Ola de nearshoring a México limitada por la política energética
¿Contradicción? Mientras que los funcionarios de Hacienda y Economía ven al nearshoring como una panacea de inversiones hacia el país para impulsar el crecimiento y que no se puede desperdiciar, la propia política energética gubernamental le ha puesto el pie, limitando las expectativas.
El nearshoring, o la relocalización de empresas a países cercanos a los mercados dónde buscan llegar, está en boca del sector público y privado como la "oportunidad de oro" para impulsar aún más a la industria manufacturera, la más importante del país, a medida que la geopolítica empuja a las empresas ha optimizar sus cadenas de suministro para llegar al gran mercado estadounidense. México tiene una posición estratégica para ese fin.
Bank of America ha publicado que el nearshoring representa para México una "ocasión única". Antes de ser relevado de su cargo, el exsubsecretario de Industria y Comercio, Héctor Guerrero, dijo que México podía darse “la arrepentida de la vida” si no aprovechaba la oportunidad histórica que nació luego de la pandemia para impulsar la llegada de empresas extranjeras al país, algo que “no sucedería dos veces”.
Según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), México sería el país que más ganancias obtendría del nearshoring en Latinoamérica, con un potencial para atraer hasta 35 mil 300 millones de dólares en inversiones al año.
Tan solo octubre, según la Segunda Edición del Nearshoring Tracker de Credit Suisse, identificó al menos 20 anuncios de inversión en México relacionados con el nearshoring con un valor aproximado de 2 mil 050 millones de dólares.
Las esperanzas del gobierno respecto al nearshoring no son exclusivas del exfuncionario, sino que han sido compartidas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) así como por la nueva titular de la SE, Raquel Buenrostro, quién aseguró que “se tiene una lista, hay poco más de 400 empresas que quieren localizarse aquí en México” con las que se mantendrán reuniones para conocer sus planes de instalación en el país.
Sin embargo, para algunos analistas las declaraciones de los funcionarios públicos sobre la pretendida "cascada" de inversiones debido al nearshoring, se topa con políticas -como la del sector energético- que han levantado barreras a la llegada del capital productivo.
“Mexico no está preparado para esta ola ya que no ha invertido lo suficiente en el sector eléctrico, y las empresas estadounidenses que no tienen presencia en México se están resistiendo. La disputa actual del tratado comercial de norteamérica (TMEC) entre México y EU/Canadá es un testimonio de algunas de las preocupaciones expresadas por los inversionistas internacionales de IED en México”, dice el banco de inversión Morgan Stanley en su estudio Los retos y las oportunidades de Nearshoring de México en medio de una nueva era de geopolítica.
En el estudio, Morgan Stanley estima que el potencial de crecimiento de las exportaciones de México ascienden a 155 mil millones de dólares para los próximos cinco años.
Sin embargo, la intención de concentrar la generación y abasto de energía en la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) se ha constituido como la principal limitación para la llegada de nuevas empresas que buscan relocalizarse en México, situación que se dirime en el seno del T-MEC y que plantea incertidumbres hacia el futuro inmediato.
Ya el gremio de parques industriales del país se ha pronunciado al respecto para solicitar que la CFE garantice el abasto suficiente de energía eléctrica, particularmente en los estados receptores de inversiones derivadasa de la relocalización. Sergio Argüelles González, presidente de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), dijo que las peticiones "van caminando"; mientras que, recientemente, el presidente López Obrador dio señales de buscar algunas alternativas al presentar el “Plan Sonora”, con el que México se integraría a la cadena de producción de autos eléctricos norteamericana, impulsando la generación de energía solar en el norte del país a través de 5 nuevas plantas.
Pero es en la arena regulatoria y legislativa donde la incertidumbre energética podría afectar los planes de inversión de las empresas interesadas en llegar a México, especialmente si la disputa con los Estados Unidos repercute en la relación comercial.
“Si bien el marco legal constitucional de la Reforma Energética de 2014 permanece en gran medida intacto, la mayoría de los factores que limitan las inversiones en energía se relacionan con leyes específicas, que a menudo se disputan en tribunales federales nacionales, tribunales internacionales o mecanismos de resolución de disputas, como paneles comerciales y tribunales dentro del país. T-MEC”, añadió el estudio de Morgan Stanley.
Actualmente la disputa de México con sus socios en el T-MEC continúa en negociaciones antes de escalar a un temido “panel”, mecanismo de resolución de controversias contemplado en el TMEC a través del cual Estados Unidos y Canadá tendrían el derecho de reclamar una compensación multimillonaria o imponer aranceles a productos clave mexicanos, si el resultado les favorece.
Recientemente la secretaria Buenrostro dijo que el resultado de las negociaciones con los Estados Unidos se dará a conocer en diciembre próximo, sin dar mayores detalles al respecto.