¿Cubrebocas que inactiva al COVID-19? La UNAM lo ha conseguido

Realizado con tres capas, el cubrebocas inactiva en ocho horas al virus en condiciones de una alta carga viral.
27 Agosto, 2021 Actualizado el 27 de Agosto, a las 14:10
El Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM fue el encargado del desarrollo del cubrebocas. (Foto: Gaceta UNAM)
El Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM fue el encargado del desarrollo del cubrebocas. (Foto: Gaceta UNAM)
Arena Pública

Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lograron desarrollar un cubrebocas que inactiva al COVID-19.

SakCu fue el nombre designado para el cubrebocas. De acuerdo con la Doctora Sandra Rodil encargada de liderar el proyecto, "Sak" en maya significa plata y "Cu" es la sigla del elemento cobre. Se utilizaron dichos metales por sus propiedades biocidas eficaces contra el COVID-19. Asimismo, el cubrebocas cuenta con propiedades antivirales, antibacterianas e incluso antifúngicas.

El cubrebocas está hecho de tres capas, la externa y la interna son de algodón, mientras que la intermedia está formada por nanocapas de plata y cobre en polipropileno.

“Al usar una mezcla de plata-cobre formando una nanocapa de espesor entre 30 y 40 nanómetros, se ofrece una doble protección contra el virus y bacterias”, agregó la Doctora Rodil.

De igual manera la mascarilla es reutilizable, con el objetivo de combatir el desecho continuo de cubrebocas, que se ha convertido en un problema ambiental, por lo que se puede lavar hasta 10 veces sin perder sus propiedades.

En colaboración con el Hospital Juárez de México y el apoyo de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México, lograron comprobar la eficacia que tiene el material para inactivar el virus.

Para realizar tal comprobación colocaron gotas con el virus, tomadas de pacientes con COVID-19, sobre la nanocapa del cubrebocas. Tras ocho horas, se percataron de que el virus desaparecía en más de 80 por ciento cuando la carga viral era alta. Cuando era baja, a las dos horas ya no había rastro alguno del virus.

De acuerdo con Rodil, esto se debe a que la membrana de COVID-19 se rompe y daña su ARN al entrar en contacto con la capa de plata y cobre. Además, cuenta con una eficiencia de filtración de 50% para las partículas más pequeñas, tipo aerosol, y entre 80% y 90% para partículas de 2.5 micras.

Por su parte el equipo de investigación aseguró que el cubrebocas no produce alguna reacción tóxica al estar en contacto con la piel, ya que realizaron múltiples pruebas junto con el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).

“Tampoco hay mayor riesgo con la humedad. Al ponerla en agua durante 24 horas, la cantidad de plata y cobre liberada es mínima”, agregó el equipo de investigación. 

¿Lo puedo comprar?

Hasta el momento se desconoce el precio con que saldrá a la venta, no obstante, se ha confirmado que se podrá adquirir a través de la tienda UNAM próximamente. Además, se prevé que se pueda producir material suficiente para la realización de 200 cubrebocas diarios.

De igual manera otra aplicación que puede tener la nanocapa SakCu, sería en los sistemas de filtrado de aire para edificios, para desactivar las partículas del coronavirus y evitar una proliferación mayor.

Uno de los siguientes proyectos del Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM será estudiar qué otros virus respiratorios son vulnerables a la capa SakCu y desarrollar un cubrebocas tipo quirúrgico, que se podrá lavar hasta cinco veces.

 

Archivado en