Debe México incrementar 5.1 puntos del PIB en educación para enfrentar rezagos
El reto educativo en México para los próximos años es enorme. Con el rezago educativo actual, agudizado aún más por la pandemia, el país requiere incrementar la inversión en educación en 5.1 puntos del PIB nacional para ofrecer educación a toda la población entre 0 y 23 años.
Actualmente el país destina 3.1% del PIB nacional a la educación, menor que en 2021, por lo que el reto educativo en el país alcanza dimensiones colosales en términos de recursos presupuestales para los años siguientes, además de eficiencia, de acuerdo con las cifras que plantea el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), un think tank mexicano especializado en el ánalisis de los presupuestos públicos en el país.
Diversos expertos en temas educativos han destacado el tamaño del rezago educativo en el país y el incremento en la deserción escolar, a lo que se añadió la reducción del presupuesto a educación, que aleja aún más lo establecido en la propia ley.
La pandemia agravó una realidad educativa ya, de por sí, preocupante. La tasa de cobertura escolar entre 2019 y 2022 registró una caída de 2.5 porcentuales, al pasar de 65.2% a 62.7%, es decir, 19.6 millones de niños y jóvenes entre los cero y los 23 años no asisten a la escuela. “La tasa de cobertura disminuyó en todos los niveles educativos entre 0.4 (educación superior) y 8.0 (Preescolar) puntos porcentuales”, según datos del CIEP.
Además, entre 2013 y 2022, la matrícula del sistema de educación nacional se redujo 1.1% de la cobertura al pasar de 34 a 32.9 millones de alumnos.
Frente a este panorama, tanto el presupuesto destinado a este rubro a nivel federal como estatal va en picada. Para 2022, la fuente federal destinó 884 mil 46 millones de pesos (mdp), lo que equivale al 3.1% del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, 3.4% menor que en 2021, con ello es “el nivel más bajo de la última década”.
Si bien este presupuesto es inferior al promedio de América Latina (5% del PIB), también se encuentra por debajo del mínimo que establece la Ley General de Educación que establece que “el monto anual en términos de la ley que el Estado destine al financiamiento en educación pública y en los servicios educativos garantizando la accesibilidad y la gratuidad en la educación, no podrá ser menor al equivalente del 8% del producto interno bruto del país”.
Estados, responsables de ejercer el presupuesto
Pese a que en 2022 los recursos que los estados destinan a educación en promedio representan 36.4% de su presupuesto total, resulta insuficiente para alcanzar el monto que por ley se establece, “ya que 57% del presupuesto estatal para educación proviene de recursos etiquetados para la federación”, dice el CIEP.
El centro de análisis añade que “de 2018 a 2022, estos recursos disminuyeron 8.2%, y 25 de 32 estados redujeron su gasto educativo entre 4.4% y 36.5%”. Los estados destinan a educación entre 21.2 % y 44.8 % de su presupuesto.
Así mismo, “el gasto por aportaciones federales para educación disminuyó 6.6% en términos reales, al pasar de 480 mil 667 mdp a 448 mil 737 mdp. Los estados son responsables de ejercer al menos el 50.8% del gasto educativo federal, equivalente al 1.6% del PIB”.
Los estados que más porcentaje de su presupuesto destinan a educación son Hidalgo (44.8%), Veracruz (44.3%) y Baja California Sur (42.8%), sin embargo, la brecha aumenta en Baja California (21.2%) y en la Ciudad de México (4.9%).
Sin embargo mayores montos presupuestales destinados a la educación tampoco han garantizado una mejor calidad educativa, resalta el CIEP. “No existe un patrón entre inversión educativa y resultados satisfactorios en los estados”, advierte el think tank.
“El estado de Veracruz se encuentra dentro de los ocho estados con el mayor gasto por alumno en educación básica (EB) y educación media superior, y tiene la segunda mayor prioridad presupuestaria. No obstante, es el cuarto estado con la menor eficiencia educativa (16 de cada 100 alumnos que ingresan a educación básica terminan la educación superior), tiene la menor cobertura educativa (54.7%) y es el tercer estado con la mayor brecha presupuestaria (112 mil 913 mdp). Se necesita una mayor eficiencia del gasto educativo y de políticas integrales”.
Hacia una cobertura universal
Con la disminución del gasto en educación y una alta dependencia de fuentes federales, el CIEP estima que en 2022 para brindar educación a todas las personas entre los cero y los 23 años se requiere incrementar la inversión en educación en 5.1 puntos del PIB Nacional.
“Para EB, la inversión asciende a 0.8 puntos del PIB, en educación media superior y educación superior asciende a 0.2 y 4.2 puntos del PIB respectivamente”. Agrega “el rango de los requerimientos presupuestarios va desde 5 mil 909 mdp (Tlaxcala) hasta 146 mil 51 mdp (Estado de México)”.
En este sentido, los estados que presentan un mayor reto presupuestario para lograr la cobertura universal en educación son Chiapas (21.6% de su PIB), Puebla (21.3% de su PIB), Guerrero (21.2% de su PIB) y Nayarit (17.6% de su PIB). Mientras que la Ciudad de México (1.1% de su PIB), Nuevo León (1.6% de su PIB), Yucatán (2.8% de su PIB), y Quintana Roo (3% de su PIB) tienen menor requerimiento presupuestario.
En México la educación está garantizada por el artículo tercero constitucional, en él se establece que la educación es obligatoria, gratuita y universal. Así mismo, está asociada a “mejores niveles de bienestar social y de crecimiento económico”, sin embargo, “requiere de mayores inversiones educativas por parte de los estados y Federación, así como su uso eficiente para que los recursos se traduzcan en resultados satisfactorios”, concluye el CIEP.