Reconoce Banxico debilidad de la economía, ¿recesión toca a la puerta?
El Banco de México (Banxico) ajustó sus pronósticos de crecimiento económico a 1.5%, desde 2.4%, para este año; y a 1.2%, desde 1.5%, para 2025. El fuerte ajuste sorprendió porque fue más drástico que los ajustes a la baja del consenso del mercado y que en su última encuesta (Citibanamex) registra 1.7% de crecimiento del PIB para el año. Con esta previsión, el banco central se queda a la mitad del pronóstico de Hacienda (3.0%).
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE? La marcada desaceleración de la economía mexicana era evidente desde junio pasado, como lo reportó Arena Pública, y se cuestionó la sobreestimación del crecimiento económico para el año no solo por parte de Banxico, sino también del mercado. A finales de junio mientras que Banxico esperaba un crecimiento del PIB de 2.4% para el año, el consenso del mercado previó 2.1%. La nueva expectativa de Banxico recorrerá a la baja las expectativas del consenso alineándolas a la realidad de las primeras cifras conocidas del segundo semestre.
LAS RAZONES DE BANXICO
- El banco central señala que "la actividad económica nacional atraviesa por un periodo de marcada debilidad", y justifica su ajuste de pronóstico para el año explicando que, "el crecimiento en dicho periodo (II-T) continuó sorprendiendo a la baja y resultó significativamente menor a lo esperado".
- Para Banxico el crecimiento 2024-25 se apoyará en el gasto interno. "En particular, se anticipa que el consumo privado y, en menor medida, la inversión privada continúen expandiéndose. La contribución de esta última sería más baja a lo previamente anticipado, dado el menor dinamismo que este agregado ha mostrado y el entorno de incertidumbre que persiste tanto por factores internos como externos".
- La debilidad del sector manufacturero de EU es la razón de porqué se espera una baja contribución al crecimiento del país.
- El balance de riesgos para el crecimiento es a la baja, según Banxico, y los riesgos son: menor dinamismo de EU, mayor incertidumbre por elecciones, menor impulso del gasto público, conflictos geopolíticos, volatilidad financiera, impactos climáticos. No se menciona específicamente la incertidumbre derivada de las reformas constitucionales planteadas por el Ejecutivo.
¿QUÉ HAY QUE VER? Los primeros datos económicos de julio muestran que la economía continuó con su tendencia a la desaceleración al iniciar el III-T. La estimación de la actividad económica (IOAE) de Inegi es de una caída de (-)0.1% en julio, con caídas en las actividades secundarias (-)0.2% y terciarias (-)0.1%. Los pedidos manufactureros y los indicadores IMEF, manufacturero y no manufacturero, también cayeron en julio, confirmando la tendencia bajista. Los empleos formales ante el IMSS crecieron 0.1%; sin embargo las ventas al menudeo de las grandes tiendas del país (ANTAD) fueron muy débiles, apenas 1.2% a tasa anual.
LA CUESTIÓN CENTRAL La dinámica del consumo en el III-T será factor relevante para el crecimiento económico en lo que resta del año, ante el menor gasto público, la debilidad manufacturera de EU y una menor inversión privada esperada ante la mayor incertidumbre política interna. Los ingresos por salarios y remesas alentadas por la depreciación del peso, pueden apuntalar el consumo. Sin embargo, con todos estos elementos es previsible que se registren meses de crecimiento negativo en el segundo semestre y en 2025.