Al parecer, los hermanos Manuel y Alberto Saba no les preocupa lo primero y en estos días han tomado la decisión de hacerse presentes en los eventos más exclusivos. Así, su más reciente aparición se dio en el festival internacional de cine de Cannes. La más reciente edición del prestigioso festival sirvió de escenario para que Manuel Saba tomara unos días de respiro después de la vorágine de reuniones que tuvo con los directivos de la firma inglesa Alliance Boots.
En círculos cercanos al empresario también se comenta sobre el nuevo yate de la familia heredera de Don Isaac Saba.
Lo que francamente no se explica para quienes conocen su historia es por qué si el dinero no es un problema para estos nuevos exponentes del socialité, por qué – entonces – no pagan sus deudas con laboratorios nacionales y extranjeros que les confiaron sus productos para la venta a canales que llegan al consumidor final, en otras palabras a farmacias, como su cadena de 1,000 establecimientos que ahora venden a Alliance Boots.
Los Saba también son seguidores del mundo de las carreras de autos. Así que después de Cannes viajarían a Monte Carlo para asistir a la Fórmula 1, al Grand Prix de Mónaco que se realizará entre el 22 y el 25 de mayo.