Sobre el dato de empleo recaía una enorme responsabilidad: de él dependía, en buena medida, que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), continuara con el “tapering” en la reunión de política monetaria que concluye el 19 de marzo o no. Llevábamos dos meses de malas cifras de empleo, y digerir un tercer mes habría sido difícil. Sin embargo, la nómina no agrícola de febrero aumentó más de lo previsto, y da suficientes argumentos para que la Fed se decante, probablemente, por volver a reducir el monto de compra de activos en otros 10,000 millones de dólares (mdd) a mitad de mes.
La nómina no agrícola se incrementó en 175,000 empleos, por encima del último consenso de Bloomberg (149,000) y del pronóstico de Dinero Llama Dinero (90,000 empleos). Además, los datos de enero y diciembre fueron revisados al alza, lo que implicó 25,000 empleos más de lo publicado originalmente. El dato de enero pasó de 113,000 a 129,000; y el de diciembre de 75,000 a 84,000.
El sector de producción de bienes aportó 22,000 nuevos empleos comparado con 61,000 contrataciones en enero, y el de proveedores de servicios creó 140,000 puestos de trabajo contra 84,000 en el mes previo.
Dentro del sector de producción de bienes, volvió a sorprender la construcción. Pese a que los malos datos de previos meses se achacaron al clima, lo cierto es que el sector más sensible a las condiciones climatológicas, la construcción, se comportó bastante bien. En febrero se crearon 15,000 nuevos puestos de trabajo comparado con 50,000 en enero (revisado al alza de 48,000 ). La generación de empleos en la manufactura sigue siendo lenta, con sólo 6,000 nuevas contrataciones, prácticamente el mismo ritmo observado en enero (6,000) y diciembre (7,000). El sector de minería sólo contribuyó con 1,000 empleos.
Entre los 140,000 empleos que se crearon en el sector de proveedores de servicios, destacó el rubro de “negocios y servicios profesionales” (79,000 empleos), dentro del cual la nómina del componente de “trabajo temporal” subió en 24,400 empleos. El sector de “educación y salud” generó 33,000 empleos y el de “ocio y hospitalidad”, 25,000.
Sectores sensibles al clima como el minorista o el de transporte siguió destruyendo empleo: la nómina en el sector minorista bajó en 4,100 empleos luego de eliminar 22,600 puestos de trabajo en enero, y el de transporte se redujo en 3,600 empleos. El peor sector, sin embargo, fue el de información, con 16,000 despidos en febrero.
Frente a los 162,000 empleos que generó el sector privado, comparado con 145,000 empleos den enero, el gobierno a 13,000 funcionarios, luego de despedir a 16,000 en enero, y 2,000 en diciembre.
Por tanto, las cifras referentes a la nómina no agrícola fueron bastante robustas, lo que apoyará el argumento de la mayoría de los altos funcionarios de la Fed de que la economía marcha firme y que el bache del invierno se debió, en esencia, a las malas condiciones climatológicas. El primer trimestre será débil, nos dicen, pero la economía recobrará fuerzas para el resto del año, por lo que es preciso seguir reduciendo los estímulos monetarios.
La tasa de desempleo, inesperadamente, se elevó a 6.7% comparado con 6.6% en enero. El consenso del mercado esperaba que se mantuviera sin cambios. Sin embargo, la tasa de desempleo ha descendido mucho más rápido de lo previsto, y el pequeño contratiempo de febrero no significa mucho, sobre todo si el aumento en la tasa de desempleo se debe a que los desempleados están regresando al mercado laboral.
Otros rubros del empleo también mostraron buen desempeño. Por ejemplo, las remuneraciones por hora de febrero ascendieron un 0.4%, el doble de lo observado en enero (0.2%) y por encima del consenso (0.2%). Eso significa que los ingresos van mejorando, lo que respaldará el dinamismo del gasto de consumo en el futuro.
Finalmente, el número de horas trabajadas sí se deprimió en febrero: fue de 34.2 horas semanales, comparado con 34.3 horas en enero (revisado a la baja de 34.4 horas). El consenso esperaba que se mantuviera sin cambios en 34.4. Sin embargo, el descenso en el número de horas trabajadas sí se puede relacionar con las malas condiciones meteorológicas.
El dato de empleo era fundamental en la cuenta atrás a la reunión de la Fed. Ya lo tenemos en la mano, y con casi toda certeza se puede decir que no habrá pausa en el “tapering”. Si el clima hubiera sido más benigno, y hubiéramos visto mejores cifras en el sector de construcción, el minorista y el de transporte, posiblemente la nómina de febrero hubiera rebasado los 200,000 que pretende la Fed. En lo que llevamos de primer trimestre, el empleo ha promediado 152,000 puestos de trabajo por mes, comparado con 198,000 empleos en el cuarto trimestre. Pero puede sostener que esa desaceleración se debe al clima, y es suficiente para continuar con el “tapering”. Así que habrá satisfacción en el corro de Yellen y sus colegas: el 19 de marzo, la Fed reducirá el monto de compra de activos en otros 10,000 millones de dólares.