de autos como de gasolineras, las ventas de febrero aumentaron un 0.3% tras contraerse un 0.8% en enero y un 0.5% en diciembre. He llamado “grupo de control” de las ventas minoristas, que sirve para el cálculo del PIB, también se incrementó un 0.3% en febrero tras caer un 0.6% en enero.
Uno de los rubros de más crecimiento en febrero fue el de ventas no realizadas en tiendas, que incluye las ventas a través de internet. Debido a las malas condiciones climáticas, muchos consumo se realizó desde casa, y creció un 1.2%. Sin embargo, en enero, que también hizo mal tiempo, este rubro se contrajo un 0.6%. El componente de materiales de construcción apenas subió un 0.3% tras incrementarse un 1.4% en enero.
Por tanto, el consumo sigue siendo débil en febrero, quizás asociado todavía a las malas condiciones climáticas. Pero fue un poco más robusto de lo estimado. Las cifras pueden ser suficientes para respaldar al dato de empleo y que la Fed decida seguir con el “tapering”. Pero todavía resulta difícil discernir qué parte de la actual debilidad se debe al clima y qué parte a otros factores menos coyunturales. La Fed y los inversionistas ya esperan con ansias las cifras para este mes de marzo.