EU prepara su batalla legal frente a México por Reforma Energética

La carta de Katherine Tai a Tatiana Clouthier y un nuevo reporte del NREL serían las bases de la defensa frente a la Reforma Energética.
16 Abril, 2022 Actualizado el 16 de Abril, a las 14:07
Para Estados Unidos, la Reforma Energética va en contra de sus metas cero-emisiones (Foto: Casa de Representantes)
Para Estados Unidos, la Reforma Energética va en contra de sus metas cero-emisiones (Foto: Casa de Representantes)
Arena Pública

El gobierno de Estados Unidos (EU) está sentando las bases para una batalla legal contra México por la Reforma Energética.

Tal y como está agendado, este domingo 17 de abril se realizará la votación en la Cámara de Diputados del proyecto de reforma constitucional que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, en una de las mayores batallas políticas que ha emprendido su gobierno. A pesar de que el partido en el poder acordó hacer modificaciones más significativas al documento, en un esfuerzo por conciliar con la oposición y obtener algunos votos extra, la expectativa de los expertos sigue siendo que la legislación muera en el Congreso de la Unión.

“Esta es la reforma más radical que se ha planteado a nivel constitucional. Y está diseñada así, para no pasar”, asegura Severo López Mestre, especialista en energía. “En un análisis costo-beneficio, no vale la pena el conflicto económico y político que representa una reforma así […]. El contenido de la reforma es irrelevante, porque el fin último es impulsar un proyecto político […]. Y además, si la rechazan, puedes seguirla capitalizando, diciendo que estos conservadores que la rechazan no quieren la transformación del país. Y así te la puedes llevar hasta las elecciones”, agrega.

Pero los Estados Unidos no están dispuestos a aceptar esa apuesta, y ya empezaron a construir su caso legal para el momento en que el Congreso de la Unión decida aprobar la Reforma Energética en los actuales términos.

“[La Casa Blanca], ahora que ya se dio cuenta de la actitud del gobierno mexicano, está empezando a documentar lo que puede venir después, en la forma de quejas, reclamos y posibles solicitudes de resarcimiento”, asegura Jorge Molina Larrondo, catedrático de economía y negocios internacionales del Tec  de Monterrey (ITESM).

La documentación para un arbitraje futuro a la que se refiere el experto es un reporte conjunto entre el Departamento de Energía y el Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL) de los Estados Unidos. El análisis presenta el potencial renovable de México para 2024, año en el que el país prometió alcanzar una generación eléctrica de, al menos, 35% con fuentes cero-emisiones.

El artículo presenta tres escenarios de generación eléctrica hacia 2024: Un Escenario Sin Cambios (BAU), en el que solo entran en funcionamiento los proyectos renovables ya construidos; Energía Renovable Acelerada (ARE), donde logran entrar en funcionamiento proyectos que hoy  están en una etapa más avanzada de obtener permisos de operación y financiamiento; y Energía Renovable Acelerada + (ARE+), donde también entran en operación proyectos en etapas menos avanzadas de desarrollo. Solo en este último se alcanzaría una participación de 35% de renovables.

Entre las conclusiones del estudio de NREL, las más importantes son que los escenarios ARE y ARE+ “tendrían una baja probabilidad de completarse si se hacen cambios al estado legal, regulatorio y comercial del mercado eléctrico para crear significativas nuevas barreras de entrada” y que, también bajo estos dos escenarios, México podría “crear 17 mil millones de dólares (MD) en nuevas oportunidades de inversión y más de 72 mil nuevos empleos”.

Es la segunda vez que una agencia pone una cifra concreta a los potenciales daños económicos que podría tener la Reforma Energética en los intereses de empresas estadounidenses.

La primera vez fue en la carta de la Representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, a la titular de la Secretaría de Economía, Tatiana Clouthier. En el documento, la líder del USTR aseguró que la Reforma Energética ponía en riesgo 10 mil MD de inversiones solo de los proyectos eléctricos de la Unión Americana en México.

“El gobierno mexicano dice que no hay ninguna violación a los tratados, que no habrá un daño a las inversiones extranjeras. [En ese contexto], la carta de Tai y este reporte de NREL son importantes porque son los primeros documentos oficiales del gobierno de Estados Unidos donde empiezan a poner cifras oficiales. Y en ellas se basarían o derivarían las quejas que pudieran desarrollarse en futuros paneles”, apunta Molina Larrondo.

Y la ofensiva legal de Estados Unidos, junto con las consecuencias económicas de la nueva legislación, no solo tendría un efecto importante para la economía de México como un todo. De acuerdo con Severo López Mestre, podría ser suficiente para acabar también con el dominio del partido en el poder.

“Si en verdad quisieran golpear políticamente al partido mayoritario, la oposición votaría a favor [de la Reforma Energética]. El problema es que sería costosísimo para el país. Sería un cálculo totalmente frío, gélido, en la batalla política”, advierte el especialista.

Tendiendo puentes a pesar de la Reforma Energética

El reporte de NREL puede leerse, además de como uno de los primeros recursos documentales para un arbitraje con México si llega a aprobarse la Reforma Energética, también como un intento de los Estados Unidos para encontrar puntos en común entre su prioridad estratégica en pro de las renovables y el proyecto social del actual gobierno.

NREL destaca especialmente las Península de Baja California y de Yucatán como grandes zonas de potencial energético enfocado a renovables.

A la región del sureste del país la describe como un área “rica en recursos renovables capaces de empoderar un crecimiento sostenido y hasta exportar energía limpia al resto del país y a América Latina”. Una visión que debería encajar a la perfección con las ambiciones del Presidente por impulsar la región, una de las promesas más fuertes de su gobierno desde el inicio del sexenio.

Y sobre la Península de Baja California, y especialmente Baja California Sur, NREL destaca que actualmente existe un “sistema energético aislado que tiene suficientes recursos para transformar su mix energético basado en combustibles fósiles en un sistema basado en energías limpias”. En la zona, López Obrador te también ha hecho fuertes inversiones para mejorar la disponibilidad de electricidad para los pobladores.

“La política energética que se implementa actualmente guarda distancia respecto a la argumentación de este reporte. Pero el trabajo del NREL construye algunos puentes en la necesidad de asegurar el acceso de energía eléctrica en estas zonas. Y el gobierno sí podría estarlos considerando […]. Hay puntos donde se coincide […], y eso podría ser, al final de cuentas, el punto en común para acortar distancias entre la política energética actual y la propuesta del reporte”, dice Arturo Carranza, director de proyectos de energía de Akza Consultores.

El único pero a estos puentes sería el estado de la red de transmisión. Ya en anteriores ocasiones se ha advertido que las inversiones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no han sido suficientes para atender adecuadamente la creciente carga energética necesaria para atender la demanda actual.

Y aunque es un problema que tarde o temprano se presentará incluso si no se invierte en renovables, las propuestas en el reporte del NREL sí acelerarían la necesidad de invertir en reforzar los sistemas de transmisión, asegura Arturo Carranza.

“El reporte habla del potencial de energías renovables en México, y para el gobierno la prioridad es un suministro confiable y seguro. El punto de encuentro necesariamente es modernizar las líneas eléctricas […]. No hay forma de incorporar nueva generación eléctrica si no se amplían las redes de transmisión […]. En cualquier escenario es necesario modernizar la red eléctrica […], pero si se quiere aprovechar las energías renovables, es mucho más urgente”, reconoce el experto.

Pero, considerando la retórica del actual gobierno específicamente respecto a la forma en la que se amplían las líneas de transmisión en el país, y los incentivos que se le dan a los privados para lograrlo, también parece cerrarse la puerta a un punto en común, incluso en áreas donde Estados Unidos y el Gobierno de México podrían estar de acuerdo con el desarrollo de renovables.