¿Qué podría provocar una inflación de doble dígito en México?

Aunque analistas consideran improbable una inflación anualizada de doble dígito en México, no consideran que sea completamente imposible.
21 Marzo, 2022 Actualizado el 21 de Marzo, a las 14:54
Los precios de combustibles afectan más la inflación de México que en otros países (Foto: Gobierno de la CDMX)
Los precios de combustibles afectan más la inflación de México que en otros países (Foto: Gobierno de la CDMX)
Arena Pública

Precios petroleros disparados, una mayor demanda y alza de salarios tendrían que formar una tormenta perfecta para disparar la inflación a doble dígito en el país, dicen los expertos. Si bien este escenario aún es improbable, ya está en la discusión entre los economistas después del galope inflacionario de los últimos meses, alentado por la incertidumbre política y económica global.

Casi desde que inició el año, el nivel de precios en México ha acelerado su crecimiento quincena tras quincena. En las primeras dos semanas de febrero, la medición registrada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) superó las expectativas del mercado y, en el registro mensual, se notó un avance aún mayor. También a nivel de los productores, la inflación está presentando evoluciones que no se veían desde finales del sexenio pasado.

La situación no es única de México. En Estados Unidos, una economía ampliamente considerada como más productiva y resiliente, también se están registrando alzas de precios que no se habían visto en décadas y con perspectivas alcistas en el horizonte. Algunos especialistas incluso han planteado que un alza anualizada de precios de doble dígito, aunque todavía improbable, ya no está fuera de la discusión. El temor lo empiezan a compartir también expertos dentro de México.

Para que eso ocurra tendría que darse una combinación perfecta de factores negativos sobre los precios. En primer lugar, “el precio del petróleo probablemente tendría que irse por encima de los 200 dólares por barril”, asegura Pamela Díaz Loubet, economista para México en BNP Paribas, que a su vez genere “un traspaso hacia los precios a los consumidores”. Una situación así, con una evolución desfavorable de la invasión rusa a Ucrania, podría complicarle al gobierno mantener  los subsidios actuales a las gasolinas, vía estímulos fiscales, una de las políticas fiscales clave del Gobierno Federal para contener la inflación.

“Si el conflicto se extiende más allá de lo esperado, el Gobierno federal y la Hacienda pública podrían no estar en posibilidades de mantener el estímulos fiscales a los energéticos. Y si esto ocurre, ya podríamos observar cifras de inflación cercanas a los dos dígitos”, afirma Axel González, investigador del think tank México, ¿Cómo vamos?

No es una posibilidad tan lejana. A pesar de las presiones de Rusia, las tropas ucranianas se han rehusado en todo momento a rendirse y ceder terreno para asegurar la evacuación de personal civil y militar de las ciudades asediadas. Y respecto a la hacienda pública de México, desde hace semanas se están prendiendo alarmas sobre las pocas posibilidades de recaudación que tiene el Gobierno federal si continúa cediendo fuentes de ingresos para controlar el alza de ciertos precios.

También existe la posibilidad que “veamos una recuperación más robusta de la demanda interna en México, en especial ciertos rubros que hasta ahora han crecido lento respecto al resto de los componentes del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), sobre todo en rubros como vivienda y educación”, advierte Adrián de la Garza, economista en jefe y director de estudios económicos de Citibanamex.

“En conjunto, solo estos dos pesan 20% del INPC. Hasta este momento sus inflaciones han estado en 3%, debajo del 3%, abajo de las de mercancías, los agropecuarios y los energéticos [...].Pero en las quincenas más recientes hemos visto una tendencia al alza. Todavía es muy chiquita, mucho más limitada frente a otros rubros, pero es una tendencia al alza”, agrega el experto.

Un último factor que abonaría a una inflación desbocada de dos dígitos podría ser el alza en el nivel de los salarios en México. Desde el Gobierno federal se ha puesto un énfasis importante en mejorar el nivel de ingresos de los empleados con menor remuneración en el país, llevando a la aprobación de un incremento del 22% al salario mínimo para inicios del año.

“[Este aumento podría llevar a mayores presiones] en los costos de las empresas. Si tienes que pagarle más a tu trabajador, especialmente en industrias con intenso uso de mano de obra, pues a tus productos les tienes que subir el precio. Se traslada el mayor costo de la plantilla hacia los consumidores”, asegura el analista económico independiente Marco Oviedo.

Factores adicionales a la inflación de doble dígito

Si llegara a consolidarse un alza de precios anualizada en México de al menos 10% o más, Marco Oviedo asegura que tendría que darse en los próximos meses.

“Lo tendríamos que ver en el segundo trimestre del año, porque después los efectos base te van a ayudar en la segunda mitad de 2022. De hecho muchos analistas están esperando que la inflación realmente caiga en la segunda mitad. El mismo Banco de México (Banxico) espera que para el tercer trimestre se desacelere” el alza de precios, apunta el especialista.

En este contexto, la evolución de algunos de los factores que podrían llevar a una inflación de doble dígito parece indicar que el escenario no es inminente. El precio internacional del petróleo ha tenido altibajos importantes, e incluso ha regresado debajo del nivel de los 100 dólares por unidad, lo que reduce la posibilidad que rebase la línea de los 200 dólares. La reactivación de la demanda, particularmente en el sector servicios, también luce lejana en México.

A la vez, otros factores siguen generando preocupación entre los inversionistas, aún si su efecto no sería suficiente para llevar a una inflación de doble dígito en México. Axel González advierte que el componente subyacente en el INPC, que abarca mercancías y servicios más resistentes a movimientos bruscos en el nivel de precios, “no ha cedido desde marzo del 2021, que inició el ciclo inflacionario.

Por el contrario, Pamela Díaz Loubet no ve una inflación desbocada. La economista afirma que en sus estimaciones asumen que “el choque que está presentando ahora la inflación es de precios relativos […]. Creemos que el choque va a estar muy concentrado en la inflación no subyacente. Por eso asumimos que Banxico mantendrá una política monetaria reactiva y mantendrá anclada las expectativas de inflación […] sin un contagio en las expectativas de niveles de precios a largo plazo”.

Sin embargo, Adrián de la Garza sí percibe un panorama potencialmente más complicado para el nivel de los precios en el país, aún si no se llega nunca el escenario de inflación a doble dígito.

“Las expectativas de inflación para mediano y largo plazo, como la nuestra y la de otros analistas, para un periodo más allá de 2023 van al alza. Y creo que en alguna medida reflejan las preocupaciones en el entorno internacional que pueden incidir en la inflación, pero también en alguna medida representan una pérdida de credibilidad sobre la capacidad y la voluntad de Banxico para llevar a la inflación a que converja en la meta de 3%”, dice el economista principal de Citibanamex.