No sólo hay censura de contenidos por intereses políticos, también empresariales.
A las presiones políticas para influir en los contenidos de los medios, también hay que sumar la de intereses empresariales y económicos (aunque, por supuesto, frecuentemente se combinan).
La televisora estadounidense Fox, que transmitirá este domingo el Super Bowl 48, entre Denver y Seattle, se negó a transmitir un spot de la empresa SodaStream por afectar intereses de Coca Cola y Pepsi, denunció la compañía contratante.
SodaStream, que vende un artefacto que convierte el agua simple en refrescos agregándole unas cápsulas de sabores, contrató para su spot del SuperBowl a la sensual actriz Scarlett Johansson, quien al final del comercial termina con la frase "Sorry, Coke and Pepsi", en referencia clara a Coca Cola y a su eterno competidor, Pepsi Cola, que es nada menos que el principal patrocinador de la transmisión de medio tiempo del Super Bowl.
No es, sin embargo, la primera vez que pasa. El año pasado, CBS, quien tenía los derechos del Super Bowl tampoco quiso pasar al aire el spot de SodaStream que hacía también clara referencia a Coca y Pepsi, incluso mostrando camiones y supuestos repartidores con los logos de las compañías refresqueras.
Al final, tanto en el caso del año pasado, como de éste, SodaStream recibió autorización para pasar spots suyos, solo sin la referencia a las poderosas empresas de refrescos de cola.
El hecho de la censura, sin embargo, es grave por lo que evidencia: la sumisión de los grandes medios al poder de estas empresas. Ante el temor de las televisoras y su disposición a evitar críticas a estas compañías, aun tratándose de espacios publicitarios pagados, es inevitable preguntarse si ese temor e influencia afectan los contenidos informativos y periodísticos también.
¿Y qué pasa en México?
Bueno, en México, pasa lo mismo.
El año pasado, la llamada "Alianza por la Salud Alimentaria" denunció que Televisa, TV Azteca y Milenio TV se negaron (dando largas y excusas) a difundir un spot pagado a favor del impuesto especial a los refrescos. El caso es evidencia del poder de las mismas empresas refresqueras (que estaban en campaña activa vs el impuesto), tal como en EU, sobre los medios mexicanos.
Poco después, por cierto, el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de la Exportación (caso comentado aquí en Arena Pública por Samuel García) denunció que Televisa se había negado también a transmitir su spot minutos antes de pasar al aire. Pero éste no era a favor de un impuesto, sino (dirigido a los legisladores) en contra de algunos impuestos y cambios de situación con la Reforma Fiscal.
Es este caso, según lo denunciado por el Consejo de lo que les dijeron en la televisora, Televisa temía por sus propios intereses empresariales y no quería enemistarse con los legisladores.
Al final, en EU, el spot de SodaStream ha sido quizás más difundido ahora y tenido más repercusión en redes sociales, gracias a la negativa de Fox de pasarlo tal cual. La empresa parece haber aprendido del año pasado y, por lo visto, previó que esto pasaría y seguramente metió a propósito la mención de las compañías refresqueras para causar la polémica y más exposición viral.
No todos, sin embargo, podrán tener a Scarlett Johansson en sus spots, ni el Super Bowl como contexto, para llamar la atención, cuando las televisoras impidan su transmisión o censuren su contenido.