Gran oferta de empleos en Estados Unidos atraen a migrantes, a pesar de la alta inflación
Los nuevos migrantes que llegan a Estados Unidos (EU) están enfrentándose a un escenario agridulce: Una gran cantidad de empleos disponibles por doquier, aunque también el encarecimiento del “sueño americano”. Pero en el balance, la migración hacia EU se sigue acelerando.
Luego de dos años de crisis sanitaria, el presidente estadounidense Joe Biden declaró que la pandemia de COVID 19 ha “terminado” en los EU; sin embargo, la virulenta inflación mundial que ha llegado de la mano de la recuperación económica, pone nuevamente en riesgo al motor económico del mundo.
Pero a la par del crecimiento de la inflación y la recuperación económica, las cifras de inmigración hacia la Unión Americana forman parte de esa “nueva normalidad” e incluso podrían ser parte esencial del tratamiento para la alta fiebre de los precios.
Para el mes de agosto, la inflación en los EU fue de 8.3%, una cifra que a primera vista da alivio respecto al 8.5% del mes previo, pero que en el caso de la inflación subyacente -que creció 6.3% respecto al 5.9% previo- da cuenta de la peligrosa trayectoria que aún mantienen la mayor parte de los precios básicos de la economía.
El aumento de los precios se ha debido principalmente a las disrupciones en las cadenas de suministro internacionales, principalmente las de China hacia los Estados Unidos; sin embargo, estas disrupciones no hubieran tenido el mismo impacto de no haber sido por la explosión de la demanda luego del relajamiento de las medidas de confinamiento.
Por si fuera poco la inflación se ha visto “superada”, como señaló recientemente el Secretario del Trabajo estadounidense Marty Walsh, por un peligro adicional que está presionando a la producción y a su vez a los precios: la escasez de mano de obra que trajo la pandemia y que continúa hasta la fecha.
La falta de mano de obra ha disminuido la capacidad productiva de los negocios estadounidenses que, para ser más competitivos en el mercado laboral y atraer más trabajadores, han tenido que recurrir a ofrecer salarios más altos o bonos extra.
En 2021, por ejemplo, el gigante Amazon comenzó a ofrecer bonos de 1,000 dólares para los trabajos de almacén y transporte, mientras los Hoteles Hilton ofrecieron bonos de 500 dólares para los asistentes de camaristas. La cadena McDonalds, entre otras de su mismo giro, subieron el salario de sus trabajadores hasta 10%, una cifra promedio que comenzó a extenderse entre otros sectores de la economía estadounidense.
“Si esta escasez de trabajadores continúa, estoy seguro que continuara dañando los mercados laborales, cadenas de suministro, y productividad en general conforme las empresas tengan que pagar más a sus empleados y, por ende, aumentado una parte de los precios para compensar mayores costos salariales” escribió en un reciente artículo Jose Ivan Rodriguez-Sanchez, investigador del Baker Institute Center para Estados Unidos y México.
Aún con inflación, migrantes mantienen “el sueño americano”
Si bien la recuperación laboral en los Estados Unidos ha sido sólida –tan solo en agosto se crearon 315 mil puestos de trabajo, superando las expectativas de los economistas- el número de vacantes (11.2 millones) continúa siendo casi el doble de los 5.7 millones de desempleados en los Estados Unidos.
La escasez de trabajadores es más evidente en las industrias hotelera y de servicios -que sufrieron el mayor impacto por la pandemia-, especialmente en trabajos no especializado del sector servicios como lavaplatos, camioneros, trabajadores minoristas, servidores de alimentos, agentes aeroportuarios, asistentes de salud en el hogar y roles similares donde se concentra el 77% de los trabajadores migrantes, según el Anuario de Migración y Remesas 2022 de BBVA Research.
Pero mientras las poblaciones nativas, especialmente las de etnia blanca, han formado parte activa de la llamada “gran renuncia”, las poblaciones de etnia latina -entre ellos los migrantes- han comenzado a ocupar hasta más de uno de los espacios vacíos.
De acuerdo a la Oficina de Estadísticas Laborales, el 4.7% de la población económicamente activa de Estados Unidos tienen dos empleos de tiempo completo para poder completar su manutención, un dato incluso mayor al registrado en agosto de 2021.
Sin embargo, aun cuando vivir se ha hecho más caro, apenas el año pasado aumentó en 400 mil el número de migrantes mexicanos en EU. De promediar 59 mil encuentros mensuales en 2021 con la autoridad migratoria -una estadística para estimar el número de migrantes no documentados- se alcanzaron 72 mil encuentros mensuales en lo que va del año 2022.
Las razones detrás del regreso de los migrantes se encuentran por un lado, en el fin de la pandemia de COVID 19 y los mayores salarios ofrecidos en EU y, por otra parte, en la alta inflación acompañada de iguales o peores condiciones económicas que las previas a la pandemia en sus países de origen.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) se espera que para el 2022 en su conjunto, el grupo conformado por Centroamérica y México registre un crecimiento económico de 2.5%, cifra acorde a la baja tendencia histórica de crecimiento en la región.
Pero mientras los países de origen batallan nuevamente con economías estancadas, se espera que el regreso de la migración en conjunto con los altos salarios ofrecidos en Estados Unidos, mantengan la tendencia ascendente de las remesas enviadas desde EU a sus países de origen.
Según las cifras de BBVA, se estima que solo en México las remesas llegarán a 58,500 millones de dólares en 2022 (+13.4% anual) y para 2023 alcanzarán los 62,600 MD (+7.0%). Ambas cifras anuales récord.