'Covid largo', desafío pendiente para la salud pública en México

Se calcula que 80% de quienes se infectaron de Covid-19 presentan secuelas de la enfermedad, pero en México aún no hay una estrategia clara para enfrentarlo.
19 Abril, 2022 Actualizado el 19 de Abril, a las 14:47
Las estimaciones oficiales dan cuenta de más de 6 millones de personas positivas al Covid-19 (Foto:Pexels)
Las estimaciones oficiales dan cuenta de más de 6 millones de personas positivas al Covid-19 (Foto:Pexels)
Arena Pública

Fatiga, dolor de cabeza, trastorno de atención, pérdida de cabello y disnea (falta de aire) son algunos de los más de 55 síntomas que pueden padecer las personas recuperadas por la infección de la Covid-19 y que aún no cuentan con una estrategia de atención integral en los centros de salud pública del país.

Si bien, recientemente se presentó una iniciativa en la Cámara de Diputados para reformar la Ley General de Salud a fin de ofrecer atención a los personas con secuelas post Covid, ésta aún no se ha aprobado y los cientos de miles de pacientes potenciales calculados en todo el país aún tendrán que esperar.

Hasta la fecha, más de 505 millones de personas en el mundo se han contagiado de Covid-19 y, aproximadamente, el 80% presenta secuelas de la enfermedad a mediano y largo plazo, conocido como long Covid, de acuerdo con los autores del artículo More than 50 long-term effects of COVID-19: a systematic review and meta-analysis publicado en agosto pasado en la revista científica Nature.

Incluso, el 52 % de los adultos jóvenes aislados en el hogar presentaron síntomas a los 6 meses, señala el estudio Long COVID in a prospective cohort of home-isolated patients publicado en la misma revista unos meses antes. La Covid prolongada es aquella que se presenta entre 14 y 110 días después de la infección y la probabilidad de mantener síntomas persistentes varía entre tres y 22 veces. Se han reportado hasta 203 síntomas posibles.

La Covid persistente también puede causar daños multiorgánicos en el corazón, los pulmones, los riñones, la piel y el cerebro, señala el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) y a partir de julio del 2021 las afecciones posteriores al Covid-19, puede considerarse una discapacidad según la Ley sobre Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por sus siglas en inglés).

Lo anterior, además de afectar la reincorporación de los trabajadores a sus actividades productivas, incrementa la demanda de atención médica de éstos casos “para tratar o rehabilitar, evitando problemas crónicos en pacientes recuperados de COVID-19”, de acuerdo a la investigación Persistence of COVID-19 Symptoms after Recovery in Mexican Population del Enviromental Research and Public Health.

En Estados Unidos los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en inglés) destinaron 470 millones de dólares a investigar los efectos de este padecimiento. Además, lanzaron la iniciativa Researching covid to enhance recovery (RECOVER en inglés), “para saber por qué algunas personas tienen síntomas prolongados o desarrollan síntomas nuevos o recurrentes después de la fase aguda de la infección por SARS-CoV-2”.

“Aún no tenemos un régimen terapéutico o un diagnóstico exacto, ni una forma de clasificarla. De ahí que sea tan importante identificar sus síntomas, especialmente los más debilitantes: la fatiga, la confusión mental, y las disfunciones en el corazón y en el pulmón”, concluyó Sonia Villapol, investigadora del Methodist Hospital Research Institute de Houston, para el Washington Post.

Iniciativa y acciones pendientes en México

Una vez que lo peor de la pandemia parece haber pasado, dado que las cifras de contagios y de muertes ha declinado sensiblemente en los días transcurridos del año, en México aún no se cuentan con cifras claras sobre el tamaño del problema entre aquellos que se infectaron con la Covid-19 en sus diversas variantes.

De acuerdo a cifras del gobierno mexicano, al 18 de abril, los casos positivos estimados ya rebasaban los seis millones, por lo que se puede inferir que una gran cantidad de mexicanos, cientos de miles o millones, enfrentan o enfrentarán secuelas de la enfermedad a mediano plazo.

Sin embargo, aún la atención integral a pacientes con efectos del Covid largo no parece ser un problema de urgente atención, aunque una gran cantidad de casos puede significar también un problema laboral y de productividad.

En la Cámara de Diputados se propuso hace tres semanas, el 23 de marzo pasado, una reforma a los artículos 3 y 6 de la Ley General de Salud para considerar la atención, control, gestión y vigilancia de mecanismos para la rehabilitación de personas con secuelas post Covid-19. La iniciativa legislativa aún sigue pendiente de ser aprobada. 

Hasta agosto de 2021 casi 178 mil derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) han recibido atención por secuelas de la Covid-19. “Este tipo de pacientes existe, no importa que hayan tenido un contagio leve, eventualmente con el tiempo sienten fatiga, dolor articular, dificultad para respirar que no compromete su funcionamiento para caer en el hospital, pero realmente ellos no se sienten al 100%”, dijo Berman Toledo Ortiz, jefe del Área de Enfermedades del Trabajo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en entrevista con El Economista.

Mientras que los legisladores deciden, o no, reformar la Ley General de Salud para enfrentar este problema, continúa una campaña de vacunación que ha brillado por su inconsistencia a lo largo del último año y medio, según han señalado diversos especialistas en el tema. A la fecha se han administrado casi 196 millones de dosis contra la Covid-19 por lo que solo 79 millones 945 mil mexicanos cuentan con el esquema completo de vacunas, lo que representa el 62.56% de la población.

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