Inflación alimentaria amenaza con agudizar la desnutrición en el país
“La única cosa que me preocupa, de la que no hablamos lo suficiente, son los alimentos”, le dijo Larry Fink al Financial Times en una entrevista publicada este sábado.
El presidente de Blackrock, el gigante mundial de la gestión de activos, declaró al diario británico que el fuerte aumento en los precios de la energía ha desviado por completo la atención sobre el tema de la inflación de los alimentos que es aún más preocupante. “Esto no es solo una preocupación por la inflación. También hay preocupaciones geopolíticas que resultan de esto”, dijo Flink.
Los precios de los alimentos -particularmente cereales y carnes- se han disparado en el mundo a causa de la invasión rusa a Ucrania, de los problemas logísticos, a los que se han añadido los efectos del cambio climático. El Banco Mundial pronosticó que los precios mundiales de los alimentos aumentaría 20% en este año; si bien el ritmo del crecimiento de los precios de los alimentos medido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha descendido por tercer mes consecutivo. Con todo, en junio el índide de precios se encontraba 13.7% por arriba del nivel previo a la invasión.
En México, la inflación de alimentos y bebidas no alcohólicas alcanzó 13.6% en junio a tasa anual. En ese mes la inflación fue 1.51% mayor que en mayo, un fuerte salto después de registrar 1.08% en mayo a tasa mensual.
La provisión suficiente de alimentos a la población mas vulnerable a precios accesibles ha convertido a la alimentación en un asunto de seguridad de Estado. Janet Yellen, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, subrayó que el mundo está lidiando con “un momento extremadamente difícil para la seguridad alimentaria”.
En México el estado de la seguridad alimentaria -y la consiguiente nutrición para la población- no luce muy alentador. En el país, la prevalencia de desnutrición en la población aumentó de 4.4% entre 2004 y 2006 a 6.1% entre 2019 y 2021. Además, el porcentaje de mexicanos que se encuentran en grave inseguridad alimentaria también se incrementó de 3.6% a 3.7%, mientras que los que se encuentran en una inseguridad moderada pasaron de 25.6% a 26.1%.
Así, hasta 2020, 33.9 millones de mexicanos (26.3%) no podían permitirse una dieta saludable, lo que representa un aumento de 3.6 millones de personas en comparación con 2019, cuando 30.3 millones (23.7%) no podían acceder a este tipo de dieta, en 2018; 31.4 millones (23.7%) y en 2017; 32.6 millones de mexicanos (26.1%) carecían de acceso a una dieta saludable.
A fin de hacer frente al encarecimiento de más del 100% de los fertilizantes en el mundo, con graves afectaciones a las cosechas, este domingo el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en su cuenta de Twitter la entrega gratuita de fertilizantes a 2 millones de productores del campo. “El plan que tenemos, nada más en el caso de urea, es producir alrededor de 2 mil 500 toneladas diarias, lo cual nos va a permitir fertilizar como 25 mil, 30 mil hectáreas diarias para que tengamos los alimentos", dijo el Presidente en un video transmitido por redes sociales.
En su reciente visita a Washington, López Obrador había anunciado la compra de un millón de toneladas de fertilizantes a Estados Unidos en tanto el gobierno mexicano amplía la capacidad de producción de fertilizantes. El Presidente ha dicho que invertirá más de 500 millones de dólares con este propósito.
Fragilidad agroalimentaria
A nivel mundial, entre 702 y 828 millones de personas padecieron hambre en 2021, es decir, que el hambre afectó a 46 millones más en comparación con 2020 y un total de 150 millones de personas más desde 2019, siendo África, Asia y América Latina y el Caribe las regiones más afectadas, de acuerdo con El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022, publicado recientemente por la FAO.
“La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve aún más las fragilidades de nuestros sistemas agroalimentarios y las desigualdades en nuestras sociedades, lo que ha provocado un mayor aumento del hambre en el mundo y una grave inseguridad alimentaria”, se lee en el informe. Además, el cambio climático y la guerra en Ucrania ha interrumpido las cadenas de suministro, en específico el conflicto bélico ha afectado los precios de cereales, fertilizantes y de energía, lo que se ha traducido en el incremento de los precios de los alimentos.
Agrega que “a pesar del progreso mundial, las tendencias en la desnutrición infantil, incluidos el retraso del crecimiento y la emaciación (malnutrición potencialmente mortal), las deficiencias de micronutrientes esenciales y el sobrepeso y la obesidad en los niños, siguen siendo motivo de gran preocupación. Además, la anemia materna y la obesidad entre los adultos sigue siendo alarmantes”.
Sobrepeso en México persiste
Hasta 2021, 24 millones mexicanos mayores de 18 años tenían obesidad, en contraste entre 2004 y 2006 esta cifra era de 20.6 millones de personas, es decir, aumentó de 26.8% a 28.9% (2019-21).
Además, si bien el exceso de peso entre niños menores de 5 años ha disminuido, aún sigue siendo alta. Entre 2004 y 2006; 800 mil niños tenían sobrepeso (6.7%), sin embargo, entre 2019 y 2021 está cifra cayó a 6.3% (100 mil). Así mismo, el retraso en su crecimiento ha disminuido de 1.4 millones (12.7%) a 1.3 millones (12.1%) durante este periodo. La prevalencia de la emaciación durante 2020 fue de 200 mil niños (1.4%).
Sin embargo, la prevalencia de la anemia entre mujeres de 15 a 29 años también aumentó de 5.1 millones a 5.3 millones entre 2004 y 2021. Mientras que la lactancia exclusiva entre los cero y cinco meses de edad se ha duplicado durante este periodo, al pasar de 300 mil bebés a 600 mil. El porcentaje de bebés con bajo peso al nacer se redujo levemente de 8% a 7.9%.
Ante esta situación, es necesario que “invertir en sistemas agroalimentarios de manera equitativa y sostenible [...], si los gobiernos reorientan los recursos para dar prioridad a los alimentos, consumidores y para incentivar la producción, esto ayudará a que las dietas saludables sean menos costosas y más asequibles para todos”, señala la FAO. Pero también, impulsar “políticas que promuevan cambios en los entornos alimentarios y el comportamiento del consumidor hacia una alimentación saludable”.
En el caso de México la FAO llama a “priorizar las inversiones públicas en agricultura teniendo también en cuenta la nutrición". Señala que una recomendación clave es “invertir en el sector de la caña de azúcar, ya que proporciona el mayor crecimiento de la producción, bienestar y reducción de la pobreza en comparación con otros sectores agrícolas. En lugar de utilizar caña de azúcar para producir bebidas azucaradas y confitería para consumo final, la recomendación es aprovechar el potencial del sector como principal materia prima para biocombustibles”.