Gobierno deja en el olvido la infraestructura para puertos

Desde 2015 la infraestructura para el transporte se desplomó, pero la destinada al desarrollo de obras en el transporte marítimo llegó a mínimos.
7 Enero, 2022 Actualizado el 7 de Enero, a las 08:34
Desde 2015, el presupuesto asignado a infraestructura de transporte en México se ha caído (Foto: Fonadin)
Desde 2015, el presupuesto asignado a infraestructura de transporte en México se ha caído (Foto: Fonadin)
Arena Pública

La infraestructura para el transporte marítimo no ha sido prioridad para el gobierno federal en los últimos años, tal y como lo reflejan los recursos presupuestales asignados cada año.

De acuerdo con las cifras reportadas en los Presupuestos de Egresos de la Federación (PEF) para la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), sus organismos públicos descentralizados y empresas de participación estatal mayoritaria, desde el 2000 hasta 2015 se fueron asignando cada vez menos recursos para proyectos de construcción y mantenimiento de infraestructura física ligada a puertos marítimos. 

Sin embargo, a partir de 2016 y hasta el año pasado los recursos destinados a estos proyectos han ido en franco declive. Para el ejercicio 2022 ni siquiera hay registrados proyectos de construcción o mantenimiento para instalaciones de transporte marítimo.

Con todo, la inversión en infraestructura física para el transporte marítimo no es la que más ha caído, en términos porcentuales. De acuerdo a las estadísticas oportunas de finanzas públicas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a partir de 2015 la inversión física anual del Sector Público Presupuestario para transporte ha experimentado una franca caída.

Este desplome es de tal magnitud que si se compara el presupuesto asignado a infraestructura física de transporte en 2020 (el último año para el que existen datos de los 12 meses completos) con 2011 (los datos más antiguos disponibles en la base de datos de la SHCP), el gasto del sector público en estos proyectos se ha reducido en casi 10%. Si se compara con 2015 (el año con el presupuesto más robusto) el descenso es de 36.81%.

Fuente: SHCP


Sin embargo la situación de la infraestructura de transporte marítimo es claramente más grave cuando se le compara con la inversión en proyectos aeroportuarios, carreteros y hasta ferrocarrileros. Según los registros desde el 2000 al 2022 del Análisis Funcional Programático Económico del PEF para la SCT, en los últimos 20 años la infraestructura marítima ha recibido consistentemente una fracción mínima del presupuesto total para infraestructura física de transporte.

Durante la mayor parte de la década de los 2000, la situación del transporte marítimo era casi igual a la de la infraestructura aeroportuaria y ferrocarrilera, todas ellas prácticamente inexistentes ante el dinero inyectado para construir y mantener carreteras. Pero un impulso en la inversión para proyectos ferroviarios en 2009 dejó a la infraestructura física de transporte marítimo en el tercer lugar medido por los recursos asignados. Y a partir del sexenio de Peña Nieto, con la iniciativa del Aeropuerto de Texcoco, quedó relegada al último lugar.

Fuente: PEF 2000-2022

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor de producción de las obras de transporte contratadas por el sector público ha disfrutado de una modesta recuperación o pico entre 2018 y 2020 en casi todas las subcategorías, con la excepción de la infraestructura marítimo y fluvial y de las obras de transporte en ciudades y urbanización.

Fuente: Inegi.

Este repunte -con la excepción de la infraestructura de transporte marítimo- responde a la construcción de megaproyectos, impulsados por el presidente López Obrador, como el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

La inversión para estas obras está listada en los Análisis Funcional Programático Económico de la Secretaría de Turismo (Sectur) y de Defensa Nacional (Sedena) respectivamente, y por ello no se reflejan en el presupuesto asignado a la SCT. Sin embargo, dado que para el ecosistema de puertos no hay una megaobra equivalente en el presente sexenio, esta infraestructura se quedó fuera de este repunte.

Paraestatales, a la deriva en infraestructura

El abandono de las instalaciones marítimas en los planes de infraestructura física de transporte no es el único problema. También hay una clara tendencia a poner cada vez más responsabilidades, principalmente en el gasto, a las entidades de control indirecto, empresas de participación estatal mayoritaria y organismos públicos descentralizados.

Estos entes, aunque forman parte del mismo ramo que la SCT en los registros del PEF, tienen Análisis Programáticos y presupuestos independientes. Muchas de sus operaciones se fondean gracias a ingresos propios, aunque en los últimos 20 años la SCT ha hecho fuertes transferencias y apoyos financieros, especialmente para tareas de construcción de nueva infraestructura física de transporte.

Sin embargo, a partir de 2018 ha crecido la participación de los recursos de estos órganos descentralizados y paraestatales en la inversión física de transporte. Es decir, el gobierno federal está gastando menos en proyectos de construcción y mantenimiento, dejando que sean éstos organismos los que enfrenten sus necesidades de infraestructura.

 

Fuente: PEF 2000-2022

Para 2022 se plantea revertir la tendencia, sin embargo en el PEF de este año aún no están disponibles los documentos de Análisis Programático para todos los órganos descentralizados y empresas de control estatal mayoritario.

Con todo, la infraestructura de puertos es la que se ha visto más afectada. Los subsidios y transferencias de la SCT se han mantenido, aunque con recortes, para tareas como la construcción de aeropuertos, operación continua de ferrocarriles y, por supuesto, modernización, ampliación y mejora de carreteras. Sin embargo, entre las administraciones portuarias integrales, ese apoyo prácticamente se ha esfumado.

No solo eso, sino que en muchos casos las mismas administraciones portuarias integrales han dejado de dedicar recursos a tareas de mantenimiento y ampliación de infraestructura física, cuando hace unos cuantos años lo hacían con relativa frecuencia aún sin el apoyo directo de la SCT.