Eliminar el horario de verano por “daños a la salud” ¿qué tan cierto es?

Si bien se presentan alteraciones en el organismo por el cambio de horario, éstas no son graves y solo se presentan mientras el cuerpo se adapta.
7 Junio, 2022 Actualizado el 5 de Julio, a las 09:01
El cambio de horario en verano o invierno ha generado polémica en muchos países del mundo (Foto: Pexels)
Arena Pública

No hay sustento para eliminar el cambio de horario desde el punto de vista de la salud, pues si bien causa algunas alteraciones secundarias, el cuerpo humano se adapta en unos cuantos días.

El miércoles 1 de junio la Secretaria de Salud (SS) difundió la nota informativa “Repercusiones en la salud por el cambio de horario”, en el que se afirma que este cambio provoca alteraciones a nivel cognitivo, nervioso y sistémico, aumentando la posibilidad de padecer algunas enfermedades como infartos u obesidad. Ese mismo día, en su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador había adelantado que “la conclusión es que es mayor el daño a la salud que la importancia del ahorro económico”.

Si bien el cambio de horario causa algunas afectaciones, éstas no son preocupantes han dicho diversos médicos y científicos de la salud. “Si esto ocurre solamente una vez cada seis meses promedio y existe la posibilidad de adaptarnos rápidamente, (entre tres días y una semana), no va a generar ninguna alteración en la salud”, dijo al respecto Rodolfo Nava, coordinador de Salud en el Trabajo de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La polémica no es nueva, hace varios años que los científicos universitarios han respondido a estas preocupaciones sobre la salud. Raúl Aguilar Roblero, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM y experto en la regulación de la conducta, explicó en octubre de 2018 que “sentimos que nuestro cuerpo protesta por lo que está pasando, pero no nos va a enfermar, finalmente nos adaptamos”, citado por la publicación universitaria UNAM Global.

En la investigación El cambio de horario y la salud -realizada de junio a agosto de 2000, a propósito del estudio "El impacto de la aplicación del horario de verano en la sociedad mexicana", que realizó la UNAM bajo la coordinación de Pablo Mulás a solicitud de la Secretaría de Energía y la Comisión Federal de Electricidad (CFE)- se señaló que “es importante enfatizar la relación no rígida de las funciones humanas con la duración establecida del día de 24 horas".

La investigación, publicada en septiembre de 2001, explica que “el ciclo fisiológico, por ejemplo, dura alrededor de 23 horas en el ser humano. El ciclo emocional, que establece alzas y bajas rítmicas en el estado de ánimo, dura alrededor de 28 horas, y el intelectual, que determina el nivel de nuestras funciones intelectuales, dura alrededor de 33 horas”, por lo que tenerlo en cuenta para planear las actividades es importante.

Y añade: "El impacto positivo que el cambio de horario, como cualquier otro estímulo, puede causar en la salud, depende de la respuesta, individual y colectiva. El sujeto puede desarrollar procesos biológicos y psicoemocionales que le permiten adaptarse a las nuevas circunstancias y preparase a ulteriores. De no lograrlo sufrirá consecuencias negativas, estrés por defecto o por exceso".

Sobre los efectos del cambio de horario sobre la actividad laboral, concluía la investigación: "En el área del trabajo (Nava 1996) debe considerarse que más de dos mil millones de trabajadores en más de 70 países en el mundo viven el cambio de horario de verano. No hay evidencia de daños significativos a la salud por ese motivo... Consideramos que modificar el horario una hora en dos ocasiones durante el año en nada afecta la salud de trabajadores habituados a modificaciones frecuentes de horario. Casos específicos de dificultad de adaptación deben considerarse aparte".

Estudios realizados en otros países van en la misma dirección. “La luz solar es beneficiosa para la salud pues según los expertos regula múltiples procesos fisiológicos y aporta una buena dosis de vitamina D, hay menos ataques de corazón, mejora el estado de ánimo, estimula el sueño y el descanso”, señala El cambio de hora en España , publicado por la Universidad de Barcelona (UB) en 2020. Así mismo, señala que mejora el descanso (36%), aumenta el tiempo para ocio (29%), hay una mejora de la salud (26%).

“El tiempo adicional dedicado a las actividades recreativas al aire libre supone un aumento del 10% del gasto de calorías con una implicación en la reducción de la obesidad y, por tanto, en gastos para la salud”, según datos de la American Time Use Survey, citados por este mismo estudio.

No hay consenso sobre los efectos del cambio de horario

Al menos 18 países han dejado el cambio de horario, ya sea por factores económicos o asociados con la salud. Entre ellos Japón, China, Marruecos, Brasil, Perú, Rusia, Argentina, Uruguay, entre otros. Algunos como Chile y Reino Unido lo habían dejado y regresaron a implementarlo. Otros más, como México, Australia y Estados Unidos lo aplican en parte de su territorio. Sin embargo, no hay un consenso sobre los efectos del cambio de horario sobre la salud, incluso existen algunas contradicciones.

Según Dolores Corella, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Valencia, citada por el estudio de la UB, “al interrumpir el ritmo circadiano aunque solo sea una hora, nuestro reloj interno se altera y se desequilibran los niveles hormonales en el cuerpo, que tardan varios días en reajustarse, produciendo irritabilidad, bajo rendimiento laboral e insomnio”.

Asímismo, el estudio menciona algunos de los efectos reportados en la salud como aumento de accidentes de tráfico (8%), accidentes de minería (5.7%), ataques al corazón (5%), efectos en la cognición (2%) y trastornos afectivos.

En cuanto a México, se lee en el estudio de la UNAM, que “no mostró incremento (de casos de hipertensión arterial), durante ni después del cambio de horario en ninguno de los años de 1993 a 1999”, además señala que si bien “hubo elevación en mayo y junio de la morbilidad por infecciones intestinales mal definidas, lo que más que al cambio de horario se atribuyó a la contaminación del agua y de los alimentos que ocurre en la época de lluvias”.

“No es posible establecer, con la información disponible, asociación entre fenómenos relacionados con salud o enfermedad y cambio de horario de verano”, concluye el estudio.

El cambio de horario no genera efectos graves sobre la salud, sin embargo, la alteración permanente del ciclo circadiano sí. “Cuando hay alteraciones del ciclo circadiano los problemas son graves siempre y cuando haya una ruptura de este ciclo circadiano cada determinado tiempo, por ejemplo, los trabajadores que rotan turnos cada semana, cada dos semanas, cada mes o aquellos que realizan trabajos nocturnos eso genera problemas de salud grave”, responde Rodolfo Nava.

Una alternativa para evitar estos efectos en el organismo es continuar con los horarios acostumbrados: “lo que debemos hacer es continuar con el periodo de verano nuestro organismo, es decir, tratar de dormirnos a la misma hora que en el periodo de invierno, [...] como para tomar nuestros alimentos'', concluye Nava. Por su parte, Aguilar recomienda “cambiar el horario de alimentación días antes para que el reloj circadiano capte estas señales y le sea más fácil la transición”, y evitar el uso de dispositivos electrónicos.

Pese a la nota informativa de la Secretaría de Salud que justifica la eliminación del horario de verano, el presidente López Obrador dijo que en octubre próximo se realizará una encuesta para consultar a la población a fin de tomar una decisión.

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