Petróleo toca 116 dólares y plantea permanencia de precios altos

Las ganancias de México como país petrolero, sería contraproducente para las finanzas públicas y para el presidente López Obrador.
2 Marzo, 2022 Actualizado el 2 de Marzo, a las 21:22
Foto: Gobierno de México
Foto: Gobierno de México
Arena Pública

Este miércoles el precio del petróleo mexicano de exportación se calculó en 105.52 dólares el barril. El mayor precio desde 2013, hace 9 años, en la cresta de la recuperación económica después de una gran recesión mundial provocada por la grave crisis financiera que estalló a finales de 2008.

Los precios petroleros a futuro escalaron desde el mismo jueves 24 cuando Rusia inició su invasión a Ucrania, por el temor de que el presidente ruso, Vladimir Putin, utilizaría el importante suministro energético ruso a Europa como una arma de guerra, reduciendo el suministro al continente en respuesta a las sanciones económicas de Occidente y amenazando la seguridad energética mundial.

Esos temores, que han escalado en los seis días de ataques rusos sobre el territorio ucraniano, son los mismos que están llevado los precios petroleros a niveles de hace casi una década. A esta hora, el crudo Brent para mayo se cotiza en 116.57 dólares el barril, con una alza de 3.22% sobre su cierre previo; mientras que el crudo West Texas Intermediate (WTI) para abril se cotiza en 113.00 dólares, una alza de 2.17%. Con estos precios, ambos crudos ha subido 19% y 23%, respectivamente, desde el 25 de febrero, un día después del inicio de la invasión rusa.

La previsión de los analistas es que los precios del petróleo sigan escalando en los próximos días ante las expectativas de que el mercado seguirá por varios meses con menor suministro después de las sanciones impuestas a Rusia y a la "avalancha de desinversiones de los activos petroleros rusos por parte de importantes compañías occidentales", refiere la agencia Reuters.

El martes la estadounidense Exxon Mobil anunció que saldrá de las operaciones de petróleo y gas en Rusia, valoradas en 4 mil millones de dólares, a la vez que detiene nuevas inversiones en el territorio ruso. Anteriormente la anglo-holandesa Shell había hecho un anuncio similar al romper sus alianzas con Gazprom, mientras que la británica BP también anunció su intención de abandonar por completo sus negocios en Rusia, así como la estatal noruega Equinor.

Si bien el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que su país implementará una liberación planificada de reservas de crudo a fin de compensar los faltantes en el mercado, los temores en el mercado han persistido por lo que la seguridad energética mundial está amenazada, ha dicho la Agencia Internacional de Energía, según un reporte de Bloomberg.

Estos temores son los que están debajo de la ausencia de sanciones occidentales a las exportaciones rusas de crudo. "Estados Unidos y sus aliados se han abstenido hasta ahora de sancionar las exportaciones de crudo de Rusia debido a las preocupaciones sobre el impacto del aumento de los precios de la energía en los consumidores", dice Bloomberg. "Incluso antes de la invasión, la gasolina estadounidense estaba en su punto más alto desde 2014", agrega el reporte de la agencia.

"No tenemos un interés estratégico en reducir el suministro global de energía... eso elevaría los precios en las gasolineras para los estadounidenses", dijo la portavoz Karine Jean-Pierre en una conferencia de prensa en la Casa Blanca el martes. Esta acción "podría significar más ganancias para la industria petrolera rusa" dijo Bharat Ramamurti, subdirector del Consejo Económico Nacional en entrevista con la MSNBC, citado por Reuters.

De acuerdo al Wall Street Journal (WSJ), "hasta el miércoles más de 3 millones de barriles de crudo ruso que normalmente saldrían del país todos los días no lo hacían porque la demanda se había agotado, estimaron los operadores, y agregaron que esperan que el número siga aumentando. Antes de la guerra, Rusia exportaba alrededor de 5 millones de barriles diarios de petróleo crudo y 2.5 millones adicionales de productos refinados como gasolina y diésel".

Para el diario estadounidense el alza de los precios petroleros "reflejó un nuevo orden incierto que surgió entre los principales compradores y vendedores de petróleo del mundo, ya que las suposiciones de larga data sobre cómo responderían los principales actores en caso de un shock en la oferta se estaban viendo alteradas por puntos de vista geopolíticos rápidamente cambiantes sobre Rusia".

Y es que, según los redactores del WSJ, "los productores de Medio Oriente que habían respondido a los llamados de Estados Unidos para una mayor producción en el pasado estaban siguiendo una línea cuidadosa con Rusia, su nuevo socio en la alianza petrolera conocida como OPEP+". Este nuevo orden "incierto" en el mercado petrólero por cambios geopolíticos parecen enfilar los altos precios petroleros por un tiempo no definido. 

Los efectos en México

Los 105.52 dólares por barril en que vendió Pemex este miércoles cada barril del petróleo mexicano de exportación, lucen suculentos para unas finanzas públicas cada vez más débiles por la laxitud en las políticas de gasto, en momentos en que la economía se ha estancado debilitando los ingresos tributarios.

Sin embargo, en el balance, lo que debería ser ganancia para un país petrolero como México, el alza de los precios petroleros mundiales juega en contra de las finanzas públicas y de los objetivos políticos del presidente López Obrador. Una alta inflación, que crecería aún más con precios de energéticos desbocados, no es una buena noticia para un Presidente que tendrá un referéndum próximamente y con varias gubernaturas en juego este mismo año.

Si bien López Obrador ha echado mano de incrementar subsidios para contener las alzas en los precios de las gasolinas, de los peajes e, incluso, de las tarifas eléctricas; será peligroso que en este entorno siga apostando por mayores subsidios, a la vez que infla los gastos para pensiones y otros compromisos políticos.

Archivado en