Dos Bocas estará "lista" solo como victoria política: Expertos

Aunque se inaugurara con las características prometidas, Dos Bocas difícilmente cumplirá con las expectativas para el sistema de refinación.
20 Febrero, 2022 Actualizado el 23 de Febrero, a las 00:10
Las autoridades han dicho que trabajan a marchas forzadas para inaugurar Dos Bocas este 2 de julio (Foto: Presidencia de México)
Las autoridades han dicho que trabajan a marchas forzadas para inaugurar Dos Bocas este 2 de julio (Foto: Presidencia de México)
Arena Pública

Cuando en unos meses más se inaugure la refinería Olmeca, mejor conocida como Dos Bocas, López Obrador podrá anotarse una victoria política. Sin embargo, las instalaciones no serán suficientes para alcanzar el plan de autosufiencia energética que se ha prometido.

Al contrario del aeropuerto de Santa Lucía (que abrirá con un diseño distinto al que creó su arquitecto original), el Tren Maya (que avanza sin brújula entre modificaciones a la ruta e instalaciones inacabadas) o el Tren Transístmico (asediado por la inseguridad), “la instalación tal cual [de Dos Bocas] está dentro de lo que se platicó [al inicio del sexenio]” asegura Ramsés Pech, asesor en energía y experto en hidrocarburos y procesos petroquímicos.

La diferencia más importante entre el proyecto original y la refinería que se va a inaugurar es el presupuesto. “Cuando el gobierno planteó inicialmente este proyecto, estimó un presupuesto de 8 mil millones de dólares (MD). Después elevó este monto a 8 mil 900 MD. Y en esta etapa final […], los requerimientos de inversión de este proyecto se incrementarían aún más”, dice Arturo Carranza, director de proyectos de energía de la firma Akza Consultores.

Y aunque la Secretaría de Energía (Sener) no ha podido corroborar que se inaugurará Dos Bocas el 2 de julio como estaba proyectado el año pasado, gracias a que se está trabajando a marchas forzadas, la expectativa es que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pueda inaugurar las instalaciones más o menos en las condiciones y fechas prometidas.

Sin embargo “hay una gran diferencia entre poder cortar el listón y que [Dos Bocas] ya vaya a estar procesando los 340 mil barriles para los cuales fue diseñada”, advierte Rosanety Barrios, analista independiente de energía. “La victoria política será ir a cortar el listón […]. Al Presidente solo le interesa decir que él pudo hacer una refinería cuando los demás se dedicaron a destruir las seis que había”, agrega.

De acuerdo con los expertos, hay varios elementos que no están directamente relacionados con la construcción misma de las instalaciones que podría postergar o complicar la operación óptima de la refinería. A lo largo de enero se ha seguido reportando que siguen llegando equipos y piezas esenciales para las tareas de refinación. “Parece que es sencillo, pero entre que estén listos y empiecen a refinar pueden pasar 18 meses […]. Es complicado todo el proceso de construcción e instalación de semejantes equipos. Algunos son como rascacielos”, señala Rosanety Barrios

Una vez que estén instalados los equipos de refinación, e incluso terminando la etapa de pruebas (que a su vez se puede extender bastante), no se puede escalar de inmediato su capacidad de operación al máximo. Según Arturo Carranza, “la capacidad de 340 mil barriles diarios se irá alcanzando gradualmente. Podemos pensar llegar al máximo hacia finales del sexenio, e inclusive cabe la posibilidad que, luego de terminar esta administración, se siga trabajando para que la capacidad de refinación se vaya incrementando. Para julio de 2022 Dos Bocas podrá trabajar en segmentos como el almacenamiento de combustibles. Pero la producción no estará al 100%”.

También se teme que la poca producción de combustibles que logre Dos Bocas tenga problemas para salir de las instalaciones. Ramsés Pech apunta que se podrían sacar los refinados mediante barcazas con capacidad de entre 20 mil y 100 mil barriles y luego enviarlos a los puertos de Pajaritos, Veracruz o Tuxpan, donde hay ductos petrolíferos para distribuirlos al resto del país.

Sin embargo, “con el cambio climático están entrando mayor cantidad de nortes, y los puertos se cierran con vientos por arriba de 40 kilómetros [por hora]. Y esas barcazas no pueden estar flotando en mar abierto esperando a que pase el mal tiempo”, advierte.

Otras alternativas de transporte de salida podrían ser la construcción de ductos o emplear barcos con una capacidad de 300 mil barriles. Pero construir ductos es difícil y caro, asegura Pech, y construir la logística para atender barcos no vale la pena a menos que vayas a utilizar, cuando menos, cuatro unidades. En este sentido, el especialista señala que “están claros [los avances y planes de] infraestructura necesaria dentro de la refinería, pero no afuera”.

No solo hay problemas con la salida de productos, sino también con la entrada de insumos. Rosanety Barrios comenta que Dos Bocas necesita gas natural para operar, pero “tal y como está hoy el sistema de gasoductos en México, y la producción de gas natural, no hay gas natural para [la refinería]. La única forma con la que ahora puede tener gas, es con más gas importado”.

Si bien la especialista señala que sí hay posibilidades para importar gas natural para Dos Bocas, no se tiene la infraestructura para llevarlo hasta Tabasco. “Originalmente había un plan para resolverlo, usando los ductos del Sistema de Transporte y Almacenamiento Nacional Integrado de Gas Natural (Sistrangas), pero necesitabas reforzar y construir dos estaciones de compresión nuevas”, agrega.

Sin embargo, CFE planteó un plan paralelo para usar los ductos marinos de distribución de gas natural. El problema, apunta la especialista, es que no se ha echado a andar ni siquiera esa propuesta, por lo que Dos Bocas no tiene gas natural para operar. Y aunque sí se puede mantener la instalación funcionando sin este combustible, “te cuesta un montonal de dinero más. Y eso solo si tienes previsto que tus equipos sean duales para que puedan usar, por ejemplo, diésel además de gas natural. No sé si se previó eso o no, no sé qué se mandó a hacer en ese sentido”.

Dos Bocas y las expectativas del SNR

Pero el mayor problema es que la construcción de la refinería Olmeca no es el fin último, sino que debería ser un medio para alcanzar el plan de la autosuficiencia energética de la actual administración. Y aún si se omiten o resuelven los problemas de presupuesto, operación e infraestructura de soporte para Dos Bocas y la planta opera con la eficiencia esperada, no bastaría para alcanzar las expectativas que se tienen para todo el Sistema Nacional de Refinación (SNR).

Tomando en cuenta las tendencias actuales de consumo de diésel y gasolinas, si para 2023 se recupera la compra habitual de combustibles que había previo a la pandemia, se necesitaría que Deer Park enviara todos sus combustibles a México, Dos Bocas operara a la totalidad de su capacidad, y que el resto de las refinerías del SNR trabajaran al menos al 84% de su capacidad para apenas cubrir la demanda interna de estos productos.

Proyecciones de producción de combustibles para 2023 Gasolina Diésel
SNR (6 refinerías) operando al 84% 485 328
Dos Bocas operando en 2023 165 122
Cangrejera operando en 2023 94 53
Deer Park, importando todo 110 90
Total 854 593
Demanda, recuperada 800 400
Importar (+)/Exportar (-) -54 -193

Datos: Sener, Pemex, SIE; Elaboración: Caraiva y Asociados – Leon & Pech Architects

Pero hay varios problemas con estos supuestos, empezando por el hecho que Deer Park no podría enviar su producción a México de inmediato debido a los contratos que ya tiene firmados en Estados Unidos. La operación al 100% de Dos Bocas también sería imposible, de acuerdo con Ramsés Pech, porque “si subes más del 90% tienes un problema de catalizadores, de sistemas, y vas a mantener a tu refinería con altas presiones. Y no es algo que puedes hacer. Si inflas un globo demasiado, explota. Es lo mismo con estas instalaciones. Manejas presiones y temperaturas altas con química. Aunque esté nueva la refinería, debes tener mucho cuidado”.

El problema más importante es la capacidad de refinación de todo el Sistema. Además que ya se ha advertido que no puede producirse suficiente crudo en México para el autoabastecimiento de combustibles (lo que llevaría a reanudar la política de importación de petróleo que la actual administración criticó duramente en el pasado), el resto de las instalaciones del SNR trabajan apenas a una fracción de la capacidad deseada.

Refinerías % utilización actual % utilización proyectado (2024) Incremento
Madero 38% 87% +49%
Salamanca 46% 91% +45%
Cadereyta 44% 84% +40%
Minatitlán 32% 70% +38%
Tula 45% 42% +47%
Salina Cruz 55% 88% +33%
Dos Bocas 0 100% N/A
Cangrejera 0 67% N/A
Deer Park 0 92% N/A
Total 43% 86% 42%

Datos: Sener, Pemex; Elaboración: Caraiva y Asociados – Leon & Pech Architects

Poner el resto de las refinerías a la altura de las expectativas, más allá de la capacidad de Dos Bocas, es un reto por sí mismo. “El deterioro de las seis refinerías es muy grande, y las inversiones que se están ejecutando no alcanzan para incrementar la producción […]. Solo por eso ya hay un rezago en la producción de estas refinerías, que tendrá un impacto en el objetivo final de la autosuficiencia de abasto de combustibles”, critica Arturo Carranza.

Y aunque técnicamente sería posible poner a las otras refinerías del SNR al punto necesario para apoyar a Dos Bocas, el especialista advierte que “tiene que ser una decisión de negocio con un alto costo de oportunidad. Tendrías que incrementar considerablemente la inversión [para las refinerías]. Y tal vez te convendría más ser más eficiente, hacer más con menos, y no renovar por completo estas instalaciones”.

Pero independientemente que se alcanzan los objetivos de autosuficiencia energética o no, y más allá de si Dos Bocas puede o no llegar a su máxima capacidad de refinación rápidamente, Rosanety Barrios prevé que la victoria política del Presidente podría incluso trascender su sexenio, no importa qué partido lidere la siguiente administración.

“Si tienes 340 mil barriles de petróleos y debes decidir entre meterlos a una refinería que te echa a perder el 30% o meterlos a una refinería que opera eficientemente, como seguramente lo va a ser Dos Bocas, pues no hay nada que pensar […]. Por supuesto que [el próximo sexenio] va a aprovechar Dos Bocas. Si el dinero de los mexicanos ya está comprometido, hay que aprovecharlo”, concluye.

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