Se incrementan los temores de estanflación en México

Todos los economistas están de acuerdo que, si la situación económica se prolonga o empeora, sería inevitable hablar de una estanflación.
8 Marzo, 2022 Actualizado el 9 de Marzo, a las 08:37
También economistas extranjeros temen un escenario de estanflación para sus países (Foto: Senado de la República)
También economistas extranjeros temen un escenario de estanflación para sus países (Foto: Senado de la República)
Arena Pública

Aunque no todos los economistas coinciden que México está en estanflación, sí coinciden en que están creciendo las señales de alarma.

A finales de enero pasado el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó una variación preliminar de (-)0.1% intertrimestral en el Producto Interno Bruto (PIB) para los últimos tres meses del 2021, respecto al periodo previo. Desde entonces, analistas de todo el mundo anunciaban que México había entrado a una recesión técnica, pues se trataba de la segunda contracción trimestral consecutiva en el indicador. Un mes más tarde, la dependencia actualizó su cálculo a 0.02% de crecimiento respecto del trimestre anterior en términos reales.

Esta evolución de la economía mexicana, aunada a una inflación difícil de controlar, ha llevado a que varios analistas coloquen la situación del país en un escenario de “estanflación”. La expresión es el equivalente del término en inglés “stagflation” y combina las ideas de “estancamiento” e “inflación”. Aunque no hay una definición técnica que permita determinar exactamente si una economía está en estanflación o no, hay tres elementos clave que los economistas observan.

“Primero, una inflación considerablemente elevada. Segundo, una contracción o estancamiento de la actividad económico. Y el otro elemento primordial es la dinámica de empleo, es decir, un desempleo elevado. Si combinamos estos tres factores durante un prolongado periodo de tiempo, ya podríamos hablar de estanflación”, asegura Alain Jaimes, analista económico de Signum Research.

En cada uno de estos elementos hay visiones encontradas sobre si la economía mexicana ya presenta las condiciones para considerarse en estanflación. Al respecto de la evolución del PIB en México, aunque sí se han visto caídas en inversiones, exportaciones y hasta consumo a lo largo de los últimos trimestres, “la desaceleración se transformó en una caída por el movimiento de algunas actividades en particular. Hay que considerar la actividad económica en su conjunto y preguntarnos si observamos una caída generalizada de la actividad. En mi opinión, no es así”, asegura Iván Arias Gallegos, director de Estudios Económicos de Citibanamex.

Del otro lado del argumento, otros economistas apuntan que la caída en la actividad económica no inició a raíz de la pandemia de COVID-19, lo cual indica un problema mucho más profundo que una simple reacción coyuntural.

“Si nada más nos referimos al corto y mediano plazo, parece un tema coyuntural por la cuarta ola de COVID-19. Sin embargo, la economía mexicana viene en descenso desde finales del 2018. Solo empezó a recuperarse después de la caída enorme del segundo trimestre del 2020. Entonces no podemos hablar de que México está creciendo, ni que está en lo niveles que tenía en 2018”, afirma Gabriela Siller Pagaza, directora de análisis económico en Grupo Financiero Base.

También hay visiones encontradas respecto a la dinámica del empleo. El especialista de Signum Research apunta que “si bien todavía no nos posicionamos en los niveles que teníamos previo a la pandemia, el empleo ha sido una de las variables que ha mostrado una dinámica benéfica, en México y todo el mundo”.

De hecho, las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para el registro de puestos formales en enero y febrero de este año incluso consiguieron romper un récord histórico de afiliación de plazas para sus respectivos meses. Al mismo tiempo, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de Inegi a enero pasado mostró una contracción importante en la población ocupada, en gran parte por los efectos sobre la economía informal.

En donde los expertos sí coinciden que la situación es peligrosa es la inflación. El alza de precios en el componente subyacente acumuló 13 meses al alza en enero del 2022, aún con las expectativas de los economistas de que pudiera retroceder a inicios de este año y a pesar de los esfuerzos del Banco de México (Banxico) por mantener ancladas las expectativas.

También es en este componente de la estanflación que se prevén las presiones más evidentes en el corto plazo por temas coyunturales. “[Está el alza en] los precios de los commodities. [También está el caso de] Rusia y Ucrania, que son productores de granos. Al no haber granos, vas a tener que competir [por los que queden]. México va a tener que competir más contra aquellos países que sí se suministraban de Rusia y Ucrania. Y eso hará que tengas un choque en precio, así como en cantidad disponible. Son choques totalmente estanflacionarios. Pueden llevar a un periodo prolongado de inflación prolongada y poca producción” asegura Marco Oviedo, analista económico independiente.

Cómo solucionar (o evitar) la estanflación

Si bien no todos los economistas están de acuerdo que la situación particular de México corresponde a un escenario estanflacionario, sí coinciden que las señales de alerta ya deberían ser suficientes para tomar acciones contundentes para estimular la economía del país.

Entre las soluciones propuestas, la economista del Grupo Financiero Base afirma que se necesitaría invertir más desde el gobierno en infraestructura física, “de tal manera que se genere un efecto multiplicador en la economía […]. Pero no en cualquier proyecto. Vemos ahora a Dos Bocas, Tres Maya, pero son iniciativas que no son financieramente o socialmente rentables, entonces no hay un efecto multiplicador”.

Por su lado, Marco Oviedo enfatiza que debe atenderse el tema de la confianza. “La inversión pública y privada ha estado estancada. Y mucho tiene que ver con las políticas que el gobierno ha estado implementando […]. Habría que hacer un cambio estructural, que el gobierno tomara otra postura frente a la inversión privada, buscar incentivos, reducir la incertidumbre y renunciar a la reforma energética”, dice el analista independiente.

Y en lo que se refiere a política monetaria y fiscal, el directivo de Citibanamex añade que el gobierno de México debería tomar medidas más agresivas que las que se han tomado hasta ahora, como por ejemplo “apoyos que ayudarán a las empresas a que tengan una posición financiera un poco más fuerte”, aunque acepta que, si el gobierno se rehusó a tomar estas medidas en 2020 durante la fase más dura de la pandemia, ve poco probable que se tomen decisiones similares ahora que las presiones sobre el presupuesto público son mayores.