El proyecto de recuperación hídrica de Texcoco tiene 24 años de atraso

Únicamente la construcción del NAIM motivó al gobierno federal retomar el Plan Maestro de Drenaje, pues la sustentabilidad hídrica de la capital nunca ha sido agenda prioritaria del gobierno.
6 Noviembre, 2018 Actualizado el 6 de Noviembre, a las 10:38
La cancelación del NAIM deja en incertidumbre la recuperación hídrica de la zona de Texcoco.
La cancelación del NAIM deja en incertidumbre la recuperación hídrica de la zona de Texcoco.
Arena Pública

En 1994 el entonces Departamento del Distrito Federal (D.F) presentó el Plan Maestro de Drenaje de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. 24 años después, sigue sin completarse. 

El proyecto nació a raíz de un problema constante en la capital mexicana y que se sabía con el tiempo solo empeoraría las inundaciones. Sin embargo, por décadas tanto gobiernos locales como federales ignoraron las advertencias y dejaron el plan en el olvido. 

Por la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), el gobierno de Enrique Peña Nieto retomó el Plan Maestro de Drenaje para encausar las aguas de los diversos cuerpos de agua que existen en el oriente de la capital para evitar inundaciones en la magna obra y en los municipios aledaños. 

Cuerpos de agua en el oriente del Valle de México 

Sin embargo, el futuro presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien entrará en funciones el 1 de diciembre de 2018, decidió a través de una consulta ciudadana -organizada por su mismo equipo- cancelar la obra insignia de Peña Nieto, dejando en la incertidumbre la recuperación hídrica de la zona, la cual se contemplaba concretar de la mano del NAIM.

En los terrenos actuales donde se sigue construyendo el aeropuerto existían tres lagunas de regulación, es decir, cuerpos de agua que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) utilizaba para almacenar, controlar y desfogar 6 millones de metros cúbicos de aguas pluviales de la zona oriente del Valle de México, mismas que fueron reubicadas para garantizar que la obra no pondrá en riesgo de inundación aquella región. 

De acuerdo con Eduardo Sánchez Hernández, vocero del gobierno de la República, con las obras realizadas desde 2014, la capacidad de regulación de la zona se duplicó y se espera que a la terminación de las obras se triplique, beneficiando así a los municipios de: Atenco, Ecatepec, Chimalhuacán, Nezahualcóyotl y Texcoco, así como las alcaldías de Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza.
 

Sumado a una mayor regulación, el proyecto incluye aprovechar agua de lluvia a través de un sistema de captación, la cual será inyectada al acuífero mediante pozos de absorción para aumentar la recarga del acuífero y mejorar sus condiciones, explicó en conferencia de prensa en abril de 2018, Roberto Ramírez de la Parra, director general de Conagua.

El Proyecto Hidráulico considera, además, el saneamiento de nueve ríos del oriente del Valle de México. 

Sin embargo, fue únicamente la construcción del NAIM lo que motivó al gobierno federal retomar el Plan Maestro de Drenaje, pues la sustentabilidad hídrica de la capital nunca ha sido agenda prioritaria del gobierno. Sin la magna obra, es difícil concluir si las obras se culminarán en tiempo y forma, o incluso si se le destinará presupuesto para finalizarse. 

 

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El Túnel Emisor Oriente, la faraónica esperanza

El Túnel Emisor Oriente es una obra faraónica que el gobierno construye desde 2008 con la intención de drenar toda el agua del Valle de México y así evitar las inundaciones. 

Incluyendo al presidente electo, López Obrador, durante su década en construcción el Túnel Emisor Oriente ha visto desfilar a tres mandatarios federales y ha absorbido más de 20 mil millones de pesos del presupuesto, una cifra 110% superior a su costo original.

En un inicio, la administración del entonces presidente Felipe Calderón prometió que la magna obra estaría lista en cuatro años, no obstante, ha transcurrido una década y la ciudadanía sigue esperando que se cumpla la promesa de una ciudad sin inundaciones. Al cierre de octubre, el presidente Peña Nieto informó que la obra lleva un 93.4% de avance. 

Túnel Emisor Oriente

A través del Túnel Río de los Remedios y el Drenaje General del Valle, se espera que la acumulación de agua en el oriente de la ciudad se canalice al Túnel Emisor Oriente.

El último clavo en el ataúd de la situación hídrica en la ciudad de México es que los pequeños o grandes esfuerzos que ha realizado el gobierno a través de las obras públicas para evitar inundaciones a lo largo de las últimas décadas, después de culminarse, puedan no resolver el problema de fondo. 

“No hay sistema de drenaje que aguante una lluvia de más de 36 mm en hora y media…no hay forma de evitar las inundaciones de la ciudad”, sentenció el investigador del Instituto de Biología de la UNAM, Luis Zambrano, en un balance hídrico de la situación de la ciudad publicado a finales del 2017.

La antigua Tenochtitlán se fundó sobre un lago y, por más ingeniería, parece que su destino está inevitablemente ligado al agua.


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