Salas de cine mexicanas, en recuperación y con gran optimismo ante el futuro

La industria de la exhibición de películas en México confían en el futuro, aunque tanto la taquilla como la asistencia siguen 70% por debajo del nivel de 2019.
5 Diciembre, 2021 Actualizado el 5 de Diciembre, a las 17:14
México se mantuvo como el octavo país con mayor venta de boletos de cine en 2020 a escala global (Foto: Pixabay)
México se mantuvo como el octavo país con mayor venta de boletos de cine en 2020 a escala global (Foto: Pixabay)
Arena Pública

Las salas de cine en México saben la difícil situación de la industria, pero se mantienen optimistas sobre las posibilidades a futuro.

En términos generales, la situación financiera está muy lejos de regresar a los récords de ventas de boletos y asistencia que se rompieron en los años previos a la pandemia. Pero tanto líderes del sector como relativamente nuevos jugadores en el entorno tienen perspectivas optimistas, aún ante la posibilidad de una nueva ola de infecciones para final de año.

Hay varias razones detrás de este optimismo que irradian los directivos de la industria. Dicen que la certidumbre que les da la adaptación del negocio a la crisis sanitaria, así como el gusto inherente de los consumidores mexicanos por el cine, les permitirá mantener la tendencia de recuperación de los últimos meses.

Pero también pretenden mantener la mayoría de las estrategias comerciales que desarrollaron en medio de la pandemia para continuar generando ingresos, en una apuesta por la diversificación de su negocio para el largo plazo.

Y es que estas empresas aceptan que la experiencia de consumir cine debe adaptarse, como otras industrias, a la llamada “nueva realidad”. Es ésta confianza en su planeación estratégica a largo plazo (y los resultados de ésta) las que respaldan perspectivas financieras suficientemente sólidas como para que muchas de estas compañías continúen con los planes de expansión que suspendieron, ralentizaron o cancelaron en medio de la crisis sanitaria

Saliendo de un año terrible

El cine pertenece al pequeño y desfavorecido grupo de industrias (junto con el turismo, los parques de diversiones, los conciertos y otras actividades recreativas en espacios públicos) cuyos negocios prácticamente se desvanecieron con  la llegada de la COVID-19.

Basta observar las cifras que cita la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) para finales del 2020. A lo largo de todo el año de la pandemia, el sector generó ingresos de taquilla de 3,692 millones de pesos (MP), una caída de más del 80% con respecto al récord de 19,050 MP generados en 2019.

Francisco Eguren, director de operaciones de Cinemex, admite que los 18 meses luego de iniciar formalmente la emergencia sanitaria en México “fueron terribles. No había forma de perder dinero. Estuvimos cerrados, nuestro negocio es presencial, y nos fuimos de 100 a cero literalmente. De tener 10 pesos de ingresos a recibir ninguno”.

Y aunque la situación ha ido mejorando respecto al momento pre-pandemia, todavía es visiblemente compleja. En las cifras de Canacine, del primero de enero al primero de septiembre de 2021, los ingresos en taquilla suman 3,744 MP, una cifra 73% por debajo de los 13,804 MP que se habían recaudado para ese mismo periodo en 2019; pero que ya representa más de lo obtenido en todo 2020 y 26% por arriba de ese mismo periodo del año pasado.

Aunque esta recuperación parece modesta, también cabe recordar que las salas de cine en México tienen mucho más terreno que recuperar que otros servicios, y lo han hecho de una forma más constante.

Así lo reflejan datos de la Encuesta Mensual de Servicios (EMS) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que muestran cómo la recuperación tanto del sector servicios (no financieros) en general como de la categoría “Servicios de esparcimiento culturales y deportivos y otros servicios recreativos”, prácticamente se han estancado en niveles por debajo de los registrados pre-pandemia desde finales del año pasado.

Pero los ingresos de la exhibición de películas mantuvieron una recuperación constante hasta julio pasado. Entonces se registró una caída que es consistente tanto con la tercera ola de COVID-19 registrada por el panel de seguimiento de la pandemia del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), como con la temporalidad regular de mayor afluencia a las salas de cine en julio previo a una caída en el tercer trimestre; razón por la que se puede estimar que se trata de una caída temporal.

Una suposición que parece respaldada por las cifras de asistencia de Canacine, que también muestran una tendencia estable de crecimiento a lo largo del año.

Fuente: Inegi

En este contexto, Miriam Carrera, directora de operaciones en Cinedot, acepta que la recuperación fue lenta al inicio, pues todos en general "teníamos miedo de salir y entrar en contacto con más personas, pero a medida que la gente sale más y ve los protocolos sanitarios, pues van ganando confianza [...]. Y también nos han ayudado los nuevos estrenos [...]. Hemos ido aprendiendo a vivir con la pandemia".

Diversificación, resiliencia y optimismo

Los resultados cada vez más positivos en la vertical de ingresos, a pesar de la aún en marcha crisis sanitaria, podrían responder a que todos los integrantes de la industria del cine (incluidos los menos convencionales) diversificaron su estrategia de negocios y pretenden mantenerla en el largo plazo.

David Morales, director general de Autocinema Coyote, apunta que durante la crisis sanitaria implementaron nuevas formas de generar flujos de dinero, como darle la posibilidad a los invitados de “comprar de manera anticipada un monedero electrónico. No solo este negocio, sino todos avanzamos 10 años en tecnología para ofrecerle comodidad y practicidad a los usuarios”.

También reconfiguraron su tienda de mercancía para desaparecerla en su versión física y adaptarla al canal digital; así como una versión para la pantalla misma, que permitía a los usuarios adquirir productos con códigos QR y recibir directamente en sus coches su compra. Y a futuro, asegura, “tendremos que hacer un mix de lo que surgió en la pandemia con la vieja realidad”.

Los jugadores de la industria del cine también confían que tendrán la capacidad para lidiar con futuros posibles choques de la pandemia. Varios expertos de salud han advertido que la tasa de vacunación en México aún no es suficiente para evitar nuevos brotes de COVID-19 entre la población nacional, por lo que se podría repetir un escenario similar de infecciones masivas a finales de este año como se vio en diciembre-enero del 2020. Un fenómeno que se podría acentuar aún más con el (aún incierto) peligro de la variante Ómicron.

Pero David Morales sugiere que la habilidad de respuesta sanitaria que desarrollaron en los últimos meses debería  bastar para mantener la confianza de los clientes. Reafirma que “nos enfrentamos a muchos retos, cómo recibir a los clientes de mejor manera, cumplir los protocolos de salud, capacitar a todo nuestro staff, seguir ofreciendo nuestros productos de una forma higiénica […]. Pero la gente aprecia mucho las modificaciones que hicimos para cuidar de ellos. El público está muy agradecido de los protocolos que implementamos y seguirán estando en pie”.

Los retos sanitarios, sin embargo, no son los únicos que están en el camino para la recuperación del cine. Muchas actividades que se realizan en casa podrían seguir ocupando buena parte del tiempo libre de los consumidores, aún con el fin de las restricciones de socialización en espacios públicos. Solo en América Latina, según un estudio de la firma Sherlock Communications, más de la mitad de los usuarios pretende mantener o incrementar su consumo de streaming.

Pero también en este pilar, las salas de cine tienen la seguridad que podrán imponerse. Francisco Eguren asegura que su negocio no compite con el streaming, pues ofrecen una experiencia fundamentalmente distinta. Una experiencia en la que, además, quieren seguir invirtiendo.

“Estamos apostando a que tu experiencia en el cine, que no puede cambiar radicalmente […], pues cada vez que exista algo nuevo que se le pudiera añadir para generar mejores experiencias y confort, lo vamos añadir […]. Es generar experiencias alrededor de algo que no va a cambiar fundamentalmente. […] Entonces lo que vamos a hacer nosotros es que alrededor de esta actividad te la pases increíble […]. En 2022 nos vamos a enfocar en atender a nuestro invitado, que rompa la inercia de quedarse en casa y venga con nosotros”, asegura.

Y en este contexto, las salas de cine también están innovando en el tipo de experiencias que se le ofrecen a los consumidores. Miriam Carrera señala que, en su cadena, no solo están desarrollando herramientas para eliminar las partes más tediosas de salir a ver películas, como las filas de boletos y en dulcería. 

También están apostando por nuevos conceptos para abrir más variedad de películas a una mayor cantidad de consumidores. Afirma que, a través del proyecto Lado B (una iniciativa para darle un espacio en salas a proyectos más independientes y experimentales), están acercando contenidos a "gente interesada en ver estos títulos y que a veces están limitados por la zona en la que viven". 

Estabilidad financiera y expansión para el cine

Estas expectativas parecen estar respaldadas sólidamente por los resultados financieros de los últimos meses. El director de operaciones de Cinemex apunta que espera un 2022 muy bueno, una recuperación completa de la industria del cine para 2024 y presume que ahora disfrutan de una situación estable, con un flujo de dinero en números negros.

Para David Morales, de Autocinema Coyote, la situación es aún mejor. El director general de la cadena señala que están buscando expandirse, crecer “a nuevos territorios. Estamos ya en Monterrey, en Hermosillo. El plan a futuro es llegar a más ciudades. […]. En el panorama financiero nos va muy bien […]. El público extraña visitar el cine, va a retomar, va a resurgir tanto en las salas convencionales como al aire libre”.

De hecho, ya se pueden ver algunas señales preliminares de este despegue del cine. El inminente estreno de Spiderman: No Way Home no solo paralizó los sistemas de preventa de boletos en línea de varias cadenas de cine. Incluso generó caos en los establecimientos físicos entre las personas que decidieron ir a comprar personalmente sus lugares para las primeras funciones.

Y hasta los proyectos más nuevos del sector quieren seguiir expandiéndose. El plan de Cinedot, según Miriam Carrera, es conseguir más de 120 pantallas en todo el país dentro de los próximos dos años. Y ante los miedos sanitarios, sugiere que "debemos irnos acoplando a lo que vaya surgiendo de la pandemia. Nuestro proyecto es ser una de las tres cadenas más importantes en México". 

En este contexto, Francisco Eguren reafirma que en la industria del cine “estamos en una carrera, pero no de rapidez sino de constancia. Toda la industria vamos en una franca recuperación, estamos muy motivados y contentos para 2022. Tenemos presupuestado que sea un buen año, donde vamos a estar muy bien. Somos una industria que seguirá otros 100 años. Estará aquí mucho más tiempo que yo o cualquiera de nosotros”, dice.

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