Xenotransplantes, una opción para salvar vidas en el futuro

En México hay 22 mil 720 personas en espera de un órgano, sin embargo nunca se tendrán suficientes órganos, dicen investigadores.
11 Mayo, 2022 Actualizado el 11 de Mayo, a las 11:40
En el país, cada 10 minutos alguien se suma a la lista de espera en busca de un órgano o tejido. (Foto:Pexels)
En el país, cada 10 minutos alguien se suma a la lista de espera en busca de un órgano o tejido. (Foto:Pexels)
Arena Pública

Alguien tiene que morir para que otra persona pueda vivir, es el modelo actual de los trasplantes, sin embargo, éste modelo podría cambiar con el uso de órganos animales.

"La necesidad de órganos es exponencial; el abasto es muy gradual y la demanda es enorme. Nunca la vamos a lograr cubrir con el paradigma actual de solamente tener una fuente de órganos de personas que han muerto o de donadores vivos", dijo recientemente Robert Montgomery, médico que realizó el primer xenotrasplante de un riñón no humano en un ser humano con muerte cerebral, durante un encuentro con medios organizado por Sanofi.

El 7 de enero de este año, David Bennett, un hombre de 57 años con una enfermedad cardíaca terminal, recibió un corazón de cerdo genéticamente modificado en el Centro Médico de la Universidad de Maryland, sin embargo, falleció dos meses después.

Durante ese mes, también se trasplantaron dos riñones de cerdo modificados genéticamente a un paciente con muerte cerebral. “No se observó rechazo hiperagudo y los riñones permanecieron viables hasta la terminación 74 horas después”, según First clinical-grade porcine kidney xenotransplant using a human decedent model, publicado en enero pasado por Wiley Online Library, una de las colecciones más grandes y autorizadas de revistas, libros y recursos de investigación en línea.

Añade que “los resultados positivos demuestran cómo los xenotrasplantes podrían resolver en un futuro la crisis de escasez de órganos en todo el mundo". Los xenotrasplantes son trasplantes de órganos entre especies distintas que se han planteado desde hace más de tres décadas para suplir la falta de órganos que requieren las personas enfermas. "Este tipo de trasplante no tiene por objeto sustituir a los de órganos de donantes vivos o de pacientes clínicamente muertos. Servirían para aportar un tiempo extra de supervivencia a las personas que necesitan un órgano y siguen en lista de espera, hasta que pudiera llegarles el turno para que les trasplantaran un órgano humano", publicó National Geographic en su edición española.

En México, hay 22 mil 720 personas en espera de un órgano, de éstos 17 mil 101 esperan un riñón, según el Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA). El propio centro informó en 2019, que cada día mueren 20 personas en México en espera de uno y cada 10 minutos alguien se suma a la lista de espera en busca de un órgano o tejido, citó el Boletín de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Creo que sí es el futuro, nunca vamos a tener suficientes órganos por razones muy evidentes, hacer que coincida la muerte cerebral de un paciente para poder tener el corazón disponible, nunca van a ser suficientes por más que sea sobre todo en tejidos tan difíciles de mantener con vida, como el corazón” dice Jorge Meléndez Zajgla, investigador en Ciencias Médicas "F" del Instituto Nacional de Medicina Genómica en entrevista con Arena Pública.

La opción más viable: órganos porcinos

El cerdo es el animal con los órganos más prometedores, pues “en el caso del corazón es muy similar en tamaño al del ser humano, el segundo bueno, nos parecemos en muchas otras cuestiones (genéticas)”, señala Meléndez Zajgla.

Sin embargo, para que esto sea posible hay que superar dos barreras: la técnica y la ética. La primera tiene que ver con la compatibilidad: “el problema que tenemos son dos, primero la diferencia que existe entre los sistemas inmune del animal y del ser humano, esto hace difícil que se acepten los trasplantes [...] no tenemos herramientas terapéuticas, medicamentos que logren esto de manera actual. Entonces, lo que se está intentando hacer es cambiar genéticamente al donador”, dijo quien también es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel 3 y doctor en Ciencias por la UNAM.

Para ello, se eliminan las moléculas de la superficie celular que puedan ser reconocidas por el sistema inmunológico humano o que puedan amplificar la inflamación o que permitan la coagulación. En el caso del trasplante de corazón, se suprimió un receptor para que este dejara de crecer dentro del receptor, comenta Zajgla. El segundo problema es el microambiente (microbiana y viral que se encuentran en el donador). Destaca que hay virus activos y virus adormecidos en el órgano trasplantado e incluso “otros virus que sean totalmente benignos que no hayamos reconocido, es poco probable, pero puede existir”.

Por lo que la preocupación de infecciones entre especies es latente: “ya hemos pasado por esta pandemia y obviamente nos preocupan las zoonosis y la posibilidad de una infección entre especies”, señaló Montgomery entrevistado por El Economista.

Dilema ético: “¿quién puede y debe recibir un trasplante?”

Para que se lleve a cabo un xenotrasplante, básicamente, se necesitan dos condiciones: estar en la lista de espera y que no exista disposición de órganos antes de fallecer y ser adulto por el tamaño del órgano: “no podemos pensar en niños, porque estos corazones necesitan ir creciendo conforme al niño y no hay ningún estudio, que yo sepa, en el cual hayan podido ir creciendo un corazón”, dijo Zajgla.

Aunado a esto se encuentra el derecho de los animales y su sacrificio para que un ser humano viva. Sin embargo, el mayor dilema ético tiene que ver con quién va a tener acceso a xenotransplantes “porque esto evidentemente va a ser caro”, por ello también es preciso invertir para desarrollar estos órganos y cumplir con la “necesidad imperiosa” del trasplante

“Lo que hace falta aquí en el país es iniciar con este tipo de investigaciones, porque no podemos depender de las compañías y los costos que ellos tienen”, concluye Zajgla.

Entre las empresas dedicadas al campo de los xenotrasplantes (cría de cerdos modificados genéticamente), destaca Revividor, que proveyó el corazón para el primer xenotrasplante de este tipo.

En esta granja se producen corazones, lóbulos pulmonares y renales, no obstante,  el costo de mantenimiento es elevado por los cuidados que requieren los cerdos, por lo que “es difícil que un particular los pueda tener”.

“Decir que ya se tienen cerdos y órganos desmotivaría la donación y ese es un problema mundial, especialmente cuando se trata de riñón, hígado, corazón, páncreas y todo lo demás. El órgano que se requiere en una cantidad enorme es el riñón. Hay que cuidar mucho esto”, dijo Rubén Argüero Sánchez, jefe del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, citado por la Gaceta UNAM, publicación bimestral de la máxima casa de estudios de México.

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