La muerte de la Reforma Energética, no cambia la incertidumbre en el sector

Las políticas y presiones aplicadas por el Gobierno Federal en los últimos años no han desaparecido y se mantendrán, prevén expertos.
20 Abril, 2022 Actualizado el 19 de Mayo, a las 12:56
El presidente aseguró que no enviará otra iniciativa tras el rechazo a la Reforma Energética (Foto: Gobierno de la CDMX)
El presidente aseguró que no enviará otra iniciativa tras el rechazo a la Reforma Energética (Foto: Gobierno de la CDMX)
Arena Pública

Que la iniciativa de Reforma Energética enviada por el Presidente haya muerto en la Cámara de Diputados, no significa que el mercado eléctrico nacional vaya a cambiar sustantivamente en el corto y mediano plazo, advierten expertos consultados para este reporte.

“Sí es una victoria, en términos políticos, en términos de crear esperanza de que podría existir un entorno más competitivo de cara a las elecciones de 2024 […]. Pero de eso a decir que con la decisión de la Cámara se va a levantar el sector energético, vamos a tener menos disrupciones, mejores condiciones, precios para energéticos, abastecimiento y transición, pues no. Estamos en el mismo punto. Solo evitamos que llegara un escenario aún peor”, asegura Luis Serra, decano de investigación de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey (ITESM).

Lo anterior se debe en gran medida a que “el gobierno seguirá tomando las mismas medidas, particularmente en los permisos de generación de los privados”, advierte Arturo Carranza, director de proyectos de energía en Akza Consultores. “También los órganos reguladores, particularmente la Comisión Reguladora de Energía (CRE), seguirá alineada a la política energética del gobierno […] y seguirá impactando en los ánimos de los inversionistas, afectando la participación de privados. El ambiente de incertidumbre […] continuará el resto del sexenio”, agrega.

También se percibe complicado que el actual gobierno continúe escalando sus esfuerzos legislativos para incrementar el control estatal sobre la industria energética. El propio Presidente dijo que ya no volvería a enviar una propuesta al Congreso de la Unión para alcanzar las metas que se propuso con la Reforma Energética original. Pero, por otro, realmente no lo necesitaría.

El dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) respecto a la inconstitucionalidad de las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), y más recientemente su decisión de dejar fuera a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) de la discusión sobre la misma LIE, muestran que ciertos órganos autónomos clave para el sector, tienen una clara disposición a seguir la línea del gobierno, dice Serra.

“Se harán cambios a través de decretos, de disposiciones administrativas de carácter general. Ya no se intentará una nueva legislación secundaria, porque ya se tiene un empate técnico entre el gobierno y los ministros respecto a la LIE […]. La CRE sigue constituida igual, tiene la misma instrucción y la misma directriz […]. Incluso la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), que podríamos argumentar es el órgano más independiente, está atada de manos por diseño. Si el Ejecutivo federal no convoca a rondas, no puede hacer nada”, señala el experto y catedrático en el Tec.

A pesar de la persistencia de este escenario, Carranza ve oportunidades. “No estamos en el mejor de los ambientes de inversión, pero tampoco estamos en el peor. Es cierto, se han tomado en los últimos cuatro años medidas políticas que ha tenido un impacto en el dinamismo del sector […]. Pero México aún sigue siendo atractivo para las inversiones en el sector energético, por el potencial en materia renovable que existe en el país”, dice.

Reforma Energética y Estados Unidos

El hecho que México continúe siendo un destino atractivo de inversión energética, a pesar de la política del actual gobierno, significa un reto en sí mismo. Y es que también se espera que el gobierno de Estados Unidos continúe preparando su batalla legal contra México para defender sus inversiones en el país, aún si la Reforma Energética dejó de ser una amenaza.

“No creo que Estados Unidos le haya dado la vuelta a la hoja y hayan pasado al siguiente tema. Lo seguirán monitoreando. Y México tendrá que preocuparse por mejorar su posición como país receptor de inversión extranjera”, advierte Jorge Molina Larrondo, consultor en políticas públicas y comercio, así como profesor de economía y negocios internacionales del ITESM.

De hecho, el enfrentamiento de Estados Unidos con México podría escalar rápidamente en intensidad en el corto plazo, aún si la muerte de la Reforma Energética significa que el actual Gobierno federal solo tiene pensado usar las mismas estrategias de control que ha ejercido en los últimos tres años.

Estados Unidos se está preparando para sus elecciones de medio término a inicios de noviembre próximo, donde se renovarán todos los integrantes de la Casa de Representantes, una tercera parte de los curules en el Senado y varias gubernaturas estatales. Se espera que los resultados del proceso tengan grandes implicaciones para el escenario político estadounidense, y de acuerdo con Molina Larrondo, México es un “villano” perfecto para inspirar tanto a votantes republicanos como a ciudadanos demócratas.

“El tema de comercio internacional es uno que le pega a cualquier político republicano, y desde hace un tiempo México se ha vuelto el villano de moda [en este contexto]. Nos van a seguir sacando cosas, no lo dudo. Y usarán [la Reforma Energética] como un antecedente de lo que México puede hacer. [Y del lado demócrata], se ha vigilado de cerca los compromisos que México firmó en la conferencia de cambio climático el año pasado en Glasgow. Ahí México se ha hecho pato, y es un tema que le interesa a Biden porque lo ha tomado como uno de sus temas para guiar la política internacional estadounidense”, concluye Molina Larrondo.