Con siete récords mensuales, empleo formal se encamina a uno de sus mejores años

La eliminación del outsourcing, los controvertidos aumentos al salario mínimo y la renegociación de contratos colectivos no han mermado la creación de empleo como se llegó a creer.
9 Noviembre, 2022 Actualizado el 9 de Noviembre, a las 14:48
Tan solo en octubre se crearon 208 mil nuevos empleos, el incremento más alto de toda la historia. (Foto: STPS)
Tan solo en octubre se crearon 208 mil nuevos empleos, el incremento más alto de toda la historia. (Foto: STPS)
Arena Pública

La racha de creación de empleos formales se mantiene fuerte, pese a los controvertidos cambios en la regulación laboral y a una débil recuperación económica.

Tan solo en octubre, el número de puestos de trabajo afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) -uno de los mayores indicadores de empleos formales en el país- reportó la incorporación de 207,968 nuevos empleos, el incremento más alto en toda la historia para cualquier mes.

Según David Kaplan, economista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y especialista en mercados laborales, el repunte de octubre está en sintonía con el mayor número de contrataciones rumbo a la temporada navideña de ventas. Sin embargo, el dato no deja de sorprender por haber superado con creces, incluso al rebote de 2020. 

Con ello, el número acumulado de puestos de trabajo creados en los 10 meses del año sumó 997,178 puestos, casi un millón, el segundo más alto para un periodo similar desde que se tiene registro, y que fueron obtenidos luego de varios meses de récords mensuales. 

La racha de récords comenzó en enero cuando la creación de empleos fue de 142 mil nuevas plazas registradas ante el IMSS, seguido por el también récord febrero con 178,867 y que a pesar de que marzo, cayó a solo 64,566 puestos de trabajo, el menor registro de empleo para un mes igual desde 2019, fue suficiente para alcanzar un récord de 385,704 acumulados durante el primer trimestre del año. 

El segundo trimestre, la temporada más baja de contrataciones, volvió a presentar niveles récord en abril y junio, aunque la disminución de 2,855 puestos durante mayo impidió que el segundo trimestre volviera a romper récord. 

Pese a no poder romper su marca durante el segundo trimestre del año, la adición de nuevas plazas no paró su fuerte dinamismo incluso en el tercer trimestre del año, que comenzó con el pie izquierdo al crearse solo 10,726 nuevos puestos en julio, pero aceleró rápidamente con la adición de 157,432 plazas en agosto -otro récord más- y 172,492 en septiembre, tan solo 1% por debajo del 2021, que se quedó con el récord para el noveno mes del año. 

De repetirse una fuerte adición de plazas en noviembre, este año podría convertirse en uno de los mayores en materia de creación de empleo formales, pero para disputarle el primer o segundo puesto a 2021 y 2017 -cuando se crearon 802 mil y 846 mil puestos- tendrá además que “sobrevivir” al periodo de despidos masivos que año tras año sucede en diciembre.

Tan solo el año pasado, cuando el periodo enero-noviembre rompió el récord de 2017 con 1 millón 159 mil empleos creados, el número de bajas de diciembre fue de 313 mil puestos, cifra por la que suele rondar año tras año. 

Aunque alcanzar la meta parece difícil, especialmente con menores plazas que recuperar entre las pérdidas por la pandemia,  el incremento del dinamismo de creación de empleo en algunas de las entidades más importantes del país como la Ciudad de México (29,732), Estado de México (23,516), Jalisco (23,294) y Nuevo León (14,861), aumentan las posibilidades. 

No obstante, incluso cuando el empleo de este año pudiera convertirse en una nueva bandera a destacar por el gobierno federal, este sexenio se mantendría como el peor en la materia no solo por la caída pandémica de 2020, sino también por una pobre creación de 342 mil  empleos durante 2019, casi la mitad del promedio de los últimos dos sexenios.  

Miedos ante cambios laborales no se han hecho realidad

Más allá del reto de crear nuevos empleos, y no solo recuperar los perdidos, se dieron importantes cambios en materia laboral en este sexenio, desde el aumento a casi el doble del salario mínimo, hasta nuevas regulaciones laborales en materia de democracia sindical, regulación del outsourcing y, recientemente, el aumento en los periodos vacacionales. 

Ninguna de estas nuevas políticas ha estado exenta de polémica debido a los posibles efectos sobre el ritmo de generación de empleo formal, especialmente en medio de una lenta recuperación económica. 

El primero de ellos ha sido la reforma en materia de subcontratación laboral que en septiembre cumplió un año de su entrada en vigor y que -se pensó- podría representar un grave riesgo para la creación de empleo al incrementar los costos laborales para las empresas. Según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, alrededor de 2.9 millones de trabajadores fueron contratados por su patrón real luego de la reforma, mismos que gozaron de un aumento promedio de 27% en su salario de cotización.

Sin embargo, la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano, en su balance de efectos de la reforma, señala que de 5.2 millones de trabajadores que se encontraban en outsourcing alrededor de 970 mil ya no se encuentran “vigentes” en los registros del IMSS lo que podría significar que perdieron su empleo o migraron a la informalidad. 

En materia de ingresos laborales, tampoco ha habido efectos identificables que mermen la creación de nuevas plazas. Según el IMSS, el salario base de cotización fue de 479.90 pesos en octubre, esto es 11.1% de incremento respecto de octubre de 2021 y por encima del 6% promedio que se ha registrado desde 2019.

Estos incrementos se han mantenido en parte gracias a la política de aumentos anuales del salario mínimo en el país, que ha pasado de 88.4 pesos al inicio de este sexenio hasta 141.7 pesos a principios de 2021, con miras a incrementarse en 15% para el próximo año, sin que a la fecha hayan existido efectos visibles sobre la inflación ni en el número de contrataciones. 

Hay miles de vacantes, pero...

No obstante, los retos laborales para el país persisten. Pese al incremento en el número de plazas, el porcentaje de población ocupada en la informalidad se ha mantenido en niveles elevados, de 55.6%, demostrando que la creación de empleo formal sigue sin ser suficiente para los cerca de 1 millón de jóvenes que se integran año tras año al mercado laboral mexicano.

Al respecto José Medina Mora, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) puntualiza que irónicamente existe entre 1.2 y 1.6 millones de vacantes disponibles para los jóvenes, sin embargo el clima de inseguridad, el atractivo de la migración a Estados Unidos, e incluso los propios programas sociales del gobierno federal limitan la ocupación de esas vacantes. 

"Hace tres semanas estuve en Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua. Una empacadora de manzanas contrata cuatro mil personas, hoy tiene dos mil. Antes nos decían que bajaban de la Sierra Tarahumara dos mil a trabajar y ahora ya no bajan. Subimos a la sierra, hablamos con el obispo y nos dicen que la gente recibe cinco mil 200 pesos por Jóvenes Construyendo el Futuro y ya no quieren trabajar", lamentó el presidente de la Coparmex en un encuentro con medios.