Conflictos geopolíticos elevan pronósticos de precios petroleros

Mas allá de la actual coyuntura, los expertos estiman que a mediano plazo los precios del petróleo deberán volver a los niveles pre-pandemia.
25 Enero, 2022 Actualizado el 25 de Enero, a las 19:54
Trabajador manejando equipo dentro de una planta de extracción de petróleo en México (Foto: Gobierno de México)
Trabajador manejando equipo dentro de una planta de extracción de petróleo en México (Foto: Gobierno de México)
Arena Pública

La posibilidad de un escalamiento de conflictos en Europa y Medio Oriente están rompiendo con la previsión bajista de los precios petroleros para el año y ahora apuntan hacia los 100 dólares por barril en el corto plazo. Aunque los conflictos no romperían la tendencia de mediano plazo según prevén los analistas del mercado.

“Choques exógenos, como el de los Emiratos Árabes Unidos, el conflicto Rusia-Ucrania […] van a introducir efectos en el corto plazo, van a mantener una situación persistente en los precios del petróleo en los próximos días”, prevé Luis Serra, director ejecutivo de la Iniciativa de Energía del Tec de Monterrey (ITESM).

Esta coyuntura rompe en lo inmediato con las expectativas de los analistas internacionales respecto del comportamiento de los precios del petróleo para el transcurso del año y el siguiente. La Administración de Información Energética (EIA) de Estados Unidos apuntó en sus perspectivas de precios a corto plazo de enero que el precio de la mezcla Brent cerraría el primer trimestre con un nivel de 79 dólares por barril, para bajar a 75 al final de 2022 y colocarse en 68 dólares hacia 2023.

Varios eventos geopolíticos han alterado las expectativas de los analistas respecto a los precios esperados de petróleo para este año.  Específicamente un ataque con drones a instalaciones petroleras en los Emiratos Árabes Unidos y la cada vez más tensa situación en la frontera de Ucrania y Rusia, donde tanto Moscú como otros países de Occidente han reunido tropas en preparación para un posible conflicto bélico.

La situación entre Rusia y Ucrania sería la de mayor impacto en el mercado petrolero. “El comportamiento de los precios del petróleo varía mucho según la escala a la que pueda ascender este conflicto, las afectaciones al suministro que se podrían presentar y el tiempo que dure la situación”, dice Arturo Carranza, director de proyectos de energía de Akza Consultores.

Tanto la situación en los Emiratos Árabes como en Rusia/Ucrania alzaron en su momento los precios spot para varias mezclas de petróleo hasta rozar los 90 dólares por barril. Ante estas disrupciones, algunas firmas como Goldman Sachs modificaron sus predicciones de precios para la mezcla Brent a 100 dólares por unidad hacia el tercer trimestre del año, mientras que JP Morgan planteó la posibilidad de un barril de crudo a 150 dólares.

Incluso especialistas que mantienen expectativas a la baja para el precio del crudo en 2022 han cambiado sus previsiones por estos eventos geopolíticos, y ahora esperan una caída más pequeña.

“Independientemente si se presenta o no un conflicto, estamos observando volatilidad en el mercado petrolero que ha llevado a cotizarse al Brent arriba de los 86 dólares por barril […]. La simple posibilidad de escalar este conflicto ya está teniendo un impacto en el mercado y los precios del petróleo”, comenta el experto de Akza Consultores.

Este fenómeno rompe con la dinámica que solía observarse entre el mercado petrolero y los eventos geopolíticos más importantes en todo el mundo. Estrategas de la institución financiera sueca UBS han comentado que aunque históricamente se ha puesto un premium al crudo a raíz de tensiones geopolíticas, esta alza de precios solo se desencadenaba si había afectaciones directas a la cadena de suministro. Y aún no se registran estas disrupciones ni en los Emiratos ni en Europa.

Pero en lo que respecta al caso específico de Rusia-Ucrania, Arturo Carranza sugiere que la sensibilidad del mercado petrolero a los eventos geopolíticos podría responder al poder que tiene Moscú sobre el mercado energético regional. Y es que Rusia no solo es uno de los principales productores de petróleo, también es el principal suministrador de gas natural para Europa.

Así pues, si llega a estallar el conflicto, se puede esperar que Moscú limite la cantidad de recursos que proporciona a Europa. Una decisión que a su vez incrementaría la demanda de otros combustibles, incluyendo el petróleo y sus derivados.

¿Problemas de producción?

Aún si estos conflictos geopolíticos no escalan y se resuelven en el corto plazo, otro factor económico está afectando las previsiones de precios de petróleo: dificultades en la producción.

La EIA, en un artículo de seguimiento a su perspectiva de precios energéticos para el corto plazo, estimaba que debería observarse un alza importante en la producción de crudo este año, así como una desaceleración en la demanda de petróleo a lo largo de los próximos 12 meses. En conjunto,  apuntaba la Administración, ambos factores permitirían recomponer las reservas de crudo de varios países y por consiguiente reducir los precios del petróleo en todo el mundo.

Sin embargo, varias firmas de análisis están detectando problemas en la producción de crudo. Especialistas han señalado que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha tenido problemas para reanudar los recortes de producción que implementó luego de la caída de la demanda de 2020. Y muchos productores más pequeños de crudo se han mostrado reticentes a escalar operaciones de nuevo ante la posibilidad que el Ómicron vuelva a provocar una desaceleración económica que, de nueva cuenta, tire los precios de los combustibles.

“Lo cierto es que, en los últimos años, muchos de los países de la OPEP no han tenido la posibilidad de responder a esta política gradual de incremento de producción de petróleo”, apunta Arturo Carranza. Y pone el ejemplo de Libia, donde “los conflictos internos de la nación han afectado su producción y no ha podido cubrir la cuota que le corresponde en esta política global”.

Por su parte Morgan Stanley ha señalado que no solo el descubrimiento de nuevos pozos petroleros se ha quedado corto respecto a la recuperación de la demanda. También ve complejo que se reduzca la demanda de crudo, algo que probablemente no ocurriría sino hasta que el precio por barril llegue hasta los 110 dólares según la misma firma.

Con todo, la mayoría de especialistas del mercado prevén que -más allá de la coyuntura- la tendencia de los precios para el mediano plazo es a la estabilidad en niveles más bajos que los actuales.

Si los conflictos en Medio Oriente y Rusia/Ucrania no estallan ni escalan, “se puede esperar que este ambiente de precios se estabilice un poco y no crezca de manera tan acelerada”, afirma Luis Serra, confirmando que hay una buena posibilidad que haya presiones al alza para los precios del crudo durante este año más allá de cómo resulten los conflictos geopolíticos.

Pero también Serra prevé que las presiones no serían persistentes y, eventualmente, se deberían volver a ver niveles de precios similares al momento pre-pandemia en un plazo de entre tres y cinco años. El crudo WTI osciló entre 50 y 70 dólares el barril entre 2017 y 2019, los años anteriores a la pandemia.

Arturo Carranza está de acuerdo con Serra. Si los conflictos geopolíticos no detonan -dice- se deberían empezar a ver caídas en los precios del petróleo tan pronto como 2023.

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