Prioritaria la vigilancia genómica para prevenir pandemias

Con el programa de la OMS, en 2032 los estados miembros tendrán la capacidad de identificar patógenos con potencial pandémico y epidémico, incluido México.
21 Abril, 2022 Actualizado el 21 de Abril, a las 16:49
Se han identificado más de 100 variantes del SARS-CoV-2 en el mundo. (Foto: Pexels)
Se han identificado más de 100 variantes del SARS-CoV-2 en el mundo. (Foto: Pexels)
Arena Pública

La pandemia por Covid-19 aceleró la integración de la genómica a la salud pública, pero también encendió las alarmas sobre la capacidad del estado mexicano para enfrenta emergencias sanitarias.

Desde el inicio de la pandemia se evidenció la relevancia del estudio del genoma completo -de todos los genes que se encuentran en el cuerpo humano- para detectar, caracterizar y evaluar el riesgo que supone el SARS-CoV-2, el virus que azotó a la humanidad en los últimos dos años. Al día de hoy se han reportado 504 millones de contagios de Covid-19 en el mundo con más de 6 millones de defunciones.

Por ello, el 28 de marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer la Estrategia mundial de vigilancia genómica de patógenos con potencial pandémico y epidémico, 2022-2032. La estrategia tiene por objetivo aumentar la capacidad de los 194 países miembros para detectar nuevas amenazas para la salud pública basándose en la secuenciación genómica, es decir, en la composición genética de virus, bacterias y parásitos.

Entre marzo de 2021 y enero de 2022, el 68% de los estados miembros de la OMS tenían la capacidad de secuenciar los genes del coronavirus, lo que representa un aumento del 14% en comparación con los dos primeros años de la pandemia, se lee en el documento.

Lo anterior como resultado de la recomendación de aumentar la secuenciación, el intercambio de datos y metadatos, principalmente a través de la base de datos global de GISAID, y la financiación como parte de la preparación para pandemias y combate a la actual, hecha por el Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional en 2021.

A través de la vigilancia genómica se logró una comprensión más profunda sobre el SARS-CoV-2, su evolución y circulación a nivel mundial, señala el documento. Añade que en 2032, el total de países miembros de la OMS tienen que tener acceso a infraestructura y capital humano calificado para secuenciar un genoma de manera oportuna para la detección de patógenos con potencial pandémico y epidémico.

Los datos genómicos son importantes debido a que permiten evaluar el riesgo del patógeno, el desarrollo de vacunas, medicamentos, pruebas diagnósticas, determina medidas sociales y de salud pública para controlar la propagación, así como la eficiencia de estos ante nuevas variantes.

Desde enero de 2020 se han identificado más de 100 variantes del SARS-CoV-2 y cinco de ellas son consideradas como variantes de preocupación: Alpha, Beta, Delta, Gamma y Ómicron, de acuerdo con la OMS. Las más recientes son XD (Delta-Omicron) y XE (sublinajes de Ómicron BA.1- BA.2), sin embargo, éstas no han alcanzado son calificadas como variante de interés.

“En todo caso, XE pertenece a la variante Ómicron hasta que se pueda señalar diferencias significativas en la transmisión y las características de la enfermedad, incluida la gravedad", dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, citado por National Geographic España.

Secuenciar un genoma, en 2019, costaba 600 dólares, de acuerdo con Xataka, esto sin contar la infraestructura necesaria de un laboratorio nivel 3 o 4 de bioseguridad (BSL-4), que es donde se trabaja con virus nivel 4, es decir, aquellos que poseen un alto riesgo individual y para la comunidad por causar daños serios y ser potencialmente mortales, por lo que son considerados como enfermedades prioritarias por la OMS, como el SARS-CoV-2 o el ébola.

En el mundo existen 59 laboratorios de este tipo. La mayor concentración de laboratorios BSL 4 se encuentra en Europa (25 laboratorios). América del Norte y Asia poseen 14 y 13, respectivamente. Australia tiene cuatro y África tres, según datos de la BBC.

El reto de la vigilancia genómica en México

En México solo hay siete laboratorios nivel 3, de los cuales cuatro están en la Ciudad de México, en contraste, no hay ninguno nivel 4, señala Pseudotyped Vesicular Stomatitis Virus-Severe Acute Respiratory Syndrome-Coronavirus-2 Spike for the Study of Variants, Vaccines, and Therapeutics Against Coronavirus Disease 2019, publicado hace unos meses en la revista Frontiers in microbiology.

Lo anterior dificulta la investigación de patógenos prioritarios para la OMS. Sin embargo, el uso de pseudovirus (virus modificado) resulta una alternativa para su estudio, señala el estudio. Además, la OMS propone migrar la investigación académica en materia genómica a la práctica de salud pública de rutina.

“Las complejidades de la genómica y los retos de mantener las capacidades en diferentes entornos, incluidas las necesidades de mano de obra, significan que la mayoría de los países no pueden desarrollar estas capacidades por sí solos. La estrategia mundial ayuda a no perder de vista las perspectivas y proporciona un marco de acción unificador", dijo Tedros Adhanom, citado por la Organización Panamericana de la Salud.

La estrategia apunta a facilitar la conectividad con otros programas de control de enfermedades y redes de vigilancia de los distintos países. Si bien la vigilancia genómica es una función de salud pública costosa, es esencial responder ante pandemias y epidemias, por lo que los gobiernos deben destinar un presupuesto para obtener datos de manera oportuna, concluye la estrategia.

Para este año, el gobierno mexicano destinó 113 mil 277 millones 421 mil 634 pesos a la investigación científica y desarrollo tecnológico, menos del 0.5% del producto interno bruto. La Ley de Ciencia y Tecnología señala en el artículo 9 BIS que “el monto anual que el Estado-Federación, entidades federativas y municipios-destinen a las actividades de investigación científica y desarrollo tecnológico, deberá ser tal que el gasto nacional en este rubro no podrá ser menor al 1% del producto interno bruto del país”.

Sin embargo, los presupuestos para el sector salud se incrementaron para este año y en particular fue notable el incremento que registró el Instituto Nacional de Medicina Genómica, que pasó de un escueto 32.7 millones de pesos en 2021, a 210.9 millones de pesos en este año. Con todo, como señala la organización cívica Fundar, si bien se incrementó el presupuesto para el sector salud, alcanzando 2.9% del PIB en 2022, aún está lejos del 6.0% recomendado a nivel internacional.

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