2023

El debilitamiento de un poder presidencial polarizante al final de su mandato frecuentemente condujo a crisis.
28 Diciembre, 2022

¿Se han cumplido las expectativas que se tenían sobre 2022? ¿Qué se puede esperar de 2023?

El 29 de diciembre de 2021 escribía en este espacio sobre lo que se avecinaría para el año nuevo:

“En 2022, con expectativas prácticamente nulas de que se realice una reforma fiscal, es de esperar se retorne gradualmente al mediocre desempeño que la economía presentó antes de la pandemia…

…Son de anticipar deterioros del bienestar adicionales, aunque más lentos, debido a que difícilmente las ganancias en ingresos, principalmente laborales, superarán el crecimiento de la población…

…El último gran empujón a la popularidad del presidente vendrá aparejado de lo decepcionante que pueden ser los resultados de [sus] proyectos…”

A grandes rasgos estas previsiones se han cumplido, aunque en algunos casos con ligeros avances o retrocesos respecto al escenario base.

En la primera mitad de 2022 el PIB alcanzó los niveles previos a la pandemia. El pronóstico de crecimiento para 2022, hecho por los especialistas del sector privado en diciembre de 2021, resultó a final de cuentas correcto (2.8%). Esta tasa, aunque en principio parece alentadora, aún deja un rezago en el PIB per cápita, el cual cerraría el año en valores equivalentes a los de 2014.

Por otra parte, el nivel de empleo previo a la pandemia se reestableció hacia el segundo trimestre de 2021, y desde entonces hasta el mismo periodo de 2022 hubo generación de nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, las reducciones en pobreza derivadas de un mercado laboral en recuperación se perdieron por completo en el tercer trimestre de 2022, en buena medida por la caída de los salarios promedio.

En ese contexto, las encuestas sobre la aprobación presidencial muestran un descenso del porcentaje que aprueba la gestión de López Obrador al pasar de 67% en diciembre de 2021 a 61% en diciembre de 2022, de acuerdo al promedio de sondeos que reporta Oraculus. Esto ocurre cuando la única gran obra federal inaugurada y puesta en funcionamiento ha sido el aeropuerto Felipe Ángeles. Este último no ha podido detener el uso cada vez más intensivo del aeropuerto de la Ciudad de México y representa menos del 1% de los pasajeros transportados de este último, de acuerdo a cifras de la Agencia Federal de Aviación Civil al tercer trimestre de 2022.

Para 2023 es de esperar una desaceleración económica, producto del freno financiero que ha aplicado el Banco de México para contener la inflación y de un entorno internacional adverso. Las tasas de interés pueden permanecer en niveles elevados por un largo tiempo y una recesión en los Estados Unidos es probable, aunque no segura. De presentarse una caída en la economía estadounidense es incierta la velocidad y la magnitud con la que se transmitiría a México.

La incertidumbre de mediano plazo perjudicará la inversión privada, particularmente la doméstica, cuyo menor crecimiento eventualmente generaría mayores rezagos en el mercado de trabajo. La pobreza laboral en 2023 es factible que persista en niveles cercanos a los del cierre de este año. Este escenario podría reafirmarse con cifras de pobreza multidimensional para 2022, las cuales serán anunciadas en julio de 2023, si mostraran una muy débil recuperación respecto a 2020 o una clara recaída.

López Obrador ha sido durante 27 de 48 meses en el cargo el presidente con más aprobación del presente milenio. Durante todo 2022 mantuvo esa posición, pero es factible que en 2023 deje de tenerla. El desgaste político en su gestión, la constatación de la falta de resultados clave y la intensificación de la lucha política por la sucesión presidencial actuarán en este sentido.

El debilitamiento de un poder presidencial polarizante al final de su mandato frecuentemente condujo a crisis. Si la transformación ambicionada en lo económico y lo social se percibe en 2023 como un fracaso, y se quiere ‘hacer historia’ con golpes de timón, se abre la puerta a tiempos muy agitados.

Rodolfo de la Torre Rodolfo de la Torre Actualmente es Director de Movilidad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY). Ha sido coordinador de la Oficina de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Director del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad de la Universidad Iberoamericana, y Director de El Trimestre Económico, del Fondo de Cultura Económica (FCE). Fue parte del Comité Técnico para la Medición de la Pobreza en México. Es economista por el ITAM, y maestro en Filosofía de la Economía por la Universidad de Oxford.

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