Intensa demanda de trabajadores en EU mejora condiciones salariales e impulsa, aún más, las remesas

El primer cuatrimestre del año alcanzó la cifra récord de 14.6 mil millones de dólares gracias a marzo y abril, los dos mejores meses desde que el Banco de México tiene registros.
3 Junio, 2021 Actualizado el 3 de Junio, a las 08:07
Migrantes mexicanos en Estados Unidos (Imagen: Gobierno de México)
Migrantes mexicanos en Estados Unidos (Imagen: Gobierno de México)
Arena Pública

El sueño americano para millones de migrantes renace a medida que los estragos de la pandemia quedan atrás en los Estados Unidos (EU). La fortaleza de la recuperación económica en el vecino del norte y los billones de dólares en ayudas desde el presupuesto público han llevado al envío de remesas a niveles récord, mes tras mes. Marzo y abril son prueba de ello.

Durante los primeros cuatro meses del año los envíos de remesas que realizan los migrantes a sus familias en México alcanzaron los 14,663 millones de dólares (MD) y abril -con 4,048 MD- se coronó dentro de los tres primeros lugares históricos entre los meses con mayor captación desde que el Banco de México realiza estos registros. Solo quedó por debajo de marzo de este año, cuando la cifra fue ligeramente mayor en 2.6% (4,157 MD), pero mantuvo la inusitada fortaleza que se viene dando desde 2020.

Aún con la pandemia azotando las economías mundiales, las remesas sorprendieron a más de un país latinoamericano, contraviniendo las estimaciones del Banco Mundial, que esperaba un desplome de 19.9% en 2020; sin embargo, las últimas estimaciones apuntan a que solo tropezaron 2.4%.

En marzo del año pasado, las remesas mexicanas dieron un fuerte salto, irónicamente motivadas por la llegada de la pandemia que arrasó con la economía en Estados Unidos y México, debido al miedo -que se convertiría en realidad- de los migrantes mexicanos de quedarse sin empleo, lo que les imposibilitaría realizar nuevos envíos a sus familias.

Pero, sorprendentemente, a un año de la atípica situación y gracias a la alta demanda de trabajadores en la economía de la post pandemia en los Estados Unidos, la cifras de las remesas enviadas al país se dispararon, particularmente por un mayor número de envíos.

 

Alta demanda de trabajadores fue la clave

La población migrante en los Estados Unidos, de alrededor de 50 millones de personas, está conformada en 25% por mexicanos, es decir 11.5 millones, la mayor diáspora nacional en todo el mundo y la mayor población extranjera en ese país.

Según Juan José Li Ng, investigador de BBVA Research, ante la fuerte recuperación industrial en la Unión Americana, las fábricas están demandando importante cantidad de mano de obra por lo que en 20 estados del país los apoyos al desempleo fueron suspendidos como medida para incentivar a los desocupados a integrarse nuevamente a las plantas laborales.

Actualmente la tasa de desempleo en el vecino del norte es de 6.1%, aún 2.6 puntos porcentuales por encima de 2019, aunque es mucho menor que el 14.8% registrado en el pico de afectación por la pandemia.

Además de explicar la mejora en las estadísticas de ocupación, la relativa escasez de trabajadores en varios de los estados también da razón al aumento de los montos promedios de las remesas, pues los salarios ofrecidos también han aumentado como estrategia para competir por la mano de obra disponible.

 

Mejoran condiciones para la migración

Antes de la llegada de Joe Biden a la presidencia de EU, la administración de Donald Trump intensificó las políticas anti inmigratorias del país, desincentivando la llegada de nuevos migrantes, reducción intensificada por el agresivo repunte de casos de COVID 19 durante el invierno de 2020.

Sin embargo, con el inicio de la vacunación en EU y la llegada de Joe Biden al ejecutivo, dos políticas están empujando al alza el flujo migratorio y con ello el flujo de remesas al país.

La primera, el cuantioso paquete de apoyo fiscal aprobado por el Congreso estadounidense a principios de año estimuló el consumo interno del mercado americano, forzando a la industria a aumentar su producción -que necesita más trabajadores- para cubrir la demanda emergente. La segunda política de impulso es el levantamiento de las medidas anti inmigratorias de la presidencia Trump como la suspensión de la construcción del famoso muro, el relajamiento de la vigilancia fronteriza, así como la reciente suspensión del programa “Quédate en México” de expulsión forzada de migrantes hacia el otro lado del Río Bravo. 

Así, las nuevas condiciones de demanda de fuerza laboral -como explica el informe de BBVA Research- favorecen la laxitud de las autoridades migratorias y de los empleadores para utilizar mano de obra migrante.

No obstante la relativa flexibilidad de la administración Biden con respecto a Trump en el tema migratorio, el presidente y la vicepresidenta Kamala Harris han reaccionado al repunte migratorio con la promoción de proyectos de desarrollo en Centroamérica para desincentivar la emigración.

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