El peligro

Los costos que ha producido la crisis sanitaria en México por el COVID-19 son ínfimos comparados a los costos asociados a la crisis ambiental.
29 Abril, 2021

En la Cumbre Climática 2021 celebrada hace unos días, los líderes mundiales ofrecieron su perspectiva sobre las acciones a instaurar para reducir los impactos que el cambio climático tendrá sobre nuestras sociedades. El evento contó con la participación de representantes de poco más de 40 países que representan 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global.

Como si no fuera ya evidente, la reunión sirvió para trazar una línea divisoria que ahora mismo separa a Estados Unidos y México más de lo que su frontera lo hace. Por un lado, el presidente Joe Biden, tras cuatro años de ocurrencias e insultos por parte de su predecesor, aprovechó la ocasión para anunciar al mundo que los Estados Unidos asumen el compromiso de liderar la carrera rumbo al establecimiento de una economía de emisiones netas cero. Por el otro lado, el presidente López Obrador utilizó su tiempo para enviar un recordatorio: su cosmovisión es anacrónica, inmutable y, por lo tanto, perjudicial para nuestro país.

Las dos primeras acciones mencionadas por AMLO en la Cumbre no tienen contribución alguna en el esfuerzo de reducción de emisiones de nuestro país hacia 2050.

La primera hace referencia a la decisión de terminar con la exportación de crudo e importación de gasolinas, a pesar de los recientes descubrimientos de hidrocarburos realizados en su administración (lo cual merece un matiz notable porque no ocurrieron gracias a su política energética). En realidad, esto lo único que ocasionaría sería poner presión sobre un Sistema Nacional de Refinación rebasado e ineficiente para producir los combustibles que el país requiere. En consecuencia, no habría disminución de emisiones, sino incremento.

La segunda acción consiste en aprovechar mejor los embalses en el país y “modernizar” las hidroeléctricas para producir más energía limpia. Desafortunadamente, y sin considerar el estrés hídrico al cual está sometido gran parte del territorio nacional, esto no es posible ni conveniente para México desde las perspectivas técnica y financiera, respectivamente.

El presidente aprovechó la cumbre para presumir a Sembrando Vida como uno de los esfuerzos de reforestación más importantes a nivel mundial. Por ello, hizo la invitación a su homólogo estadunidense para asociarse en el abordaje a los retos migratorio y climático desde una perspectiva de justicia social y de “amor a la naturaleza”.

La reacción de un segmento de la comentocracia en México fue similar al de Estados Unidos: el tema migratorio es un tema separado del cambio climático. Difiero. En otra entrada de la columna explicaré por qué, pero como Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey una de nuestras líneas de investigación está relacionada justo con la oportunidad que representa la migración, ocasionada por el desplazamiento de personas debido al cambio climático, como punto de partida para la implementación de una estrategia de cadenas productivas regionales para la construcción bilateral de resiliencia y la continuidad de flujos de capital humano, bienes y servicios.

Pero, más allá de las críticas al programa (tiene todo para convertirse en una caja negra asistencialista con prebendas electorales), las aspiraciones hacia 2050 de nuestro país no pueden solo estar cimentadas en la reforestación. El camino hacia una economía de emisiones netas cero requiere de la coordinación entre políticas fiscales, tecnológicas, educativas, ambientales y energéticas. Todas y cada una de las cuales, sobre todo lo relacionado a iniciativas de coordinación, han estado ausentes de la agenda del presidente.

Los costos que ha producido la crisis sanitaria en México por el COVID-19 son ínfimos comparados a los costos asociados a la crisis ambiental. La evidencia de que la acción climática produce desproporcionadamente más beneficios que el monto de las inversiones necesarias para lograrla se acumulan. Las economías neutrales en carbono conformarán un bloque de vanguardia para atender las necesidades de sus habitantes. No ser parte de ese grupo nos cerrará la puerta a oportunidades de sofisticación tecnológica y de mayor valor agregado.

Más temprano en la semana, el embajador Miguel Ruiz Cabañas señalaba lo relevante que será para Biden negociar con AMLO su propuesta de atención conjunta migración-cambio climático, si es que busca mantener el respaldo en el congreso en 2022. Este es el verdadero peligro para todos los mexicanos. El presidente López Obrador no solo persiste en imponer su agenda personal, sino que tiene mano para jugar.

 

Luis Serra Luis Serra Doctor en economía por la Universidad de Warwick, en Inglaterra. Es Director Ejecutivo de la Iniciativa de Energía del Tecnológico de Monterrey. Como consejero representa al Tecnológico de Monterrey ante la Comisión de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable (CESPEDES) y los Consejos Consultivos para el Fomento a la Industria Eléctrica Nacional y para el Fomento a la Industria de Hidrocarburos Nacional. Es profesor en la Escuela de Gobierno y Transformación Pública y la EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.