Crece desigualdad educativa y urgen acciones del gobierno
Ignorar la situación académica de los estudiantes mexicanos tras la pandemia, solo ensanchará las brechas de educación que crecieron en estos dos años entre niños y jóvenes, advierten expertos en políticas educativas del país.
“Durante la pandemia no hubo conciencia de que no se podía seguir enseñando lo mismo que si no existiera la COVID-19 […]. En vez de hacer vínculos pedagógicos de acuerdo con los contextos sociales, culturales, se dijo que todo el mundo vería y aprendería lo mismo a través de la tele", dice Manuel Gil Antón, un reconocido experto mexicano en temas educativos.
"Si en el retorno no se reconoce esa desigualdad, no vamos a volver a lo mismo, sino a lo empeorado […]. Ojalá volviéramos a lo mismo, querría decir que la pandemia no empeoró la desigualdad que ya había. Y no fue así”, apunta Gil Antón, investigador y profesor del Centro de Estudios Sociológicos del prestigiado Colegio de México (Colmex).
A escala nacional, la educación remota que se tuvo que implementar en México por el cierre de escuelas en medio de la pandemia de COVID-19 provocará, en promedio, la pérdida de entre un tercio y más de un año completo de conocimientos académicos para los estudiantes del país en el corto plazo, según un estudio realizado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
La estrategia de regreso a clases que está implementando el Gobierno Federal se encamina a que estas deficiencias académicas no se mantendrán estáticas ni se cerrarán, sino que se irán ensanchando con el paso del tiempo.
En un acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la Secretaría de Educación Pública (SEP) estableció que la calificación mínima que se pondría a los estudiantes de primaria y secundaria, en la mayoría de los casos, sería seis. Una medida que les permitirá avanzar a través del sistema de educación, independientemente de sus conocimientos.
“¿Cómo están los estudiantes, con qué nivel van a llegar [al siguiente grado], saben todo lo que tienen que saber para entrar? [Y en unos años] veremos el desempeño en sus carreras, hasta dónde van a llegar, si pueden terminar su educación o fracasarán porque perdieron la oportunidad para enfrentar un nuevo nivel educativo”, dice Marcos Reyes Santos, profesor e investigador del Departamento de Estudios de Administración Pública en el Colegio de la Frontera Norte (Colef).
Aunque este fenómeno afectará a todos los estudiantes que sufrieron la pandemia, las brechas se harán mucho más graves entre ciertos grupos de la población. De acuerdo con el mismo estudio del CEEY, ya tomando en cuenta el efecto acumulado a largo plazo del impacto por la pandemia, mientras que la pérdida de conocimiento para los estudiantes del centro del país está en el rango de entre 0.9 y 1.5 años de conocimientos académico perdido, para jóvenes en el extremo sur las afectaciones en el largo plazo van de 1.9 a 3.03 años escolares en conocimiento perdido.
En un panel organizado por Arena Pública en noviembre pasado con dos expertos, se evaluaron con detalle las consecuencias de la pandemia sobre el futuro educativo y laboral de los jovenes mexicanos y las acciones de política pública que deberían emprenderse desde los gobiernos tanto federal como locales.
| Regiones | Pérdida educativa por COVID-19, rango bajo (años) | Pérdida educativa por COVID-19, rango alto (años) |
| Norte | 1.21 | 2.2 |
| Noroeste | 1.37 | 2.14 |
| Centro-norte | 1.28 | 2.23 |
| Centro | 0.94 | 1.56 |
| Sur | 1.9 | 3.03 |
Fuente: CEEY
Para cerrar esta brecha se requiere un esfuerzo extraordinario de parte de las autoridades de educación. “Hay que renivelar y llevar de nuevo a los grupos, más heterogéneos que antes, a los mínimos necesarios para que deban aprender el currículum que deben aprender en el año que les corresponde […]. Hay que lograr dos cosas a la vez: Cerrar la brecha del rango bajo hacia la media y evitar que los estudiantes que están en la media se vayan quedando atrás”, algo que requerirá un reforzamiento en el presupuesto para la educación, argumenta Roberto Vélez Grajales, director ejecutivo del CEEY y coautor del estudio sobre las pérdidas acumuladas de conocimiento académico a raíz de la COVID-19.
Sin embargo liberar más recursos para fortalecer la estrategia de educación post-COVID de México, luce difícil. Para darle continuidad a sus proyectos prioritarios en infraestructura, en lugar de solicitar y obtener más recursos de la hacienda pública, la SEP decidió suspender el programa de Escuelas de Tiempo Completo, una decisión fuertemente criticada por la sociedad civil. También la evolución en las necesidades de gasto y las malas expectativas de ingresos para 2022 hacen poco probable que el sistema de educación mexicano reciba pronto mayores recursos presupuestarios.
Es en este contexto en el que un diagnóstico es trascendental para la estrategia de recuperación educativa en México. No solo permitiría reconocer la magnitud de las brechas que quedaron después de la pandemia, sino que también daría la información necesaria para maximizar el impacto del presupuesto.
“Se podría hacer una política focalizada, empezando por los que menos tienen. En México siempre tratamos de hacer políticas nacionales. Pero el recurso no es suficiente. Si identificamos dónde la educación es más baja, dónde hay menos infraestructura y empezar por ahí [...], dónde las escuelas son más precarias, dónde los maestros no suelen ir […]", enfatiza Mariana Becerra Pérez, investigadora del área de Desarrollo Social con Equidad del CEEY.
"Lo que perdimos con la pandemia no será fácil recuperarlo [y hay que recordar] que esto obviamente impacta más a los pobres”, dice Becerra Pérez.
