Llega “El buen fin” 2018 con salarios reales que cayeron 0.2% en el sexenio

Para la octava edición del programa conocido como “El Buen Fin” hay focos amarillos para los consumidores mexicanos, como mayor inflación, tasas de interés más altas y un freno al crédito.
16 Noviembre, 2018 Actualizado el 16 de Noviembre, a las 10:40
En septiembre de 2018 el salario promedio mensual en el sector formal es de 10 mil 554 pesos, dato menor a los 10 mil 575 pesos de enero de 2013, según datos del IMSS.
En septiembre de 2018 el salario promedio mensual en el sector formal es de 10 mil 554 pesos, dato menor a los 10 mil 575 pesos de enero de 2013, según datos del IMSS.
Arena Pública

Desde hace ocho años en México el sector privado impulsa las compras en los hogares de bienes y servicios a través del programa conocido como “El buen Fin” que este año se llevará a cabo del 16 al 19 de noviembre, pero en esta ocasión los consumidores cuentan con menos ingresos en términos reales de lo que se tenía al inicio del sexenio.

Las últimas cifras del salario diario promedio asociado a trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), revelan que en septiembre el salario mensual es de 10 mil 554 pesos, el dato representa una baja en términos reales de 0.20% respecto al dato de enero de 2013.

Prácticamente desde 2011 los salarios reales se encuentran estancados para los trabajadores del sector formal, ya que a julio de 2011 la remuneración era de 10 mil 533 pesos al mes expresada a precios actuales.

Aún con las promociones y descuentos, las familias tienen un menor poder de compra, los salarios se han visto afectado por la inflación, una variable la cual desde el primer mes de 2017 se encuentra por arriba del objetivo del Banco de México (Banxico) que es de un rango de 3.0% a 4.0%, tan sólo en octubre pasado registró un incremento anual de 4.9%.

Con el deterioro del poder de compra de los salarios, una inflación alta y elevadas tasas de interés se rompe el circulo virtuoso de la inversión y el ahorro. La capacidad de ahorro de las familias se ve mermada ante la pérdida de poder adquisitivo de sus ingresos, lo que afecta la demanda agregada por el lado de un menor consumo y menor inversión.

Créditos más caros y restringidos

Para frenar el avance de la inflación, Banxico utiliza la tasa de interés como instrumento de política monetaria para restringir la demanda.

Este jueves la tasa de interés objetivo subió 25 puntos base y se ubica ya en 8.0%, su nivel más alto en los últimos 10 años.

Este incremento en el precio del dinero se transfiere a los diferentes productos financieros vinculados a la tasa de interés interbancaria, de esta forma el crédito se vuelve más caro, hogares y empresas tienen que pagar más por sus deudas e inclusive por las comisiones y tarifas que llegan a pagar por la contratación de un crédito.

El crédito juega un papel muy importante para esta campaña promocional. Un estudio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) recabada con datos de “El buen Fin” de 2017, revela que la principal estrategia financiera para atraer consumidores es la de meses sin intereses y la bonificación de puntos.

“Durante el Buen Fin 2017, destaca el otorgamiento de meses sin intereses en 46.8% y 38.8% de las empresas de comercio y servicios. Le sigue en importancia la bonificación de puntos, kilómetros o dinero electrónico en 15.1% y 11.0% de las empresas de los dos sectores”. Indica el estudio.

En este aspecto radica lo peligroso que puede resultar el endeudamiento con plástico, de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) la cartera vencida del crédito al consumo es de 45 mil 351 millones de pesos (mdp) de los cuales los préstamos con tarjeta representan el 46%.

Respecto a la cartera vigente de los préstamos con tarjeta de crédito estos muestran un comportamiento descendente, tan sólo en septiembre crecieron a una tasa real anual de 2.2%, su menor dinamismo para un mes similar desde 2010.

 

Se moderan las expectativas de crecimiento económico

Otro aspecto que enfrentan los consumidores es un escenario económico en fase de desaceleración; los riesgos externos e internos ha provocado ajustes a la baja en las expectativas de crecimiento económico para 2019.

El FMI recortó el pasado 8 de octubre su expectativa de crecimiento económico para México para 2018 de 2.2% desde un 2.3%, mientras que para 2019 estima un avance de 2.5% desde el 2.7% previo.

Estas estimaciones fueron hechas previo al anuncio de la cancelación del NAIM en Texcoco y el ajuste a la baja en la perspectiva de la economía de México de estable a Negativa, así como a los bonos de Pemex por parte de Fitch. Situación que han provocado una mayor percepción de riesgo.

 

Mercado interno con señales mixtas

No todo son malas noticias, hay indicadores cuantitativos y cualitativos del consumo interno que dan señales positivas para detonar las compras y para que el gasto de las familias siga detonando el crecimiento económico, tales como las remesas, la confianza del consumidor y empleo formal

Las remesas se encuentran en un nivel récord al sumar 32 mil 700 millones de dólares, de acuerdo con información de Banxico a septiembre de 2018. Gran parte de estos recursos las familias lo destinan como apoyo a su gasto corriente, pero también a la compra de bienes duraderos como televisores, estufas, refrigeradores y otros.

En ese sentido, el índice de confianza del consumidor del Inegi, se encuentra en su nivel más alto en los últimos 10 años al reportar en octubre 101.4 puntos, un crecimiento mensual y en cifras ajustadas de 1.2%.

Al interior del índice de confianza, destaca el componente que mide la percepción de los hogares para la compra de bienes duraderos, cuyo índice también se encuentra en su mejor posición desde abril de 2008 y en octubre creció 3.5% mensual.

Por otra parte, en octubre el número de trabajadores registrado al IMSS fue de 20.35 millones, con ello hay un avance en el año de 937 mil 724 nuevas fuentes de empleo y en el sexenio se reportan 4.2 millones de plazas nuevas.

 

¿Qué sigue para “El buen fin”?

Sin duda, el escenario para los consumidores no es alentador; el mercado interno no se encuentra en su mejor momento, pero aun así se requiere generar incentivos reales a la demanda que ayuden a detonar el crecimiento.

La idea del Buen Fin es un programa que debe evolucionar, en los últimos años sus estrategias financieras se han centrado más en incentivos artificiales como meses sin intereses, la condonación de estos o bien en bonificación de puntos.

 

La Secretaría de Economía señaló que este año se estiman ventas por "El buen Fin" de 97 mil mdp con un crecimiento de 5% respecto al año anterior.

La realidad es que para detonar el mercado interno de manera potencial, se necesita algo más que estabilidad macroeconómica, se requiere involucrar a todos los participantes de la economía para contar con acciones más coordinadas que permitan reducir los costos y ofrecer a las familias productos atractivos, de calidad y buen precio.

Ofrecer mejores precios también se relaciona con la competitividad, la innovación, la tecnología, la infraestructura, la productividad laboral, con mejores sistemas de proveeduría, logística y almacenaje; para ello, es indispensable el fomento al círculo virtuoso de la economía de ahorro, empleo de calidad, crédito e inversión.