Alicia Santana
Investigadora
Ethos Laboratorio de Políticas Públicas
La urgente necesidad por lograr mayores niveles de desarrollo para la sociedad, ha motivado la creación de nuevas y mejores alternativas que permitan cumplir con los objetivos de las políticas sociales de forma eficiente. Actualmente, en México, la asignación del gasto para los distintos programas sociales, no cuenta con la certeza de su efectividad. Al mismo tiempo, que el desarrollo de las evaluaciones de impacto no es una práctica común y, más bien, las medidas tienden a enfocarse en rastrear el número de personas beneficiadas, cobertura o monto de recursos asignados, en lugar de los resultados alcanzados.
Ello hace que muchas veces se desperdicien recursos, lo cual, en un entorno de escases como el de México, resulta inadmisible. Uno de los principales obstáculos que se tienen para innovar en métodos de financiamiento de los programas sociales, tiene que ver con el carácter inercial y con el enfoque de algunos presupuestos en el pago de los programas. Es decir, muchas veces el gasto y las políticas de desarrollo social buscan otorgar los beneficios de acuerdo a la cantidad, en lugar de los resultados. Por otra parte, la mayoría de los presupuestos se hacen con base en años anteriores, si acaso se harán algunos ajustes por inflación.
Por lo tanto, es indispensable ejecutar medidas innovadoras, tanto de financiamiento como de implementación de políticas y programas sociales, que coadyuven acertadamente a mejorar la calidad de vida de la población. La idea de Bonos de Impacto Social (BIS) puede representar un buen acercamiento. El modelo de los BIS, combina pagos basados en desempeño y disciplina de mercado. Tiene el potencial para mejorar resultados, superar las barreras de la innovación social y apoyar las inversiones que permitan cumplir de manera eficiente y eficaz su fin último. Esto es posible debido a que estos modelos, aseguran que los recursos públicos se otorguen solo a esas inversiones que puedan demostrar claramente su impacto, a través de rigurosas evaluaciones basadas en resultados, transfiriendo el riesgo de fallas en el programa al sector privado.
Bajo el modelo más común de Bono de Impacto Social, encontramos tres actores principales: El inversionista social, el gobierno y el proveedor de servicios y de programas sociales. Se selecciona un proveedor que pueda diseñar e implementar un programa innovador que aborde a un reto específico del desarrollo social. El inversionista se compromete a poner el capital sobre la mesa para pagar los costos del programa. El gobierno, por otro lado, se encargará de pagar al inversionista por completo o parcialmente, basado en los resultados obtenidos al final de la implementación del programa. Los resultados son rigurosamente e independientemente evaluados, si el programa falla en alcanzar los resultados acordados, el gobierno no le paga. Pero si el programa resulta efectivo, el inversionista recibirá su retorno contra el capital invertido.
A pesar de que el primer Bono de Impacto Social implementado se enfocó a cuestiones de seguridad en Reino Unido, los BIS han podrían ser una brillante alternativa para mejorar diversas áreas que afectan el desarrollo social. Algunos ejemplos de aplicación de los BIS en el mundo son: aumento de la calidad en la educación preescolar en Utah, Estados Unidos; mejoras en la condición de vida de la población que duerme en las calles en Gran Bretaña y Estados Unidos; disminución del desempleo en Países Bajos; disminución de la diabetes en México, entre otros.
Cabe mencionar que la mayoría de los BIS implementados en desarrollo social, han sido proyectos de mediano y largo plazo (entre 3 y 8 años), por lo que todavía no se cuenta con los resultados finales de todos ellos. Sin embargo, cada vez son más los gobiernos que están adoptando estos mecanismos para resolver problemáticas que hasta ahora no han tenido una solución oportuna y eficaz. Para el caso de México, los BIS podrían ser una buena alternativa para eficientizar el gasto público y mejorar la eficacia de los programas sociales.