¿Qué pasó con el 17% de adultos pendientes por vacunar en México?

En mayo AMLO se comprometió a que todos los mayores de 18 años estarían vacunados con por lo menos una dosis para finales de octubre. El viernes afirmó que cumplió la promesa.
2 Noviembre, 2021 Actualizado el 2 de Noviembre, a las 08:18
Módulo de vacunación en Jalisco, uno de los estados por debajo del nivel nacional (Foto: @saludjalisco)
Módulo de vacunación en Jalisco, uno de los estados por debajo del nivel nacional. (Foto: @saludjalisco)
Arena Pública

El fin de la pandemia del COVID 19 parece estar cada vez más cerca. Según el Gobierno Federal, la campaña de vacunación ha permitido que cualquiera que desee inmunizarse ya tuvo la oportunidad, sin embargo según cifras oficiales aún falta un 17% de la población por vacunarse.

La semana pasada el presidente Andrés Manuel López Obrador presumió que se había logrado cumplir el compromiso hecho a mediados de mayo, cuando estableció como meta vacunar a todos los adultos con por lo menos una dosis de la vacuna para finales de octubre. Pero según la Secretaría de Salud al 83% se le ha vacunado con una dosis, muy lejos del 99% alcanzado por la Ciudad de México, el más avanzado en el país.

Ningún programa de vacunación en el mundo ha alcanzado el 100% pleno de población alcanzada; sin embargo un porcentaje mayor al 95% es tomado como tal, pues razones como la inaccesibilidad de ciertas comunidades o incluso al rechazo de la población a la vacunación debido a desinformación y miedo, en especial si la inoculación es voluntaria, pueden imposibilitar la vacunación de un pequeño porcentaje de personas.

Desde que inició el Plan Nacional de Vacunación, el Presidente negó que la vacunación sería declarada obligatoria, sino que sería un derecho que cada quién decidiría tomar. Dicha decisión de salud pública permite que los llamados “antivacunas” -quienes tienen desconfianza o no “creen” en la vacunación- puedan decidir no vacunarse. 

Este segmento de la población podría parecer mínimo, sin embargo, si bien no son contabilizados oficialmente, solo en los Estados Unidos -el país con la mayor población de antivacunas en el mundo- se estima que más de 60 millones de personas -el 23.2% de la población adulta- se niegan a vacunarse, algunos incluso están organizados políticamente para rechazar y crear campañas de desinformación contra la vacunación.

Este rechazo  es una de las razones principal que dio el subsecretario de Salud Hugo López Gatell al confirmar que la meta de vacunación fue alcanzada, pues según el funcionario con base en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSN) del 2020, el 62% de la población declaró que se vacunaría, un 10% dudaba y 28% respondió que se negaría, siendo este último porcentaje el que explicaría la amplia brecha restante hasta el 100%.

Sin embargo, las cifras de la ENSN 2020 contrastan fuertemente con los datos ofrecidos por la 90 Encuesta Nacional El Coronavirus en México de Mitofsky, que registra una tasa de rechazo a la vacuna de tan solo 3.8%, si bien, hasta antes de junio el porcentaje superaba el 10%. 

Una parte de la amplia brecha entre ambas encuestas puede explicarse por la naturaleza de las poblaciones encuestadas en cada caso, pues Mitofsky sólo consultó a población con celulares inteligentes y acceso a internet, lo que dejó de lado a importantes poblaciones que rechazan la vacunación como las comunidades indígenas oaxaqueñas, guerrerenses y chiapanecas, con 70%, 69% y 60% de tasa de inoculación, las más bajas en todo el territorio nacional

El caso de Chiapas llamó la atención en el pasado julio por el rechazo explícito de la población -especialmente la adulta mayor- a la vacunación, lo que llevó a las autoridades estatales a ofrecer a lo jóvenes adelantar su vacunación si servían como promotores y convencían a su abuelos a vacunarse. 

Rezagos no solo personales, sino estatales

Sin embargo, el epidemiólogo Alejandro Macías, ex zar contra la pandemia de gripe A en 2009, dijo a la agencia española EFE que como realmente no hay un movimiento antivacunas en México, la razón principal de los retrasos se debe a la planificación y a la logística, pues como primer tropiezo, el plan inicial de vacunación dependió de vacunas AstraZeneca -la más utilizadas en el Plan Nacional de Vacunación- que no llegaron a tiempo. 

En segundo lugar, la campaña de vacunación fue centralizada por el Gobierno Federal, lo que explica por que la Ciudad de México acabó de vacunar primero pese a su gran población y en el caso de estados como Veracruz (72%), Jalisco (76%) y Michoacán (75%), que también destacan por concentrar varios núcleos de población urbana, aún mantienen tasas de vacunación por debajo del promedio nacional. 

Las estadísticas oficiales vuelven a atribuir esta brecha a los casos de rezago, rechazo o incluso vacunación previa en los Estados Unidos. El gobierno de Jalisco, por ejemplo, informó por sus medios oficiales que las jornadas especiales de vacunación dirigidas a todas las personas rezagadas serán solo la Región Sanitaria I Norte correspondiente a los municipios de Bolaños, Chimaltitán, Colotlán, Huejúcar, Huejuquilla el Alto, Mezquitic, San Martín de Bolaños, Santa María de los Ángeles, Totatiche y Villa Guerrero. Sin embargo, esta región es la menos poblada del estado, lo que no permite explicar por completo el rezago total del estado.

Lo que sí identifica el gobierno de Jalisco es que la población con el menor porcentaje de vacunación en el estado -de una dosis- está en los grupos de 40 a 49 años y de 50 a 59 años, que alcanzan en ambos casos solo 64%, lo que significa que con base en los datos del último censo, unos 857 mil adultos faltarían de vacunarse sólo en ese grupo. 

En el caso de Jalisco, el doble esquema de registro para la vacunación -denominado modelo Jalisco de vacunación- pudo haber jugado como un elemento adicional que dificultó la vacunación, pues a diferencia de otros estados donde la vacunación era relativamente laxa -solo pidiendo ser parte del grupo de edad- en Jalisco el proceso era más estricto. 

También las autoridades estatales de Salud de Michoacán y Veracruz han atribuido la mayor parte de la brecha de vacunación a los casos rezagados, por lo que han puesto en marcha nuevas jornadas de vacunación para atenderlos.