Inflación en EU alcanza máximos de 40 años y aún se espera impacto de la guerra en Ucrania

A menos de un mes de que inicie el ciclo de alzas de la Fed, la inflación en EU volvió a batir un nuevo récord al registrarse 7.9% en febrero a tasa anual.
10 Marzo, 2022 Actualizado el 10 de Marzo, a las 23:26
La inflación es Estados Unidos cumplió once meses por encima de su rango objetivo. (Foto: Pixabay)
La inflación es Estados Unidos cumplió once meses por encima de su rango objetivo. (Foto: Pixabay)
Arena Pública

Las expectativas de inflación para la primera mitad del año estimadas por la Reserva Federal (Fed) estadounidense quedaron obsoletas ante las presiones energéticas y la continuidad de los problemas en las cadenas de suministro. 

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en los Estados Unidos alcanzó un nivel de 7.9% anual en febrero, su mayor incremento desde 1982. Se trata del segundo mes del año y el tercer mes consecutivo en que la inflación se encuentra por encima del 7%, más de tres veces el objetivo de la Fed. 

Y todo apunta a que marzo sería un nuevo mes de alta inflación, pues el desarrollo de la invasión rusa a Ucrania y las sanciones económicas a Rusia como respuesta del bloque occidental, ya está presionando aún más los mercados energéticos internacionales, principalmente en el caso del petróleo cuyo precio ha subido hasta niveles no vistos desde el 2011.

"Lo que sabemos hasta ahora es que los precios de las materias primas han subido significativamente, los precios de la energía en particular. Eso va a repercutir en nuestra economía" en forma de una mayor inflación por lo menos a corto plazo, declaró Jerome H. Powell, presidente de la Fed, en su comparecencia ante la Comisión de Banca del Senado estadounidense.

Según estimó Powell, el incremento del petróleo desde  los 75 dólares por barril a finales de diciembre a alrededor de 110 dólares el día de la comparecencia, podría añadir casi 0.9 puntos porcentuales a la inflación general y recortar casi medio punto porcentual el crecimiento económico si éste es persistente. 

A más de una semana de la comparecencia, el precio no solo se mantuvo sino que creció hasta los 124 dólares por barril el pasado 7 de marzo, aunque desde entonces su precio ha bajado y en los últimos dos días se mantenido alrededor de los 107 dólares. 

Powell mantiene una doble preocupación que responde al mandato dual de la Fed, que busca proteger el poder adquisitivo de la moneda estadounidense a la vez que procura el crecimiento económico, en particular el empleo que ha seguido fortaleciéndose mes con mes. 

Pese a todo, ritmo de 25 pb sigue en pie

No obstante, el líder del emisor central estadounidense aseguró que pese a los impactos de la guerra en la economía estadounidense, la intención de subir la tasas de 25 puntos base (pb) en 25 pb seguía siendo la mejor opción, aunque señaló que si la inflación no cede, "estamos preparados para subir en más de esa cantidad en una o varias reuniones".

El ala hawkish de la Fed, quienes buscan un aumento más agresivo de la tasa de interés, liderados por el gobernador de la Fed de Saint Louis, James Bullard, ha reiterado en distintas ocasiones su intención de convencer a los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) de elevar la magnitud de los aumentos si la inflación no cede.

No obstante, el propio Bullard ha reconocido que será Powell quien marcará la ruta de normalización monetaria a seguir, sin que a la fecha haya realizado nuevos comentarios sobre el tema. 

En el sondeo mensual de especialistas publicado por Reuters, los 69 economistas entrevistados en marzo aseguraron que un incremento mínimo a la tasa de fondos federales se daría en este mes y casi todos esperan que así continúe. 

Sin embargo, 20 de 37 encuestados a los que se le hizo una pregunta adicional contestaron que la probabilidad de que el emisor central se decidiera por un incremento de 50 pb -no utilizado desde el año 2000- era alta, incluídos cinco encuestados que consideraron que era muy alta. Las respuestas estaban divididas entre quienes creían que esto podría ocurrir en el segundo o tercer trimestre del año.

Algunos economistas han advertido que los intentos por frenar la inflación, especialmente si se eleva la magnitud de los incrementos a la tasa, podrían convertir a la política monetaria en un freno insuficiente para detener los incrementos de precios, pero sí para frenar el ritmo de la economía estadounidense al punto de llegar al temido escenario de “estanflación”. 

El gobernador de la influyente Fed de Nueva York, John Williams, ha negado definitivamente la posibilidad de este escenario señalando que la economía estadounidense "llega con gran inercia" gracias a los ahorros de la población luego de la pandemia, que permitirán sostener la demanda y el gasto. 

Tampoco la mayoría de expertos lo creen. Según un sondeo de la CNBC, el consenso redujo su pronóstico de crecimiento para 2022 de 3.5% a 3.2%, mostrando una moderación sobre las visiones económicas más optimistas que esperan crecimientos por arriba de 4%, todavía muy lejano a una hipotética recesión económica.