Una feroz segunda ola del virus en Brasil tambalea a su economía

Más de 300,000 brasileños han muerto por el coronavirus desde su brote hace un año, sólo el 7% de su población se ha vacunado mientras enfrenta una segunda oleada del virus con consecuencias fatales.
25 Marzo, 2021 Actualizado el 25 de Marzo, a las 11:17
Militares realizan labores de descontaminación en más de 8 mil puntos en todo Brasil (Foto: Twitter Ministerio de Defensa de Brasil)
Militares realizan labores de descontaminación en más de 8 mil puntos en todo Brasil (Foto: Twitter Ministerio de Defensa de Brasil)
Arena Pública

Brasil es el corazón mundial de la pandemia en estos días. El pasado martes informó de 3,251 muertes por Covid-19 en un solo día, la cifra más alta en todo el globo, y ya suma 300 mil 685 fallecidos desde el inicio de una pandemia que se expande sin control en el mayor país de América Latina.

Una variante más contagiosa que se originó en la ciudad amazónica de Manaus se ha extendido rápidamente por todo el país amazónico desde el Año Nuevo como parte de una segunda ola que ha llevado al cierre de fronteras.

El presidente Jair Bolsonaro, quien minimizó la gravedad de la pandemia y enfatizó la necesidad de mantener la economía abierta, dijo en un discurso a nivel nacional el mismo martes que la vida volverá a la normalidad "muy pronto" y aseguró que el 2021 será un año de vacunación para los brasileños.

Pero a pesar del discurso oficial, las previsiones son graves. Un estudio de la Universidad Federal Fluminense divulgado este miércoles señala que el país puede llegar a 5 mil muertes diarias por el coronavirus Covid-19 a finales de abril o comienzos de mayo, cuando estará en el pico de la nueva ola de la pandemia.

Marcio Watanabe, responsable del estudio, dijo que esa previsión dependerá de la velocidad en la vacunación y la efectividad de las medidas impuestas por los gobiernos locales y federal. El ministro de salud brasileño, Marcelo Queiroga, dijo el mismo martes que el gobierno buscará elevar el ritmo de vacunación de 300 mil dosis diarias que se aplican actualmente, a un millón. La preocupación ha crecido entre los vecinos Colombia, Perú, Paraguay y Argentina que han visto repuntes en el número de infectados locales. 

Cientos de economistas brasileños, incluidos exministros de finanzas y presidentes de bancos centrales, instaron al gobierno brasileño en una carta abierta publicada el lunes a acelerar la vacunación y adoptar restricciones más estrictas para detener la propagación del coronavirus, incluidos posibles bloqueos.

“Esta recesión, así como sus dañinas consecuencias sociales, fue causada por la pandemia y no se superará hasta que la pandemia sea controlada mediante la acción competente del gobierno federal”, decía la carta. “La controversia en torno a los impactos económicos del distanciamiento social refleja el falso dilema de salvar vidas versus garantizar el sustento de una población vulnerable”, destacaron en el texto.

El presidente de la mayor economía de América Latina, Jair Bolsonaro, recibió este miércoles por la mañana a funcionarios en el palacio presidencial, incluidos los jefes de la cámara baja, el senado y el tribunal superior para discutir una respuesta unificada a la pandemia. Presionado por el fuerte recrudecimiento de la pandemia, Bolsonaro, anunció el miércoles la creación por primera vez de un comité nacional para combatir la pandemia del coronavirus.

“Tuvimos una reunión muy fructífera con todos los líderes de la república. Será creada una coordinación junto a los gobernadores y al Congreso. Por nuestra parte, el comité se reunirá todas las semanas”, dijo Bolsonaro a los periodistas después de la reunión. “Más que armonía, hubo solidaridad y voluntad de minimizar los efectos de la pandemia”. agregó.

El notable incremento de casos y muertes por el virus están afectando la popularidad de Bolsonaro. Su manejo de la crisis es desaprobado por el 54% de los brasileños, según una encuesta publicada la semana pasada por Datafolha, uno de los institutos de investigación más destacados del país. Para el 79% de los encuestados, la pandemia está completamente fuera de control mientras que el 55% dijo tener miedo de infectarse.

 

Previsiones a la baja para 2021

La eficacia en la vacunación además de salvar vidas, también genera mejores expectativas económicas, como lo señaló el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, el viernes pasado en el encuentro “Los Retos del futuro de Brasil”. Allí Guedes dijo que la vacunación masiva debe acelerarse "para garantizar un regreso seguro al trabajo", especialmente para los más vulnerables.

Durante 2020, el Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil se contrajo un 4.1%, la mayor recesión anual en décadas. Aun así, el resultado fue mejor de lo previsto por el Fondo Monetario Internacional en abril del año pasado, estimando una caída del 5.3%. La contracción del 4.1% en 2020 es considerablemente mejor que otras economías importantes de la región. Argentina y México se contrajeron un 10 y un 8.5%, respectivamente, en 2020. 

Sin embargo las previsiones para este año ya resienten los graves efectos de una pandemia sin control. Este jueves el Banco Central de Brasil ha rebajado su previsión de 3.8% a 3.6% debido a la incertidumbre por la evolución de la pandemia, dijo en su más reciente informe.

Desde el comienzo de la crisis de salud, el presidente de Brasil se ha mostrado inflexible en cuanto a que la economía debe seguir funcionando, argumentando que los cierres y las restricciones causarían mayores dificultades a la población que la enfermedad. 

Esa posición, que fue en contra de las recomendaciones de los expertos en salud pública, ayudó a evitar una recesión aún más profunda, al menos a corto plazo, al igual que un generoso programa de asistencia social para una pandemia.

La inflación ha alcanzado un máximo de cuatro años al registrar un 5.2%, cifra muy por encima de la meta del banco central para 2021 de 3.75%, situación por la cual el Banco Do Brasil elevó recientemente su tasa de referencia en 75 puntos básicos a 2.75%. Brasil se convirtió en la primera gran economía en subir las tasas de interés este año, un presagio para otros países en desarrollo que podrían verse obligados a aumentar los costos de los préstamos y poner en peligro sus frágiles economías.

La decisión del banco central de elevar su tasa de interés de referencia a 2.75% desde su mínimo histórico de 2% se produce en medio de un debilitamiento de la moneda -el real brasileño se ha debilitado un 30% desde 2020- y un fuerte aumento de los precios del combustible, además de que Brasil está registrando casi un tercio de todas las muertes diarias por Covid-19 en el mundo.

Con un entorno económico incierto, la confianza de los compradores ha sido fuertemente afectada. La confianza del consumidor registró la mayor tercera caída mensual registrada. El índice de confianza del consumidor cayó 9.8% en marzo. Solo ha habido dos caídas mensuales más pronunciadas desde que comenzó la serie de datos en 2005: octubre de 2008, en el apogeo de la crisis financiera mundial, y abril del año pasado, cuando la primera ola de la pandemia mundial prácticamente cerró toda la economía.

"La campaña de vacunación contra COVID-19 sigue siendo lenta, mientras que el número de hospitalizaciones y muertes por día avanza rápidamente, lo que lleva a los estados y municipios a adoptar medidas para restringir el movimiento de personas", dijo la directora de la encuesta, Viviane Seda Bittencourt.

"Los consumidores ven el deterioro de la situación económica, ven serios riesgos para su empleo y también se ven afectados psicológicamente por el miedo a contraer la enfermedad y la necesidad de aislarse socialmente", agregó Bittencourt.

 

Archivado en