Obra vendida en un millón de libras se autodestruye en subasta
La obra “Girl With Balloon” (2006), del artista mundialmente conocido Banksy, se autodestruyó parcialmente después de ser subastada por 1 millón de libras.
La noche del viernes, la casa de subastas Sotheby's -de Londres– puso a la venta la popular obra del artista británico, inmediatamente después del “se va, se va, se fue”, el lienzo empezó a autodemolerse, lo que dejó perplejos a los espectadores.
Al tiempo que ocurría el suceso, el artista anónimo pero mundialmente conocido, Banksy, publicó en su cuenta de Instagram una foto con el texto: going, going, gone…
La mitad de la obra de la niña con el globo –considerada como la obra de arte favorita de la nación inglesa en 2017- quedó destruida al pasar por una trituradora de papel escondida en el interior del marco.
El director de arte contemporáneo de la casa de subastas, Alex Branczik, declaró en conferencia de prensa: “Hemos sido Banksyados”.
La casa de subastas londinense dijo desconocer el inesperado final. Aunque algunos se muestran escépticos ante este hecho, porque las obras son sometidas a informes detallados antes de su venta, además que la pieza fue colgada en la pared antes de ser subastada, cuando lo usual es que sea colocada en el pódium.
Sin embargo, no cabe duda que el performance generó polémica porque es la primera vez que una obra se autodestruye después de ser comprada dentro de una subasta.
Banksy es conocido por su estilo de arte callejero, caracterizado principalmente por la crítica e ironía hacia el sistema, y por realizar acciones subversivas como lo que ocurrió la noche de viernes en Sotheby's.
El precio alcanzado en la subasta, 1 millón de libras, sumó más de triple del precio estimado -200 mil a 300 mil libras-. Según el diario El País, es el precio más alto que ha logrado una obra de Banksy en libras esterlinas. Y esta acción podría aumentar el valor de la obra, dado que es un suceso controversial para la historia del arte.
El suceso ha generado opiniones encontradas; por una parte están los que aplauden esta acción subversiva que pone en perspectiva el valor de las obras dentro del mercado del arte, y por otra, los que piensan que se trata de una estrategia de marketing.
